U. Católica campeón o el equipo que hizo frente a todo para levantar la copa

Veníamos de un año complicado para Universidad Católica, ya que después del bicampeonato tuvimos malos resultados en copas internacionales.

Mario Salas intenta con un juego de ataque, en donde se ve la falta clara de varios jugadores, entre ellos nuestro queridísimo Nico Castillo. La estrategia no resulta y la frustración resurge con un carácter creciente dentro de cada uno de los hinchas de la UC.

Llega el cambio de campeonato. Nueva oportunidad para jugarnos la vida durante 30 fechas, junto con la llegada de un español que cambia el estilo de juego privilegiando el control sobre todo. Aquí comienza un sueño, por el cual se lucho durante todo el año, en donde nos mantuvimos en la punta de la tabla a pesar del juego que incomodaba a tantos. El nivel técnico fue regular, los empates fueron varios y el nerviosismo era tremendo, pero aún así los jugadores salían a la cancha a jugar cada partido como si fuese una final y con su hinchada que nunca deja de alentar.

Comienzan a crecer las críticas que intentaron destruir al equipo completo, pero la unión del plantel y la presencia del hincha nos mantenía unidos durante el campeonato completo.

Nuevos referentes se destacaron este año, quienes se ganaron nuestro cariño por sobre todas las cosas. Dituro se gana el respeto de tantos, los juveniles el cariño de muchos y Luli Aued nos enamora con su infinita entrega partido a partido.

El domingo 2 de diciembre vuelvo a Temuco junto a mis dos hermanos. Vuelvo a una ciudad extraordinaria que me trae recuerdos de un bicampeonato, de un año dorado y de una de las mayores alegrías de mi vida. Nos recibe un estadio que nos tiene cariño y un equipo que representa a una región importantísima para nuestro país y para el pueblo mapuche. Vuelvo a vivir otra alegría y experiencia extraordinaria.

Esta fecha se consolida un cambio de paradigma. La UC gana 3 campeonatos de los últimos 5 realizados. Se sana una herida y se aprecia este campeonato que tiene un sabor distinto. Ganamos una copa despidiendo a un referente importantísimo para tantas generaciones. El capitán nos deja luego de 13 años, quedando como el jugador más campeón de católica, en donde solo nos queda agradecerle por todo lo que entregó hacia el club, hacia los hinchas y hacia el fútbol. Huaso querido, los cruzados jamás te olvidaran.

Gracias Beñat, gracias jugadores, gracias cuerpo técnico, gracias dirigencia, gracias hinchas y por sobre todo gracias a mi familia. Por todos ustedes y por mí celebro esta copa con una alegría que me remarca la franja en el corazón.