John McCloskey, sacerdote de la obra, fue denunciado en 2002. Tres años después, la agrupación católica indemnizó a la víctima con 997.000 dólares, pero no expulsó al clérigo.
El vicario general del Opus Dei en Estados Unidos, Thomas Bohlin, admitió que la Obra pagó en 2005 cerca de un millón de dólares (997.000) a una mujer que había denunciado al destacado sacerdote de la zona de Washington D.C., John McCloskey, por “conducta sexual inapropiada“.
El episodio ocurrió en 2002, cuando la agrupación católica recibió una queja por parte de una mujer que recibía asesoramiento en el Centro de Formación Católica en la capital de Estados Unidos. Según explicó Bohlin, el grupo consideró que la denuncia era creíble y desplazaron a McCloskey de ese centro.
La víctima detalló a The Washington Post que el religioso se aprovechó de ella durante sus encuentros pastorales, donde hablaban de sus problemas conyugales y su depresión severa.
Al respecto, la mujer dijo sentirse muy culpable por lo sucedido. “Amo el Opus Dei pero estaba atrapada en un encubrimiento – fui a confesarme pensando que había hecho algo para tentar a este hombre sagrado a cruzar los límites“, declaró.
En su comunicado, el vicario aseguró que la labor sacerdotal de McCloskey con mujeres quedó “muy restringida”. Aun así, el cura acusado, que actualmente tiene problemas de salud por un Alzheimer avanzado, sigue en funciones de la Obra aunque no le asignan actividades pastorales y necesita asistencia para su rutina diaria.
“Todos los acosos y abusos son aberrantes. Lamento mucho el sufrimiento que causó el padre McCloskey y ruego a Dios que lo cure”, agregó Bohlin, quien también informó que la organización sigue investigado si existen más denuncias contra el clérigo.