Bibliomóvil: la iniciativa que lleva la magia de los libros a los vecinos de la zona centro-sur del país
El proyecto, impulsado por Fundación Educacional Arauco, busca fomentar el gusto por la lectura en adultos y niños.
En Chile, tan sólo un 40% de la población afirma leer al menos una vez semana, es decir, un 19% menos que el promedio mundial, según el “Estudio Global GfK: Frecuencia en estudios de libros” que desarrolló la empresa de investigación GfK en 2017.
Y lo que es peor, únicamente un 1% de los adultos que tiene educación media completa en el país entiende lo que lee, versus el 7% promedio de la OCDE. Pero, ¿qué se puede hacer para mejorar tales cifras? Pues, ante todo, leer más.
Bajo este escenario, surge bibliomóvil, un Programa de Fomento Lector de la Fundación Educacional Arauco, el cual se sostiene en la convicción de que la educación y la cultura tienen un poder transformador al aportar libertad a las personas, equiparar sus oportunidades, contribuir a reducir la brecha de la pobreza y actuar como principal motor del país.
“Con el bibliomóvil estamos buscando promover el gusto por la lectura y fortalecer el hábito lector en los personas de aquellas localidades que por encontrarse literalmente más alejadas de los libros, dejan de beneficiarse de las bondades de los textos. Como Fundación estamos convencidos que la lectura promueve el desarrollo del pensamiento, de las emociones y de la imaginación. La lectura es fuente de aprendizaje y satisfacción”, afirmó Felipe Del Real, director territorial de la Fundación Educacional Arauco.
Siguiendo esta misma línea, es que la fundación desarrolla programas de mejoramiento educativo y cultural en comunas de las regiones del Maule, Ñuble, BioBío y Los Ríos, donde la compañía forestal tiene sus operaciones. Estos programas apoyan a la educación municipal y el acceso a la cultura para entregar mayores oportunidades, impactando positivamente a la fecha, a cerca de 100 mil estudiantes, 5 mil profesores y 570 escuelas.
Aterrizaje en Licantén
Ocho y media de la mañana. Patricio Núñez monta el bibliomóvil para recorrer la costa de Licantén. La colección de libros la dejó organizada la noche anterior, pues ya sabe el gusto de sus lectores. También sabe que se encontrará con dos cortes de camino a raíz de los trabajos de alcantarillado que se realizan en la zona y que estos lo harán estar detenido varios minutos. Pero eso no importa. La misión es una sola: llevar la lectura a los habitantes de Duao e Iloca, y el resto de la semana, a Idahue, Placilla, La Leonera, Los Junquillos, Lora y Huapi.
Y es que el propósito de bibliomóvil de Licantén, proyecto que además cuenta con el trabajo colaborativo de la Municipalidad local y de la Fundación La Fuente, es promover el acceso de la comunidad a la cultura y a una atractiva y variada oferta de más de mil 200 libros y que se suman a los ya existentes en la biblioteca municipal, totalizando cerca de 5.000 textos.
En Duao e Iloca, Patricio llega hasta la posta rural del sector. Pero eb otras ocasiones, son escuelas y sedes vecinales las visitadas. Y en cuestión de minutos arma una suerte de biblioteca en un rincón del pasillo central del establecimiento de salud, hasta donde llegan a atenderse vecinos de toda la costa licantenina, incluso de Lipimávida que pertenece a la comuna de Vichuquén.
Y así, entre página y página, ya van alrededor de cuatro meses de funcionamiento del bibliomóvil. A la fecha -según comenta Patricio- ya se han inscrito más de 200 vecinos como usuarios del Bibliomóvil. Incluso los propios funcionarios de la salud se dan tiempo para revisar los libros y pedir alguno para leer en casa.
El involucramiento de los vecinos en este proyecto es clave, pues se trata de un proyecto sólo tiene sentido si la comunidad participa. Así de claro lo tiene Diego Guerrero, presidente de la junta de vecinos de Lora, quien se esmera en entusiasmar a la comunidad a participar. “Es entretenido para que la gente pueda acercarse más a los libros, porque así como estamos hoy en día, nos hace falta más lectura y esto nos ayuda bastante”, sostuvo Diego.
Pero este proyecto del bibliomóvil va más allá de prestar libros: apunta a generar lazos. Y por lo mismo, esto viene de la mano con otras actividades como los talleres de escritura de la memoria que se están desarrollando en el sector de Iloca. Y Cristina Bau, escritora española, radicada hace más de cinco años en Curicó, es la encargada de guiar a un grupo de vecinos a expresarse mediante la lectura y la escritura.
“Me parece fantástico porque donde haya una biblioteca va a haber gente que se anime a leer. Así que si en este sitio no había tanta facilidad y accesibilidad para los libros, fantástico que Patricio esté llevándolos a la puerta de tu casa, y para que no haya excusa para no leer”, expresó la escritora valenciana.