Las razones por las que esta inédita campaña de Easy Taxi no pasó desapercibida
Conversamos con Maria José Guerrero, socióloga del Observatorio Contra el Acoso Callejero y nos comentó que su protesta contra la campaña era una crítica constructiva contra lo que, además de sexista y más que dañino, consideraron poco original.
Comenzó a circular entre los grupos de Whatsapp de periodistas más o menos al mediodía, generando toda clase de comentarios.
Se trataba de una foto en la que aparecen dos muchachas en bikini. Una muy tatuada, mojada y una manguera en una mano y una espumosa esponja en la otra. La otra joven sonríe a la cámara mientras aprieta una esponja que chorrea agua y espuma sobre su pecho.
Con esta imagen, la empresa de Easy Taxi convoca a una actividad. Este miércoles, al medio día, en la esquina de Álferez Real con Antonio Varas se llevará a cabo un “car wash”, una clásica actividad norteamericana en la cual mujeres en bikini lavan autos mientras juguetean con el agua y el jabón. Esta vez serán taxis.
Algo muy en la onda de Kid Rock.
Y bueno. No pasó desapercibido. En Facebook las acusaciones de “mal gusto” y de “publicidad sexista” no se hicieron esperar. En Twitter tampoco.
Decepción por un servicio que creía confiable. Chao @easytaxichile https://t.co/5ugy8NeeL0
— La Isi Flores (@laisiflores) January 12, 2016
Si @easytaxichile fomenta la cosificación entonces las mujeres no estamos seguras en sus taxis #PublicidadSexista pic.twitter.com/kDGgGppv1H — Red Contra Violencia (@MujeresRed) January 12, 2016
Contactamos a Maria José Guerrero, socióloga del Observatorio Contra el Acoso Callejero (OCAC) para que nos entregara su perspectiva frente a esta polémica campaña. “En general reaccionamos a publicidades y eventos con carácter sexista, pero no es sólo sexista porque se muestra el cuerpo de mujeres sino porque se refuerza un estereotipo. Y tampoco es que tenga nada de malo la desnudez, los senos, el trasero o un pene, pero cuando se venden partes del cuerpo hay un tema hegemónico, de objetificación”, comenta.
Y agrega: “Pero no es que sea sexista contra la mujer, es también contra el hombre, porque se les trata como animales movidos sólo, vencidos, por el deseo”.
Para finalizar, Guerrero asegura que la idea no es censurar, ni funar. Dice que el único fin es cuestionar. Y hacer un llamado a la originalidad: “Es que ni siquiera es original, tampoco es algo tan dañino, pero sí es un patrón que refuerza estereotipos. Entonces nuestra opinión va más bien por el lado de la crítica constructiva”.