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Actualizado el 25 de Noviembre de 2020

El bochorno de la ley de “Pronto Pago” a las PYMES

"¿Alguien pensó realmente que iba a funcionar? ¿Alguien creyó realmente que las grandes empresas necesitaban tener dos años para “adaptar” sus sistemas de pago a 30 días? ¿Y por qué a 30 y no a 10 o 15 días?"

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Jaime Undurraga M. es Abogado

¿Alguien pensó realmente que iba a funcionar? ¿Alguien creyó realmente que las grandes empresas necesitaban tener dos años para “adaptar” sus sistemas de pago a 30 días? ¿Y por qué a 30 y no a 10 o 15 días?

Con los sistemas computacionales de hoy día ¿Necesitan tanto plazo para adaptar sus prácticas comerciales y contables?

Siempre me llamó la atención, cuando se discutía esta ley, que se consideraba un enorme adelanto que se bajara de 120 o 60 días los pagos a proveedores por parte de las grandes empresas a sólo 30 días. Y las empresas proveedoras, en su mayoría PYMES ¿Por qué tenían que entregar la mercadería o prestar el servicio inmediatamente de acuerdo al contrato respectivo y esperar por el pago a esos plazos? ¿Era por falta de caja de las grandes empresas? ¿Por falta de posibilidades de crédito? ¿O por simples razones financieras para darle una “pasada” al dinero en el mercado antes de pagarle al proveedor?

Recién en aplicación esta “panacea” legal y ya se están cometiendo abusos por parte de las grandes empresas, por supuesto con las honrosas excepciones. Las grandes empresas se han cambiado inmediatamente a los 60 días que permite la ley por ahora, aunque antes hubieran estado pagando algunas a 30 días. El propio Presidente de la la Cámara Nacional de Comercio – Manuel Melero – declara que “la ley es un fracaso”. “Hay abuso de posición dominante” acusa el Presidente de la Multigremial Nacional de Emprendedores, Juan Pablo Swett. Además, ya está apareciendo otra práctica de las grandes empresas para con la PYMES, de prohibirles factorizar o hacer uso financiero de las facturas. Y todo esto a dos meses de promulgada la ley.

¿Qué no se previeron situaciones como estas en el proyecto de ley, tratándose de la clara asimetría existente entre grandes compradores y pequeños proveedores? ¿La directiva del gremio de las PYMES nunca visualizó estos aspectos?
No me extrañaría para nada encontrar en todas estas grandes empresas, una cantidad de declaraciones en pro del País, del emprendimiento, de la RSE; de Visiones y Misiones llenas de declaraciones rimbombantes respecto al trato justo con sus proveedores y otros “stakeholders”. Y, por supuesto, masiva asistencia a seminarios en Casa Piedra sobre Sustentabilidad y otros temas relacionados. ¿Realmente piensan los empresarios que van a mejorar su reputación con este tipo de prácticas? ¿Qué opinan los gremios empresariales?

Uno comienza a perder la capacidad de asombro ante la cantidad de chambonadas, mediocridades y frivolidad de los encargados de diseñar, estudiar y aprobar las leyes. El símbolo máximo de lo anterior es el concepto netamente chileno y eufemístico de “la ley corta”.

¿Por qué es un eufemismo? Porque se refiere a la manera rápida de salir provisoriamente de un problema de mal diseño legislativo; de una ley hecha a la rápida, o con insuficiente análisis, o con mínimo conocimiento de la materia a legislar. En otras palabras, cuando se trata de arreglar rápido una ley mal hecha. Entonces – casi siempre al borde del desastre – se ponen todos de acuerdo para sacar una “ley corta” que, en forma express permita salir del problema. Entonces se le da un nombre elegante a una solución parche para solucionar un papelón institucional. La definitiva, “la ley larga” se verá después.

¿Quién es responsable? Normalmente nadie “porque lo importante es solucionar el problema a la gente ahora y después veremos el tema de las responsabilidades”. Un después que normalmente nunca llega. Básicamente refleja una incapacidad de pensar en una “ley larga”; de pensarla bien; de discutirla en serio, para lo cual se requiere – además de conocimientos y de análisis a fondo – de una visión de país de más largo plazo que la próxima elección. Si ha pasado a ser un concepto incorporado normalmente a nuestro léxico político-jurídico es porque la cantidad de errores en la materia comienzan a ser cada vez más frecuentes.

La “ley corta” es un concepto más que refleja el acostumbramiento que estamos teniendo ante tamaña mediocridad. Y nadie es responsable porque “ahora estamos buscando la manera de solucionar el problema en forma rápida y no es el momento de pedir cabezas” dirán.

Por el momento vamos preparándonos para una Ley Corta sobre “Pronto Pago a las Pymes”

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