Curanilahue: tierra invadida, tierra explotada, tierra que sufre
Medely Cortés es Estudiante periodismo Universidad de Chile.
Para ti es más fácil explotar la tierra que vivirla. Llegaste con tu industria maderera a matar las comunidades de plantas que se acostumbraban a ver en Curanilahue. El hábitat de miles de animales fue destruido, ya no se puede prevenir la erosión de la tierra. Nos despojaste del bosque nativo que tan bien hizo a nuestros ancestros y ancestras. El extractivismo se te fue de las manos.
Curanilahue, comuna de la provincia de Arauco, en la Región del Biobío, se ha visto afectada por tu cultivo de pinos y eucaliptos. Si bien antiguamente el territorio se caracterizaba por las minas de carbón que rodeaban la urbe, ahora son tus forestales las que se han tomado la zona y modificaron la tierra que no siempre perteneció a las grandes empresas como tú.
Una tarde mi tía Nena me empezó a contar aquellas historias que tanto me gustan escuchar. A ella le encantaba cuando la familia entera se reunía. En pleno verano aprovechaban de ir a bañarse a La Cascada, eso hace 25 años o más. El riachuelo era el panorama perfecto para capear el calor con la rica agüita y las plantas que daban sombra. Pero adivina qué, el caudal de La Cascada disminuyó. Imagina la gran absorción de agua que significó tu monocultivo.
Las plantaciones de pinos colindan con el río, pero ojo que no sólo la corriente de agua fue afectada. La vegetación que había en el sector fue extraída para “evitar el riesgo de incendios”, explicó el actual alcalde de Curanilahue, Luis Gengnagel. Y cómo no, si tus plantaciones lo secan todo y más encima hay que protegerlas de un posible desastre. Hay que salvar esa vegetación foránea que invade y no deja crecer, esa que sólo alimenta el fuego al que tanto le tenemos miedo.
Cómo no te das cuenta que en los bosques nativos se genera el ecosistema perfecto entre comunidades de plantas y animales. Gracias a ellos se logra abastecer de agua a una comunidad evitando que los ríos desaparezcan o se vean contaminados. Y lo más importante, un bosque nativo es parte sustancial de la identidad territorial de las personas.
A pesar de todo esto, esa masa forestal ha disminuido considerablemente en la región del Biobío en las últimas décadas, y según datos de la Corporación Nacional de Fomento (CONAF), en 2016 fue la región con más superficie reforestada con especies de Eucalyptus globulus, Eucalyptus nitens, Eucalyptus gloni y Pinus radiata, chupadoras de agua por excelencia.
Igual no solo es culpa tuya, a ti desde la dictadura te ayudaron a matar la tierra. Si bien la disminución de bosques nativos comenzó con la minería del carbón, fue en 1974 cuando se comenzó a fomentar sin discriminación alguna las plantaciones de monocultivo. En ese año se aprobó el Decreto de Ley 701 que “fija régimen legal de los terrenos forestales o preferentemente aptos para la forestación, y establece normas de fomento sobre la materia”.
Así naciste tres años más tarde. Los grandes latifundios te fueron vendidos. Gobiernos de la derecha y de la concertación fueron tus cómplices. Ahora, la idea de ir a recoger avellanas, maqui, y murtilla es sólo un recuerdo que se comenta junto a un pancito amasado y la nostalgia de aquellos tiempos.
Para ti la tierra es un bien de mercancía, donde no importa si tus monocultivos alteran el balance hídrico de los ecosistemas. Tú, propiedad de la Sociedad Anónima Antar Chile. Tú, sustento de la familia Angelini. Tú, Forestal Arauco, te adueñaste de la geografía de Curanilahue y la destruiste legalmente a tu favor.