Cristián Cuturrufo: “Tocar con el tío Valentín fue como una graduación para mí”
El Dínamo conversó con el reconocido jazzista sobre su nuevo álbum titulado “Socos”, el primer vinilo de su discografía que promete ser una pieza de colección.
Cristián Cuturrufo está a punto de dar un show en la Corporación Cultural de Las Condes junto a su Cuarteto de Jazz Dixieland. En su camarín está sentado Junior Laniyan, un bailarín inglés que más tarde deleitará a los asistentes con su Tap Dance. Entre preparativos de último minuto, El Dínamo conversó con él sobre su nuevo álbum titulado “Socos”, el primer vinilo de su discografía que promete ser una pieza de colección.
-¿Te sientes un referente dentro del Jazz en Chile?
-Sí, por supuesto. Soy una persona influyente en los estilos, soy productor también, y como todo productor, gestor y con una personalidad especial. Tengo virtudes y errores. Uno es amado y odiado, pero eso ha fortalecido mi imagen. Tengo mucho cuidado en términos de hacer las cosas bien, que los músicos que toquen conmigo toquen bien, soy muy exigente, me gusta que los festivales que produzco sean a toda raja.
-¿Eres perfeccionista?
-En algunas cosas sí.
-¿En qué no?
-No soy perfeccionista en las trompetas que tengo, para mí la trompeta es un pedazo de metal que depende de mí. Así que no me importan mucho las marcas, no las cuido para nada. La que me compro, la que me regalen, o la que venga, la uso hasta que muera y ahí cambio a otra.
-¿Si venden una trompeta en Groupon te la compras?
-Nunca he comprado en Groupon (risas) pero si la compro, la compro no más, la pruebo y si suena bien… He pasado por todas las etapas, por trompetas buenas, por trompetas malas, ninguna me ha sonado mal. Ahí no soy para nada perfeccionista. Al contrario, soy un hippie del orto para las trompetas.
-Cualquiera podría pensar que tocas sólo con “joyas”.
-¡Estas loca! No.
-¿Y esta que tienes aquí, por ejemplo?
-Es una Flugel. Es el tenor de las trompetas, suena más grave. Esos dibujos los hicieron mis hijos, cuando me fui el año pasado de gira a Bielorrusia a un festival de jazz, a Italia, me hicieron los dibujos. Les dije “píntenme la trompeta” y la pintaron, claro que se borró, tenía unas cosas increíbles. Esos dibujos los hace mi hijo Emilio, el toca guitarra.
Nuevo vinilo
-Estás próximo a sacar un nuevo álbum ¿de qué se trata?
-Se llama “Socos”, está inspirado en el paisaje del secano costero de la IV Región que está exactamente entre Tongoy y Los Vilos. Es un disco que contiene sólo temas originales, además grabé dos temas nuevos: Cóctel y Socos.
-¿Y por qué decidiste llamar Socos al álbum?
-He viajado tanto a Socos… es el sector de la cultura Molles, hay muchos conchales. Es un paisaje muy seco, pero en primavera cuando llueve se producen unos atardeceres increíbles. Ahora está invadido por plantaciones de olivos, aunque en Fray Jorge está totalmente natural. Hay un micro clima ahí, cuando llueve es mundial. Yo viajaba mucho, ya perdí la cuenta de cuantas veces pasé por ahí en bus y en auto. Me encanta ese sector, es como que voy entrando a la casa, un lugar increíble. Súper inspirador. Algunas melodías (del disco), las saqué pasando por ahí, las escribí en un papel y ya. De hecho ya estrené el tema en el Providencia Jazz de este año.
-¿Cuál es el formato que escogiste para tu nuevo álbum?
-Lo quise hacer en vinilo, son tres temas remasterizados de mis clásicos “El Cacharrito”, “Porcinology” y “Coquinmambo”. Por el lado B tiene los temas nuevos “Socos” y “Cóctel” ambos fueron grabados en cinta análoga, en máquinas especiales y en un estudio especial. Solamente para darle un sonido vintage, para darle un concepto más de tierra. El disco está en fabricación en Europa, hay que esperar que la industria que los está haciendo nos dé los tiempos, pero no creemos que pase más allá de diciembre o principios de enero para tenerlo aquí en Chile y programar oficialmente el lanzamiento. Será un disco de colección.
-¿De colección?
-Es como una historia de los doce discos que he grabado, homónimo como Cuturrufo, este es el concentrado de todo y en vinilo, entonces le da un toque de colección. Es el primer vinilo que sacamos, los demás son todos CD, además va a ser el primer vinilo de los tiempos modernos del jazz chileno. No es recopilación, son temas compuestos para eso, así que tiene un plus importante.
