Mapuche y allendista: la ruta y los ejes de Emilia Nuyado, la interpeladora de Chadwick
Todas las miradas estarán puestas sobre la diputada Emilia Nuyado Ancapichún. El 11 de diciembre se transformará en la interpeladora del ministro del Interior, Andrés Chadwick, por el asesinato de Camilo Catrillanca en La Araucanía y la profunda crisis que ha hundido a Carabineros.
Todas las miradas estarán puestas sobre la diputada Emilia Nuyado Ancapichún. El 11 de diciembre se transformará en la interpeladora del ministro del Interior, Andrés Chadwick, por el asesinato de Camilo Catrillanca en La Araucanía y la profunda crisis que ha hundido a Carabineros durante los últimos meses.
Será un momento estelar para ella, que le permitirá desplegar su visión sobre el llamado “conflicto” mapuche y la histórica resistencia frente al Estado chileno, en voz de quien ha sido una de las líderes reconocidas en su tierra y la primera en llegar al Congreso. No es la única en todo caso: la RN Aracely Leuquén también cuenta con esa condición, aunque desde la vereda opuesta.
Para ese día -en que ella misma pidió encabezar el interrogatorio, argumentando que “una india tiene el derecho a levantar la voz del pueblo mapuche”- los preparativos ya comenzaron. Los encargados jurídicos de las bancadas de la oposición se han reunido para fijar el temario que incluirá la interpelación, para luego, durante la próxima semana, diseñar las preguntas y el libreto que expondrá Nuyado ante sus 154 pares en la Sala de la Cámara de Diputados.
Desde que asumió hace exactos nueve meses, Nuyado no se ha destacado por ser de las más visibles o de las más duras de la oposición en la ex Nueva Mayoría. Al contrario, se ha mantenido alejada de las polémicas y de los focos; quizás por lo mismo, algunos de sus pares en privado manifestaron dudas sobre su preparación para enfrentar al ministro más importante del gabinete piñerista y sugirieron un entrenamiento.
Hasta el momento no ha existido coaching comunicacional, ni tampoco se ha reunido con la familia Catrillanca o del menor de 15 años que fue testigo de la muerte del comunero, aunque sí está planificado realizarlo previo a la interpelación. No se ha definido tampoco todavía los detalles, pese a lo que trascendió este fin de semana, sobre que realizaría la presentación en mapudungún. En su equipo lo niegan.
Mientras se define todo eso, los días de Emilia Nuyado siguen normales. El viernes a las tres de la tarde tomó un vuelo rumbo a Osorno, centro de operaciones de su diputación, la que comprende también San Pablo, Puerto Varas y otras nueve comunas. Luego, como cada fin de semana, se fue directo a Huancahincul, zona donde nació y a la que aún sigue vinculada a sus 50 años recién cumplidos.
El vínculo es fuerte principalmente por su familia. Es común que al menos un día, en medio de reuniones y actividades en la comunidad, lo destine al cuidado de su madre, Sabina (88), que padece alzheimer y se encuentra postrada. Eso permite liberar a dos de sus hermanas que realizan esa tarea constantemente.
Pese a lo que se cree, Nuyado está lejos de ser nueva en política. En esa zona lleva más de 25 años como dirigenta de su etnia, fue concejala por San Pablo por cuatro periodos consecutivos y es una histórica consejera de la Corporación Nacional de Desarrollo Indígena (Conadi) -ampliamente votada por las comunidades-, que llegó a su escaño tras una ardua batalla interna en el Partido Socialista en la zona por ese cupo.
Mapuche y socialista
Antes de ser concejala, Nuyado no militaba en ningún partido, aunque asistía a “observar” las distintas actividades que realizaban las juventudes del Partido Socialista y Comunista en la zona, principalmente por las acciones que se realizaban en las postrimerías de la dictadura de Pinochet. Finalmente, optó por el socialismo por una razón bien simple: “Mi gran ídolo se llama Salvador Allende, un ícono de la lucha y la reivindicación”, dice en conversación con El Dínamo.
