De Bagdad a Santiago: el nuevo nuncio que busca poner orden en la iglesia chilena

Fue el 16 de noviembre de 2015 cuando Alberto Ortega Martín llegó a Bagdad para asumir su cargo como nuevo nuncio apostólico en Jordania e Irak, apenas dos semanas de hacerse público su nombramiento. Ese día fue recibido en el aeropuerto internacional por un grupo de religiosos y políticos de una zona donde menos del 5% de la población es católica.

Hoy, cuatro años más tarde, vuelve a trasladarse. Esta vez a Santiago de Chile para asumir la nunciatura en Chile, un país donde cerca del 55% de la población se declara católica, una cifra que ha ido disminuyendo en los últimos años marcados por los escándalos de abuso al interior de la iglesia chilena.

Doctor en Derecho Canónico, Ortega será el encargado de continuar la gestión del cuestionado Ivo Scapolo, quien desde 2011 era el representante del Vaticano en Chile y quien debía recibir las denuncias de abusos cometidos por sacerdotes de la iglesia chilena y, de igual manera, informar respecto de ellas ante el Papa Francisco.

Miembro del servicio diplomático de la Santa Sede desde el 1 de julio de 1997, el español Ortega participó en las representaciones pontificias en Nicaragua, Sudáfrica y Líbano antes de asumir la nunciatura en Medio Oriente, donde estuvo los últimos cuatro años. Su primera actividad oficial como autoridad eclesiástica en Irak y Jordania fue en el Campamento de Refugiados Virgen María, en Bagdad, a un solo día de haber llegado.

Ortega debió enfrentar además la presencia del Estado Islámico en dicho territorio. En un encuentro en Valencia, en 2017, el nuncio detalló la vida de los cristianos en zonas dominadas por ISIS: “Los cristianos debían convertirse al islam, pagar un impuesto y mantener las propiedades, o marcharse. La mayoría se fueron perdiéndolo todo y, al regresar, han encontrado sus casas y propiedades destruidas y quemadas, lo cual es muy duro”.

Trabajo en Chile

La tarea que deberá realizar el nuevo nuncio apostólico será, entre otros, restaurar la confianza en la iglesia chilena luego de los escándalos de abuso sexual. En ese sentido, el académico y experto en temas eclesiásticos, Marcial Sánchez, aseguró estar “esperanzado” con la llegada del español a Chile.

“Es una persona que se vio enfrentada a realidades donde había que hacer una definición. Además, está preparado académicamente, conoce todo el derecho, lo que es muy importante ya que muchos de los casos de denuncias pasan por la nunciatura”, explicó Sánchez a El Dínamo.

“La primera prueba de fuego que tendrá el nuncio es cuando llegue. Este hombre es como la miel y van a llegar abejas y abejorros. Él tendrá que ser capaz de entender la realidad de lo que está pasando y que muchas de esas abejas solo quieren succionar la miel y a él como lo hicieron con Scapolo. Van a quedar bien con él“, agrega el experto.

Para el historiador, el nombramiento de Ortega destrabará la situación en siete arzobispados del país que aún no tienen obispo. “Hoy hay administradores que fueron obispos auxiliares de Santiago de Ezzatti. Ellos quieren probablemente ser obispos. Eso dependerá de este nuncio. Y hay algunos que creo no deberían continuar. Estos son las abejas y abejorros”, dice Sánchez, recomendándole a Ortega juntarse primero con víctimas de abuso, laicos e intelectuales para armar un paneo de lo que pasa en Chile.