Día 2 Lollapalooza 2019: No olvidar a los adultos
Un cañonazo energético que ratifica el esfuerzo de parte de la organización por contar con artistas de primer nivel en momentos precisos, además de generar comunión entre varios estilos musicales, estéticos y etarios.
La noticia de la tarde fue que Paloma Mami desbordó el Lotus Stage, fue imposible verla e inmiscuirse entre ese mar de gente que se codeaba para divisar a la chilena cuyo show estaba compuesto de cuatro canciones. Los medios hacían fila para entrevistarla y ahondar en los detalles de cómo logró convertirse en un fenómeno de masas sin siquiera haber publicado un disco y la audiencia que logró un espacio, tenía visibilidad nula debido a los miles de celulares que grababan a la morena cantando sobre bases.
El segundo punto destacable fue el tapabocas que les dio Américo a quienes creían que el hombre tras “Embrujo” no funcionaría entre el cartel que cada año se va urbanizando y dejando empapar por la diversidad de géneros. El ariqueño empezó con un mix de canciones que incluyó su versión de “Devuélveme a mi chica” de los españoles Hombres G. Acto seguido llegaron los grandes éxitos como “Que levante la mano”, “Te vas” y “Me enamoré de ti”, entre otros. El público, compuesto mayoritariamente por adultos, bailó, jugó con coreografías propuestas por el ex Alegría y gozó con el cover de Jorge González que cerró el show, “Esta es para hacerte feliz”.
Cinco horas antes el jazz fusionado con funk de Kamasi Washington arrancaba el otoñal día, con piezas que fueron extraídas del aclamado disco “Heaven and Earth” (2018) y una puesta en escena configurada por seis músicos más la vocalista Patrice Quinn, el show se transformó en una de los tesoros mejor guardados de la tarde. Después llegó el turno de los estadounidenses Portugal. The Man, otro acierto de la tarde; primero por su propuesta que ya acarrea más de siete discos y está compuesta de un rock pop sicodélico con pizcas de funk, segundo por los mensajes políticos y humanitarios que imprimieron en sus visuales. “No todos somos Chadwicks”, “Mi cuerpo es mi decisión”, “El agua JAMAS debe ser privatizada. No es un privilegio, es un derecho” y por último “Justicia para Camilo Catrillanca” fueron las frases que usaron para dejar de ser solo un show y entregar un punto de vista. Eso siempre se agradece.
El pop electrónico de Years & Years desató una fiesta bailable con alta convocatoria, la cual llegó a emocionar a su líder Olly Alexander, quien a pesar de montar un show donde no para de bailar, su voz se mantiene afinada y potente. Opuesto a lo que sucedió con Interpol, quienes instrumentalmente mantienen la fuerza, pero Paul Banks se muestra muy bajo de energía —apenas se mueve—, al igual que su voz que a ratos se pierde por completo.
La noche cerró con los incendiarios Twenty Øne Piløts, la dupla instaló un automóvil en llamas en medio del escenario y arrancaron encapuchados para arrojar su metal, mezclado con ska, reggae, hip hop y rock industrial. Esta es su segunda visita a Lollapalooza Chile y al igual que aquel debut en el 2016, el dúo encabezado por Tyler Joseph desplegó toda su teatralidad en el cierre de la segunda noche del festival.
Un cañonazo energético que ratifica el esfuerzo de parte de la organización por contar con artistas de primer nivel en momentos precisos, además de generar comunión entre varios estilos musicales, estéticos y etarios. Sin embargo, en el último punto, el etario, está al debe ya que ayer fue inevitable no extrañar una agrupación de peso destinada al público post 35 años.