Entró a militar en 2000 formalmente y se convirtió en candidata a concejal por San Pablo, cargo en que estuvo por 16 años continuos, gracias al apoyo de las comunidades y del partido. En su cuarto periodo decidió dar un paso al costado y volcar todo su apoyo al candidato que consensuaron con dirigentes mapuches y políticos, Elías Huanquilén, quien hoy ocupa la concejalía.
Quienes compartieron algunos años con ella en el municipio destacan su trabajo y su fuerte vínculo con las comunidades mapuche. “Es muy tranquila, estudiosa, de manifestar mucho su identidad mapuche”, dice el concejal Alonso Rivera (DC). “Se aprende mucho de ella, aunque es muy recelosa de su historia. A mí siempre me miró como un huinca”, agrega Fernando Heckmann, del mismo partido. Cristina Ríos (PRI), en tanto, destaca su trabajo pero agrega que participaba muy poco en los actos públicos municipales.
En paralelo, Nuyado fue consejera de la Conadi, cargo que solo dejó este año al asumir su escaño, donde fue siempre electa en las consultas nacionales con las principales mayorías. Su silla continúa vacía hoy, ya que la ley no contemplaba un reemplazo por renuncia. El consejero Marcial Colín afirma que la diputada destacó “porque siempre se piensa en términos asistencialistas y no de autodeterminación” y ella buscaba derechos para los pueblos originarios.
Wilson Reyes, otro consejero con quien compartió, afirma que el trabajo de “la hermana Emilia” fue importante en la canalización de fondos para el desarrollo de las comunidades y que siempre levantó la voz frente a la mirada economicista de los proyectos presentados. “Golpeó mucho la mesa”, dice, agregando que hoy la ven como “la mejor herramienta que tenemos para posicionar nuestros temas en el Congreso”.
En ese periodo, la diputada también jugó un rol silencioso en medio de la reforma a la Ley Orgánica Constitucional de Enseñanza (LOCE) en medio de la Revolución Pingüina de 2006, donde buscó que se incorporara la interculturalidad bilingüe en su región. “Ella es capaz de articular y hacer entendible a quienes no son mapuche de cuáles son nuestras necesidades. Nos sentimos muy bien representados”, agrega Iván Carilao, otro consejero.
De Huancahincul a Valparaíso
Emilia Nuyado es la antepenúltima de diez hermanos. Uno murió en 1980 producto de un accidente en el campo, dos viven con su madre, María Albertina y Valeria, y cinco de las seis mujeres son solteras -incluyéndola-. Todos sin excepción siguen vinculados a Huancahincul, con mayor o menor nexo a la actividad política.
Su hermana Marta Nuyado, por ejemplo, es abogada y lleva más de una década trabajando en la Conadi, en el área jurídica. Su hermano Anselmo Nuyado es consejero de la misma organización, donde coincidió con Emilia en el cargo. En las comunidades, a él se le reconoce una historia de resistencia de bajo perfil, pero “muy incidente” en la reconstrucción del movimiento mapuche y en el aporte de algunas normativas, como la Ley Indígena.
Tanto ella como su padre fueron allendistas, agradecidos por lo que significó su mandato para el campecinado y los mapuches. “La reforma agraria, los créditos más blandos para agricultores, las becas indígenas permitían al estudiante tener acceso a vestuario, a materiales y además alcanzaba para la alimentación de la familia”, dice la diputada. “Con la dictadura la diferencia fue demasiada”, agrega.
El campesinado fue y sigue siendo la actividad familiar principal. Junto a sus hermanos y su padre, Florindo Nuyado -quien falleció en 2000 por problemas cardiacos-, se encargaban de trabajar el campo, particularmente en la siembra de arvejas y porotos, y la posterior venta en la feria de Osorno. Los problemas médicos de su padre también la obligaron a dejar los estudios de auditoría en la Universidad de Los Lagos y dedicarse de lleno al sustento familiar.
