Prevención de incendios forestales: la importancia de trabajar en coordinación con la comunidad

Durante el periodo que comprendió el 1 de julio y el 31 de octubre de este año, se registraron 212 incendios forestales en el país, equivalentes a 687 hectáreas de superficie, según informó hace unos días la Corporación Nacional Forestal (Conaf).

Si bien, las cifras son considerablemente menores en comparación a años anteriores, resulta difícil no recordar las consecuencias que tuvieron los incendios forestales acontecidos en 2017. Estos dejaron su huella al convertirse en los peores de la historia de Chile, pero -al mismo tiempo- pusieron en la palestra la importancia de un actuar coordinado entre las diferentes partes involucradas, especialmente en cuanto a prevención.

Dentro de este contexto, es que CMPC, al ser una de las empresas con mayor cantidad de predios forestales en el país, desarrolló tres líneas de trabajo: prevención vecinal, silvicultura preventiva y uso de tecnología de punta.

En el caso de la “prevención vecinal”, ésta juega un rol clave a la hora de cumplir con el programa macro que ha diseñado la empresa. Esto, pues “el 50% de los incendios que combatimos están ubicados fuera del patrimonio de la compañía, en terrenos de vecinos, habitualmente matorrales, sectores agrícolas, pastizales o basurales”, explicó el gerente de CMPC Bosques,  Eduardo Hernández.

Pero para que tenga lugar un trabajo de prevención por parte de los vecinos, la educación en esta materia es más que fundamental. Es así como el foco que ha puesto CMPC, junto a su fundación, ha estado en la realización de charlas y talleres para los estudiantes pertenecientes a comunidades vecinas a los predios de la empresa. De esta manera, los jóvenes pudieron aprender en profundidad acerca del cuidado del medio ambiente y el impacto que tienen las acciones humanas en éste.

Hasta la fecha, este programa de Educación Ambiental se ha impartido en 11 comunas, 23 colegios y a más de 2.300 estudiantes. Además, para fines de este 2018, se espera que personal capacitado de la empresa haya instruido a 18 cuerpos de bomberos,  y participado junto a Corma en la capacitación de 175 miembros del ejército y 28 pilotos entrenados en combate aéreo de incendios, al mismo tiempo que se crearon más de 300 comités en todo el país para organizarse y capacitarse en cuanto a prevención.

A dichas gestiones, se suman los trabajos de detección que se han realizado en conjunto con 45 Juntas de Vigilancia, conformadas por vecinos de los predios de la empresa. En ese tipo de instancias, se ejecutan acciones de prevención, monitoreo y establecimiento de protocolos de coordinación para la alerta temprana en caso de incendios rurales. Asimismo, CMPC ha establecido zonas de monitoreo y vigilancia activa –principalmente- en zonas de interfaces vecinales, poniendo a disposición 80 vigías fijos por día en temporada alta y planes cuadrantes especiales que se activan en situación de alerta.

Tecnología y sivicultura preventiva, los otros aliados

Cuando se habla se sivicultura preventiva, se hace referencia a la modificación, ordenamiento o eliminación de la vegetación viva o muerta y de los residuos y desechos vegetales para evitar que se produzca un incendio forestal o, si éste ya comenzó, para retardar su propagación y mitigar sus daños.

En este escenario, es que entra la estandarización de los sistemas de anillos de defensa, especialmente en las zonas pobladas e interfaces urbano-rural. Esto, con el objetivo de disminuir progresivamente la carga de combustibles y así desacelerar el comportamiento de un eventual incendio, crear un espacio de defensa para su combate y evitar la propagación de incendios desde y hacia la interfaz. Entonces, y dependiendo del contexto, se aplican tres niveles defensivos: cortafuego a suelo mineral, zonas con reducción de combustible y un anillo de manejo silvícola preventivo (raleos y/o podas).

Cabe destacar que CMPC completará cerca de 2 mil hectáreas adicionales de zonas de protección de interfaces urbano-rurales entre las regiones del Maule y La Araucanía, mayoritariamente interfaces vecinales, agrícolas e industriales.

Por otro lado, la tecnología también tiene algo que decir en este ámbito, y por lo mismo, para este periodo CMPC contará con el Wildfire Analyst, software que se emplea para analizar en tiempo real el comportamiento del fuego y simular su propagación en 1 a 6 horas o más, y que la temporada pasada fue clave para detectar posibles focos de incendios o para actuar más rápido en el combate de estos.

En total, para este periodo 2018-2019, la empresa dispuso de alrededor de 30 millones de dólares, tanto para tareas de prevención como de combate (20 aeronaves y 1.100 colaboradores). Esto, con miras a una temporada que, según precisó a fines de octubre la gerente de Protección contra Incendios Forestales de Conaf, Aída Baldini, “de acuerdo a nuestros pronósticos, será mucho más compleja que la anterior, aunque tampoco esperamos una situación tan catastrófica como los eventos de enero de 2017”.