Fracasos y polémicas: los pasos de Maradona como entrenador en la liga argentina
El nuevo DT de Gimnasia dirigió a Mandiyú y Racing mientras cumplía su sanción por doping. En ambos elencos salió de mala manera sin cumplir con sus objetivos.
“Si un avión se cae y están Maradona y el ‘Turco’ García, ¿quién se salva? Se salva Racing”. Así se bromeó durante el año 1995 con el trabajo del ’10’ como entrenador de la Academia, en una cadena de desafortunados acontecimientos que sumaron pésimas experiencias dirigiendo en la liga de su país.
Por lo mismo, la reciente incorporación del campeón del Mundo en México 86 a Gimnasia y Esgrima de La Plata podría ser una verdadera revancha con la Primera División del fútbol trasandino.
El Lobo de la ciudad platense está en una complicada situación en la tabla, por lo que el ‘Pelusa’ debe hacer todo lo posible para no descender a la Primera B Nacional (segunda división). Lamentablemente, sus antecedentes en en la dirección técnica de equipos de la liga local no terminan con el cumplimiento de los objetivos.
Mandiyú y la alternativa al castigo
Tras su polémica participación en el Mundial de Estados Unidos en 1994, el astro del mediocampo albiceleste tuvo que enfrentar las consecuencias de haber dado positivo en un control de doping. Debido a esto estuvo 15 meses fuera del fútbol como jugador.
Pero a Maradona no le ‘cortaron las piernas’ del todo, ya que podía seguir ligado al fútbol como entrenador. Fue ahí donde apareció el Club Deportivo Mandiyú, un equipo de la ciudad de Corrientes, al interior del país, que estaba luchando por permanecer en la División de Honor.
De la mano de Roberto Cruz, un diputado justicialista amigo de Carlos Menem y Eduardo Duhalde, el volante de entonces 34 años asumió el mando de la institución, que tenía a Sergio Goycochea y al paraguayo Guido Alvarenga como individualidades más destacadas. Al no tener título de DT, tuvo que sentarse en la tribuna y dejar a Carlos Fren en la banca.
El primer partido de Maradona como entrenador de Mandiyú fue el 9 de octubre de 1994 y terminó en derrota 2-1 ante Rosario Central. Desde ahí vino una ola de malos resultados: un triunfo (3-0 a Gimnasia de Jujuy), seis empates y cinco derrotas. Se fue el 6 de diciembre de ese año en medio de complicaciones por los pagos de los sueldos del plantel.
El objetivo del equipo de no descender falló, ya que el equipo se fue a segunda división al final de la temporada. Finalmente cayó en una decadencia absoluta que lo llevó al fútbol amateur y a la desaparición para reaparecer en otra institución llamada Textil Mandiyú.
“Nos fuimos de Mandiyú con unas ganas enormes de seguir trabajando, pero no pudimos hacerlo. Cruz (el presidente) se metió en el vestuario y, en el vestuario, mando yo”, expresó Diego tras su salida.
El desafío de Avellaneda
Luego de su primer fracaso Maradona encontró una nueva oportunidad como entrenador, esta vez en Racing de Avellaneda. Al igual que en Corrientes, el ’10’ recibió la invitación de Juan De Stéfano, un reconocido adherente peronista, para integrarse al equipo.
Con un plantel de mayor renombre, el entrenador tenía la misión de subir el nivel del equipo para hacerlo pelear por cosas grandes. Debutó con Independiente -el clásico rival- dejando una pobre estadística a lo largo de once encuentros (2 partidos ganados, 6 empates y 3 caídas).
El paso del mediocampista por la Academia tuvo momentos polémicos y algunos de gloria. Durante un encuentro de Ferro Carril Oeste le levantó el dedo a parte de la hinchada, fue expulsado por echarle agua a un juez de línea y celebró una victoria contra Boca Juniors, el equipo de sus amores.
La aventura de Maradona como DT terminó momentáneamente a mitad del año 1995. Aunque él pretendía seguir en Racing como jugador, las cosas no se dieron y el volante se vistió nuevamente de corto con la camiseta del equipo ‘xeneize’, donde se retiró en 1997.