Su hermana María trabajaba, además, como asesora del hogar en la parroquia de Quilacahuín para contar con recursos extra. “Teníamos para el autoconsumo y vendíamos lo que podíamos, era nuestro sustento”, cuenta Emilia. En la comunidad, además, arrienda “un espacio” a una prima, donde tiene su casa, aunque la mayor parte del tiempo aloja con la matriarca del clan.
Hoy la sede parlamentaria de la diputada se encuentra en el centro de Osorno, en calle O’Higgins 485, donde paga $697.847 de arriendo. Es el centro neurálgico de su actividad parlamentaria, que le permite desplazarse hacia otras zonas, para en las noches volver siempre a su comunidad.
La lucha por el cupo PS
Llegar al cupo de candidata a diputada por el distrito 25 no fue fácil. Emilia Nuyado asegura que ella no decidió serlo, sino que tuvo un “empujón” de parte de las comunidades y también de parte del socialismo de la región de Los Lagos, aunque con bastante resistencia por parte del sector que representa el diputado Fidel Espinoza.
El problema no era Nuyado, afirman todos quienes vivieron el proceso, sino que en la terna de las candidaturas -generada a partir de la necesidad que impuso la Ley de Cuotas- se encontraban dos dirigentas socialistas que eran del “lote” del parlamentario: Tabita Gutiérrez y Michelle Partarrieu. Pero la directiva del PS, encabezada por Álvaro Elizalde y Andrés Santander, se inclinaban por la dirigenta mapuche, principalmente por el peso simbólico de su elección y porque -cuentan en la interna- pertenecen al mismo sector, Grandes Alamedas.
El apoyo del senador Rabindranath Quinteros fue decisivo. Eso permitió que ella se transformara en candidata, con el respaldo del Comité Central en un diseño donde ella complementaba con el electorado de Espinoza. Ambos fueron electos, finalmente. “Se reconoció su liderazgo y bien merecido lo tiene”, afirma el legislador por Los Lagos. Santander, secretario general de la colectividad, agrega que “tenía mucho arraigo y era de las líderes indígenas más votadas”.
Emilia Nuyado dice que logró que se “posicionara” su nombre, pero añade: “No estaba ni en mis sueños ni intenciones el estar en el cargo de diputada. Dentro del PS hay distintas tendencias, y hay clasismo y racismo. Yo no reunía las características de los que muchos buscaban, no era un nombre de consenso. Pero los dirigentes mapuche decían que era turno de que le tocara a una mujer mapuche, no querían un huinca. Sin ellos yo no estaría en este rol”.
Su trabajo en el Congreso hoy es respetado transversalmente y se le reconoce una buena labor territorial y política. Todos coinciden en que sabe tomar las oportunidades cuando aparecen y utilizarlas de manera correcta, y que no es tímida como muchos la han descrito. “Los indígenas observamos, no es que seamos tímidos, sino que muy respetuosos pero sabemos levantar la voz cuando hay que hacerlo”, puntualiza Wilson Reyes.
Desde su propia bancada, el diputado Jaime Tohá (PS) dice que “es una mujer fantástica” y que es “la mejor expresión de esa etnia”. “Es muy sólida, modesta, inteligente, abierta a escuchar, con amor profundo por su pueblo. Va a enaltecer la causa de esta interpelación. Los temas van a ser de otra categoría y vamos a poder decir caramba, valió la pena esta interpelación”, afirma.
Desde la oposición, Harry Jungersen (RN), diputado del mismo distrito, afirma que se conocen desde que ella era concejala y él consejero regional, y que su relación ha estado marcada por el respeto. “Es buena su mirada en la región. Tiene experiencia en representar a los pueblos originarios y estoy por conversar con ella sobre estos temas siempre”, asegura, agregando que cree que hará un buen discurso en la interpelación.