-¿Va a tener su versión en CD?
-Por ahora no, además va a ser producción limitada, será un stock no mayor a 500 unidades, quizás un poco más. Y ya se están vendiendo en preventa. Seguramente como voy a presentarlo en un festival del verano se van a acabar muy rápido.
-¿Quiénes participaron?
-Grabaron Marcos Aldana, Federico Dannemann, Alejandro Espinoza, Parquímetro, Daniel Lencina Junior, Carlos Cortés, Cristián Monreal, son varios por que son distintos discos. El arte es una foto mía, del fotógrafo Leo Vidal, en blanco y negro. Es una foto que caracteriza mi personalidad según yo. A mí me gustó por lo menos. La contratapa es una foto del paisaje de Socos de un fotógrafo maravilloso de La Serena que se llama Ricardo General.
Dupla Trujillo/Cuturrufo
-Tienes un trabajo en conjunto con Valentín Trujillo
-Sí, hicimos “Jazz de Salón”. Tocar con el tío Valentín fue como una graduación para mí, como hacer una tesis de melodía porque con el tío Valentín grabamos todo inmediatamente. Ensayamos y después cuando fuimos a grabar a la USACH, en la Sala Máster, hicimos dos tomas de cada tema y siempre quedaba la primera. Ese fue el único disco que hicimos y después yo seguí por mi lado, el tío tiene sus proyectos, grabando por casi todo el mundo. Le faltó grabar con Bielsa no más.
-¿Qué significó para ti esa experiencia?
-Fue increíble, el tío es una enciclopedia para la música chilena, a la altura de nadie en el fondo, de casi nadie, es un monstruo. Además que es transversal a los estilos, puede tocar Jazz, Bolero, Piano Bar, Cueca, Cumbia, Cha Cha Chá, de todos los autores y lo que le pidas, entonces, en ese sentido, sin haberme graduado nunca, fue como una graduación musical, espiritual, auditiva, de todo. Una buena etapa de la vida, un proceso que me ayudó a madurar.
-¿Cuál es la mayor enseñanza que te dejó Valentín Trujillo?
-A respetar las melodías por sobre la improvisación. Eso me enseñó, es muy distinta a la complejidad en la improvisación en el jazz, sale algo más meloso, más tradicional, más de método, de crianza antigua. Con el tío se puede tocar de todo pero siempre hay que respetar las melodías, por que si no, me decía al tiro que no. Me tiraba tallas, no me retaba, lo hacía con sutileza. Comprender y entender lo que hay que hacer, sin ser hiriente ni humillar, el tío Valentín es como un oso que te abraza y es de los grandes dinosaurios que nos quedan vivos de la música.
-A propósito de dinosaurios de la música, acaba de fallecer Lucho Gatica.
-Lucho Gatica, maravilloso. De hecho, algunos boleros que grabamos con el tío Valentín en el disco de “Jazz de Salón” del compositor René Touzet, los cantaba Lucho Gatica.
-¿Tuviste la oportunidad de conocerlo?
-A Lucho Gatica lo vi una vez, él no me conocía, nunca me conoció obviamente, pero yo iba con mi mamá en mi auto en Santiago cuando llevaba como cinco años de llegado. Estábamos en una bomba de bencina y me bajé a saludarlo, a decirle que mi mamá era muy fanática de él, que si la podía saludar y fue. Yo no le dije quién era ni nada y el amorosamente saludó a mi madre, ella estaba emocionada y decía “¡Ah Lucho Gatica!”. Esa fue la única vez que le di la mano al maestro. El vivía en Estados Unidos, no sé si habrá estado al tanto de la realidad cultural musical chilena, capaz que sí, pero lo importante era que saludara a mi mamá.
-¿Qué otra música te gusta?
-Me gusta la Cumbia, la Cueca, el Bolero, el Folclore Altiplánico, la Chacarera, la Cueca Boliviana, la Zamba Gaucha, un poco entre comillas antropología con el folclore latino americano.
-¿Te gustaría incursionar en otros estilos?
-Me gusta tocar Jazz, me gusta tocar Funky, tengo ganas de hacer una sonora, al estilo Sonora Matancera. Con puras trompetas, bueno con un cantante y ponerle “Cuturrufo y su Combo”, me encantaría.
-¿Qué sientes cuando estás improvisando?
-No tengo idea, es como explicar un orgasmo, no puedo. Pero siento satisfacción, me elevo, son cosas inconscientes que van sucediendo. Detrás hay un trabajo de años, pero no tengo la explicación exacta, es como intangible para darle una explicación. Es magia no más, veo colores y cosas que se me pasan por la cabeza.
Transcripciones: Andrés Gorostiza Pantoja.