Néstor Cantillana: “El Gobierno está en deuda con el VIH. Es muy pechoño y a la sombra de la Iglesia”
El actor dejó de lado su rol en Pacto de Sangre para referirse a la contingencia, además de profundizar en temas políticos, como su intención de ver a Boric de Presidente.
“Sorpresivo”. Así definió Néstor Cantillana el premio del público que recibió la semana pasada en los Premios Caleuche 2019 gracias a su personaje en la teleserie de Canal 13, Pacto de Sangre. Allí da vida a Marco Toselli, un hombre violento que descarga sus frustraciones, celos e inseguridades con su pareja embarazada.
En conversación con El Dínamo, el actor abordó el efecto que ha tenido su rol en la producción nocturna, así como también el proceso que llevó a cabo para plasmarlo frente a las cámaras.
– ¿Cuáles fueron tus sensaciones al recibir, no solo el reconocimiento de tus pares en los Premios Caleuche, sino también el premio del público?
– Fue, primero, sorpresivo, porque en general el público no premia al que interpreta al malo, porque no es muy popular ser el malo, todo lo contrario. Así que me dio mucha sorpresa, gratitud… y como no tengo redes sociales, no tenía cómo esperarlo, por eso fue sorprendente y muy rico saber que tu trabajo es popular, que a la gente le gusta.
– Tu personaje ha ido revelando su verdadera cara: un hombre inseguro, celoso y violento. ¿Cómo fue la construcción?
– Desde el principio, antes que te pasen los capítulos, hay una cosa que se llama La Biblia y ahí se cuenta un poco el arco de los personajes. Ahí ya se hablaba que este tipo, Marco Toselli, era un tipo que tenía episodios violentos, que era un tipo muy fanfarrón, muy inseguro de sí mismo, muy ostentoso, bueno para la talla, florero de mesa. Pero detrás de todo eso escondía una inseguridad y que, en el fondo, había puesto gran parte de su energía, digamos, tenía este enamoramiento con su mujer como una especie de trofeo. Le costó mucho que ella se hubiera fijado en él, entonces esa inseguridad es lo que lo vuelve un tipo celoso y cuando las cosas se ponen cada vez más intensas, y cada vez empieza a sospechar de que su mujer podría estar engañándolo, esos celos se vuelven ya en una cosa enfermiza. La construcción del personaje fue súper concreta en relación al material que me entregaron en el texto.
– El guión ayuda en esto…
– Sí. Está tan bien escrita esta obra, es tan buena, que no tuve que hacer mucho más que interpretar y defender lo que estaba ahí en el papel. En general, cuando los guiones son más débiles, lo tienes que buscar por fuera, pero aquí era muy clarito el arco y la estructura del personaje.
– Reflejas una realidad que viven muchas parejas en nuestro país. ¿Buscas transmitir eso?
– Eso es lo que pretende el guión. Desgraciadamente en Chile y en el mundo existe la violencia contra la mujer. En las parejas casadas, donde hay niños de por medio o relaciones muy largas, les cuesta más a las mujeres que son maltratadas poder salir de esas relaciones tóxicas. Pero incluso en el pololeo ocurre esa violencia. Era uno de los desafíos del personaje, es horrible interpretar ese tipo de escenas y, por eso mismo, cuando leía el guión decía ‘puta, la gente me va a odiar por esto’, por eso me sorprendió el premio del público. Creo que la idea es reflejar ese tipo de conductas, porque, además, cada vez que Marco le pegaba a su mujer lloraba y se hacía la víctima. Promesas de que ‘nunca más’ y todas esas cosas. Es horrible, pero desgraciadamente es una realidad.
– El gobierno ha impulsado una agenda pro mujer que busca erradicar este tipo de conductas violentas, ¿qué te parecen las medidas adoptadas por Piñera?
– No he sabido mucho la verdad, quizás lo que todo el mundo sabe. Pero creo que cualquier impulso que viene desde el Estado para tratar de cambiar esa conducta es muy importante. Ese tipo de acciones, ese tipo de iniciativas tiene que partir en la primera infancia. Lo que sí creo que el Gobierno está en deuda con todo el tema del VIH, el que está totalmente disparado entre nuestros jóvenes. Hay muy poco control y no existe una campaña fuerte y decidida de parte del Gobierno para detener esto, todavía este Gobierno es muy ‘pechoño’, muy a la sombra de la Iglesia Católica. A esta altura no se le puede decir a los jóvenes que la mejor forma de no contraer el VIH es no teniendo sexo, porque eso es vivir en otro planeta. Yo espero que en ese punto, se pongan las pilas.
– Hace unas semanas expresaste tu intención de que Gabriel Boric llegue a ser Presidente. ¿Crees que el diputado está preparado para un desafío como ese?
– No creo que lo veamos en la papeleta en la próxima elección. Cuando yo hablé de él, hablé también de personas como Giorgio Jackson, la Camila Vallejo… es una generación de jóvenes que nos hicieron despertar en su momento con el movimiento estudiantil y dentro de ese ramillete, Boric es un tipo que me gusta por su consecuencia. Me encantaría, quizás, en un tiempo más. No tengo la ansiedad de verlo ahora tan pronto, porque no creo que tenga éxito ahora, hay que preparar el camino para poder llegar a un momento en que pueda haber ese tipo de presidente.
– ¿Cómo viste la polémica que se instaló con el tema de la polera de Jaime Guzmán y su reunión con Ricardo Palma Salamanca en Francia?
– Lo de la reunión creo que fue algo muy impetuoso, muy poco pensado, pero me parece bien. Está en todo su derecho de juntarse con él, conversar, creo que no tengo ningún problema, no lo puedo juzgar por eso. Lo de la polera de Jaime Guzmán es una estupidez, una tontera, él no se ha equivocado. Las personas son lo que son, no solo por lo que dicen sino por lo que hacen. Lo que ha hecho Boric en la vida pública, política, es mucho más que ese momento con esa polera. Es desafortunado, pero ya fue, no se puede crucificar en la plaza pública a alguien por algo así.
– ¿Podría el Frente Amplio llegar a ser gobierno?
– Me gustaría. Ahora hay que ver, se han agarrado tanto de las mechas. La política es muy jodida y a veces por legitimar una idea o una postura se es muy duro y, a veces, irracionalmente peyorativo con los que piensan distintos. Pero creo que el FA es una alternativa consecuente, interesante para mí. Tienen que seguir creciendo, no solo en edad, sino también en ideas, en profundidad y en consistencia para que de verdad puedan ser una alternativa para el país.
– Mariana Loyola aseguró que personajes como Patricia Maldonado debieran estar presos por sus dichos sobre Pinochet y la dictadura. ¿Compartes esa visión?
– Es su opinión, está bien, me parece perfecto que la exprese. Me da lata hablar de la Paty Maldonado, me parece muy poco interesante, pero realmente entiendo que es una persona que genera escozor. Es un personaje que me resulta antipático y creo que, claro, una cosa es tener una opinión política distinta, pero cuando ya los comentarios son del nivel de violencia y de alevosía y de fascismo, es súper violento. No sé si la mandaría a la cárcel, a que reflexione, no sé… ya es una señora mayor, qué le vas a hacer, es muy difícil cambiarle el switch. De que resulta violento, desagradable, sí.