Conscripta que denunció violación en el Ejército fue llevada a la Justicia como desertora

Una mujer que cumplía con el Servicio Militar Obligatorio denunció al Ejército que fue violada por un cabo, situación que además del consiguiente maltrato físico y verbal, la hará enfrentar una causa en la justicia militar tras ser acusada de desertora.

La víctima, de iniciales M.F.G. y con domicilio en Puente Alto, decidió inscribirse como voluntaria en las Fuerzas Armadas, siendo destinada a la 3.ª Brigada Acorazada “La Concepción” en Antofagasta en abril pasado, cuando el 16 de junio habría sido atacada sexualmente por el cabo segundo R.G. de 28 años.

Según el relato dado a conocer por La Tercera, el día de los hechos se encontraba con un grupo de amigas de franco, cuando el acusado se ofreció a llevarlas en su auto. Luego que la acompañante de la joven se dirigiera a otro sector de la ciudad, el cabo la llevó a una zona apartada de la playa Juan López, a pesar de decirle en el camino que iría a comprar empanadas.

En dicho lugar habría consumado la violación, además de pedirle a la joven que borrara los mensajes de WhastsApp que le había enviado días atrás, llevándola de vuelta al centro de Antofagasta.

Dos días después, el 18 de junio, la conscripta denunció lo sucedido al mayor Diego García,quien le preguntó si fue una relación consentida o a cambio de dinero. Tras ello, le sugirió que se realizara un test de embarazo.

Recién el 4 de julio, cuando la Fiscalía empezó a investigar lo sucedido, M.F.G. fue atendida en el Hospital Militar del Norte por la Virginia Manss, quien constató lesiones e inflamación conducentes con una violación, pero dichos exámenes desaparecieron.

Pero tras denunciar el hecho, sufrió maltrato en el regimiento, donde se le ordenó ir de la litera a los baños desnuda en punta y codo, además de ser increpada y agredida por la pareja del presunto agresor.

Ante esto, se le dio permiso a la joven para volver a Santiago desde el 16 de julio hasta el 2 de agosto, periodo de tiempo donde familiares fueron a Antofagasta para denunciar lo sucedido al general de División Rafael Fuenzalida, quien les aseguró que apartaría de sus funciones al agresor, cuestión que nunca sucedió.

En vista de esto, M.F.G aprovechó que estaba de franco para retornar a Puente Alto el 18 de agosto para nunca volver al destacamento, decisión que fue tomada por su familia, preocupada por su integridad, tanto emocional como física.

Frente a esto, el mayor Diego García envió una carta a M.F.G. donde le informaba que sería pasada a la Justicia Militar por el delito de “deserción” y de paso “dar inicio a su baja de la institución por la causal de incumplimiento de deberes militares, con nota de conducta mala y sin valer militar”.

La familia de la joven sostuvo que el ministro de Defensa, Alberto Espina, fue informado de la situación, pero aseguraron que “del ministro nosotros no esperamos nada, porque cuando la diputada(Jenny Alvarez) habló, él ya sabía del caso y recomendó no meterse”.