Amazonía: Problemas respiratorios, días sin sol y sequía entre las consecuencias de los incendios
"Es probable que los efectos a largo plazo sean más catastróficos. A muchas especies les resultará difícil sobrevivir en un ecosistema cuyas bases se han visto modificadas", aseguran los especialistas.
Hasta la fecha se contabilizan miles de nuevos incendios en la Amazonía en las últimas horas. Mientras distintos aviones del Ejército de Brasil surcan las extensas áreas afectadas y la ayuda millonaria del G7 se entrampa por problemas políticos, las nefastas consecuencias a mediano y largo plazo aumentan.
La ciudad de Porto Velho, capital del estado de Rondonia, está ubicada en el corazón de la selva brasileña y los efectos ya se dejan sentir. El sol no llega a verse claramente en ningún momento del día, ya que una persistente neblina cargada de humo recuerda constantemente la masacre que están viviendo, según informó un reporte del medio argentino La Nación.
Debido al tóxico humo que respiran, los pobladores se han transformado en potenciales “fumadores pasivos”, disparando los problemas respiratorios. Por su cercanía con el fuego, relata el mismo informe, la ciudad sufre de un calor sofocante que complica cada vez más la calidad de vida de sus habitantes.
El bosque de la Amazonía es esencial para la vida en la planeta, ya que absorbe más de 1.000 millones de toneladas de dióxido de carbono, acción vital ante el calentamiento global. Precisamente, una de las consecuencias más graves de los devastadores incendios será el impedimento de la regularización de los gases que producen el efecto invernadero.
La destrucción del Amazonas es la desaparición del ecosistema
Según informa National Geographic, la destrucción de la Amazonía es una amenaza para el futuro de la humanidad, ya que el bosque tropical alberga una de cada diez especies de la Tierra.
Para las miles de especies de mamíferos, reptiles, anfibios y aves que habitan la Amazonía, las consecuencias de los incendios forestales vendrán en dos fases: una inmediata y otra a largo plazo, pero todos sufrirán sí o sí los dramáticos efectos.
William Magnusson, investigador especializado en supervisión de la biodiversidad en el Instituto Nacional de Investigaciones de la Amazonía, indica que esa zona “no había ardido así en cientos de miles o millones de años. En los últimos años, la selva amazónica se ha visto afectada por una cantidad creciente de incendios provocados por humanos que ponen en peligro el ecosistema. La selva no está preparada para el fuego”.
“Es probable que los efectos a largo plazo sean más catastróficos. A muchas especies les resultará difícil sobrevivir en un ecosistema cuyas bases se han visto modificadas”, sentenció.