En Radio Bío Bío están felices: Mosciatti pide “trabajar más” y rechaza proyecto de 40 horas
El director de la estación culpó a la poca capacitación y nivel de conocimiento de los chilenos para enfrentar una reducción de la jornada laboral. Además, criticó que los trabajadores lleguen tarde al trabajo y a tomar desayuno.
A comienzos de marzo, la diputada Camila Vallejo (PC) presentó un proyecto de ley que busca reducir la jornada laboral de 45 a 40 horas semanales, que fue aplaudido por varios sectores y criticado por otros varios. Uno de los más críticos fue el director de Radio Bío Bío, Tomás Mosciatti, quien afirmó que “el proyecto es malo” y enumeró una serie de razones.
“No conozco ningún país que haya llegado al desarrollo sin que sus habitantes o ciudadanos hayan trabajado mucho. Corea del Sur que hace 40 años tenía un ingreso per capita similar al de Chile ha trabajado y siguen ellos trabajando mucho. Los países en Europa que se recuperaron después de la Segunda Guerra Mundial trabajaron muchísimo”, ejemplificó el abogado.
Y luego continuó:
“Nuestro deber es entregar un país mejor a la generación que viene y para eso hay que trabajar y trabajar insistentemente. Es verdad que los chilenos estamos muchas horas en el trabajo, eso es cierto, pero también es verdad que durante esas horas trabajamos poco y trabajamos mal. Chile es el cuarto país del mundo, detrás de México, Costa Rica, Corea del Sur y Grecia en cuanto a la cantidad de horas que se permanece en el trabajo. Cuarto en el mundo.
Pero no hay ningún antecedente, no hay ningún estudio, que permita afirmar que con menos horas trabajas se producirá inmediatamente un aumento en la productividad, que se va a compensar esas menos horas trabajadas con un aumento en la productividad. La productividad tiene que ver con educación, tiene que ver con otras cosas.
Nosotros tenemos un récord en los últimos años porque nuestra productividad ha ido bajando, esto es extraordinario en el mundo. ¿Por qué aumenta la productividad? La productividad aumenta fundamentalmente por el impacto tecnológico y voy a poner un ejemplo: cuando se reemplazaron las máquinas de escribir por computadores, no es que la gente trabajara más intensamente, sino que simplemente hubo más ayuda tecnológica para producir más en una hora.
Resulta que el impacto tecnológico en Chile en los últimos años no solamente no ha permitido aumentar o mantener la productividad, sino que ha disminuido. Y eso es un asunto alarmante. Es alucinante que la productividad que lograron otros nosotros no la obtengamos, y eso se logra con conocimiento, con entrenamiento, con capacidad para concentrarse durante todas las horas de la jornada laboral.
Y en un plano obviamente más burdo, consiste en llegar a la hora y que ése no sea un asunto de discusión permanente y que llegando a la hora se comience inmediatamente a trabajar y no por ejemplo a tomar desayuno. Voy a dar un dato: según la OCDE, el 48% de los chilenos no comprende, no entiende lo que lee. O sea, casi la mitad de la población chilena está conformada por analfabetos funcionales.
El 62% no es capaz de resolver un problema matemático extremadamente simple. Y solamente el 2% entiende bien lo que lee. Con estos ciudadanos, con estos conocimientos, con estas capacidades, es imposible competir en un mundo globalizado, menos aún si trabajamos menos horas.
En los países de la OCDE en términos de productividad estamos a la cola. Solo superamos a México en productividad. Por ejemplo, tenemos la mitad de la productividad de Italia y de España, que no son los más productivos. Tenemos un tercio de la productividad de los daneses.
Hagamos otra comparación con los países que trabajan menos horas: los alemanes, los holandeses, los noruegos y los daneses. Pero tenemos que ser bien honestos. Tratemos de acercarnos primero a ellos en cuanto a nuestras competencias, a nuestras habilidades, a nuestros conocimientos para disminuir las horas laborales, porque, si no, no vamos a competir con ellos y con nadie.
Los países con jornada semanal más baja son Holanda, que tiene 29 horas, Dinamarca con 33, Alemania y Suiza que tienen 35, Suecia que tiene 30. Yo insisto: estamos absolutamente lejos de ellos. Otro dato: en los países de las OCDE la cantidad de horas trabajadas al año está aumentando, no está disminuyendo.
Chile es hoy el país que menos crece en América Latina, salvo Brasil y Argentina que tienen problemas propios, pero es el que menos crece de los países de la Alianza del Pacífico. En Chile ha caído la tasa de trabajadores asalariados y en estos momentos tenemos una cesantía disfrazada por aquellos trabajadores empleados por cuenta propia.
Una disminución de la jornada de trabajo va a afectar principalmente a quienes: a las personas que tienen menos capacitación, a las que son menos productivas, va a afectar en verdad a los más desvalidos. Por eso es un profundo error, porque deja tirados en el camino a las personas menos capacitadas. Pero el mayor error es creer que trabajando menos alcanzaremos el desarrollo.
Sé que decir todo esto es incómodo, no es simpático ni mucho menos, pero no se debe trabajar menos. Incluso se debe trabajar más y mejor. Si el país estuviera trabajando fuertemente, posiblemente habría espacio para reducir la jornada laboral, si hubiera pleno empleo y el crecimiento fuera importante. Pero ahora no es posible porque el país se está endeudando porque está creciendo el desempleo, va a llegar a un 7% posiblemente a fin de año. Por lo tanto, por ahora es absolutamente inconveniente”.