El progreso de Chile: una respuesta a Maza y Mujica
El expresidente Mujica desconoce que en Chile un 80,1% de los estudiantes completan la Educación Secundaria, porcentaje bastante superior al 29.8% que lo hace en Uruguay.
Tomás Bengolea L. es Presidente de Fundación ChileSiempre.
En los últimos días hemos escuchado declaraciones realmente sorprendentes respecto a la realidad chilena, que han generado polémicas en el debate público e incluso han llevado a algunos a preocuparse gravemente por la supuesta “mala imagen” que existe sobre Chile.
El líder izquierdista uruguayo José Mujica señaló que “no quieren ser un país como Chile”, mientras el científico José Maza sostuvo que “en Chile, la gente dueña del país no ha querido que el campesino piense”, tras comentar que “mis padres no tuvieron que pagar nada por mi educación, porque en ese tiempo la educación era gratis. Ahora, en cambio, no se les dan oportunidades a los niños” (Entrevista en El País, 19 de septiembre de 2019).
Estas declaraciones hechas, en un caso, por el expresidente frenteamplista de Uruguay y reconocido admirador del dictador cubano Fidel Castro; y por el premio nacional de Ciencias del año 1999, que ha estado en el centro del debate político en las últimas semanas por despreciar a los seguidores y votantes de quienes políticamente no son de su agrado, constituyen una gran oportunidad para observar la realidad social de Chile, apreciar los grandes avances de las últimas décadas y cuestionar así los desafortunados comentarios de estos personajes.
La frase de Mujica resulta curiosa. Al comparar la realidad chilena con la uruguaya en la actualidad, diversos indicadores dan cuenta de la buena situación de Chile: es el país con menor tasas de homicidios de América Latina (la mitad cada 100.000 habitantes que Uruguay), como bien reflejan los informes de la ONU; menor tasa de suicidios; Chile tiene la menor tasa de mortalidad materna de la región y la mayor esperanza de vida. Curiosamente, el tema particular que tanto Maza como Mújica cuestionaron sobre Chile fue la educación y la realidad de los estudiantes de nuestro país.
El expresidente Mujica desconoce que en Chile un 80,1% de los estudiantes completan la Educación Secundaria, porcentaje bastante superior al 29.8% que lo hace en Uruguay, según los datos que arroja el Banco Iberoamericano de Desarrollo. Por su parte, Maza señala que en su época la educación era gratis y “sus padres no debieron pagar nada”, pero no señala que uno de cada dos niños sufría desnutrición y que prácticamente la mitad de la población vivía bajo la línea de la pobreza a mediados del siglo XX, entre otras prioridades sociales que han sido abordadas con éxito en las últimas décadas a través de políticas públicas e instituciones que han sacado de la pobreza a millones de chilenos y ubican a Chile como el país de más altos ingresos en América Latina, en los marcos de un Estado subsidiario y un modelo de economía social de mercado.
A su vez, ambos desconocen los grandes avances que Chile ha experimentado en temas de educación. No sólo se han logrado grandes avances en cobertura escolar, sino además en educación superior. Si en el año 1990 sólo 200.000 estudiantes accedían a la educación superior, hoy son aproximadamente 1.200.000 los que ingresan a las universidades, centros de formación técnica e institutos profesionales a lo largo del país. Sumado a esto, 7 de cada 10 de los alumnos que están en la educación superior son las primera generación de sus familias en alcanzar este nivel de estudios.
Seguramente el expresidente Mujica y el científico José Maza conocen esta información. Son personas inteligentes y que han ocupado posiciones importantes. Harían bien en reconocer los grandes avances sociales que ha logrado Chile en los últimos cuarenta años, pero hablan motivados por sus ideologías y un raro desprecio hacia el progreso. Los datos y evoluciones mencionados anteriormente son sólo algunas estadísticas que permiten comprender porqué Chile es hoy uno de los países líderes de la región, y además –como expresó el ranking anual de la ONU–el país más feliz de Sudamérica, aunque sin duda tiene muchos desafíos pendientes. Sin embargo, para hacerse cargo de ellos debemos partir por conocer la historia y reconocer los logros alcanzados. Adicionalmente, debemos trabajar duro, para que todos en nuestro país tengan más y mejores oportunidades