Qué pasó en Argentina cuando congelaron las tarifas eléctricas
En el país vecino algunas de las consecuencias más evidentes fueron la baja considerable de las cuentas de la luz, pero también el deterioro del servicio que llevó a sus habitantes a sufrir cortes prolongados.
El 22 de octubre el Presidente Sebastián Piñera dio a conocer una serie de iniciativas en el marco de las demandas de la ciudadanía que han motivado las últimas manifestaciones, entre ellas un proyecto de ley que busca el congelamiento de las tarifas de las cuentas de la luz.
Específicamente, el mandatario planteó la creación de un mecanismo de estabilización de las tarifas eléctricas, el cual permitirá anular la reciente alza de un 9,2% de la electricidad. Con ello, se podrá volver al valor que tenían las tarifas eléctricas durante el primer semestre de este año.
“Pondremos en marcha un mecanismo de estabilización que permitirá adelantar la baja de tarifas que se esperaba a partir del 2021 producto del ingreso de las energías renovables, y neutralizar el efecto del dólar. Con ello podremos aliviar la carga para las familias chilenas”, explicaba tras el anuncio el ministro de Energía, Juan Carlos Jobet.
De esta manera, por ejemplo, si la cuenta mensual de electricidad de una familia era de $23.176, con las recientes alzas ésta subió a $25.308. Pero, gracias al nuevo mecanismo, el recibo de la luz volvería a ser de $23.176.
Esta iniciativa ya fue aprobada en general y en particular por la Comisión de Minería y Energía del Senado durante la jornada de este lunes, y por lo tanto, el proyecto está listo para pasar a Sala y luego ser despachado como ley.
Argentina, el referente más cercano
Cuando se habla de un “mecanismo de estabilización de tarifas”, el referente más cercano resulta ser Argentina, un país donde de la mano del Kirchnerismo (2003-2015) se contó con algunas de las cuentas de servicios más bajas del mundo, como fue sucedió en el caso del gas, el agua y la electricidad.
En un principio, el congelamiento de tarifas se había aplicado con el fin de aliviar las consecuencias derivadas de la crisis de 2001. Sin embargo, la medida se extendió más allá de la emergencia, incluso luego de que país se recuperara en 2003 gracias a los precios récord de las materias primas.
“En Argentina hubo un congelamiento de tarifas, pero el Gobierno subsidiaba la tarifa. Entonces, eso primero produjo un incremento en el consumo que fue extraordinario y también hubo un freno a la inversión, es decir, que la oferta no creció al mismo ritmo que la demanda”, relató a EL DÍNAMO el economista argentino Guillermo Paraje, profesor de la Escuela de Negocios de la Universidad Adolfo Ibáñez.
Además, “eso llevó a que la calidad del servicio fuera inferior a lo que era anteriormente, sobre todo en verano donde hace mucho calor en la parte norte y en la parte central de Argentina todo el mundo tenía aire acondicionado, todo el día prendido, había realmente un consumo excesivo que no estaba regulado por precio, el precio no actuaba como un freno a ese consumo. Y ciertamente al tener la tarifa congelada, las empresas no tenían ningún tipo de incentivo a incrementar la oferta”, explicó Paraje.
En el caso chileno el subsidio no será estatal, pues serán las empresas generadoras las que asuman momentáneamente tal costo. “Lo que ocurre aquí es que las empresas eléctricas en vez de cobrar el alza hoy día no la cobran, y en el futuro, cuando los contratos estipulan bajas se van a ir devolviendo esos saldos (a las empresas) para mantener las tarifas estables en el tiempo”, detalló el ministro Jobet.
De hecho, este último punto ha sido uno de los más cuestionados por parte de las pequeñas y medianas generadoras, desde donde se apuntaba a que actualmente no cuentan con la capacidad financiera para asumir dichos costos. La respuesta del Ministerio de Energía llegó este lunes y fue a través de la fijación de un “techo” al costo financiero que tendrán que asumir las empresas generadoras.
Congelamiento versus subsidios dirigidos
Si bien en aquellos años los argentinos disfrutaron de muy bajos precios en cuanto a la electricidad, lo cierto es que también se vieron afectados por prolongados cortes de luz, a causa del deterioro del servicio. Pero además de aquello hubo otro tema en cuestión: ¿es justo un congelamiento de tarifas dirigido a toda la población o es mejor un subsidio orientado a las familias más vulnerables?.
Y es que, según relató Paraje, “una parte que tuvo esa política es que se congelaron las tarifas para toda la población, con los cual los ricos y los que tienen una mayor capacidad de pago terminan pagando lo mismo que los pobres que tienen una menor capacidad de pago. Entonces, al ser una política universal es bastante injusta. Gente con muchos ingresos con casas enormes en zonas sumamente caras terminaba pagando lo mismo que gente que estaba en barrios humildes con casas pequeñas, lo cual me parece no es el sentido o lo que se busca con ese tipo de políticas, donde lo que uno quiere es ayudar al sector que no tiene capacidad de pago”.
En esa línea, el docente de la Escuela de Negocios de la UAI recomendó que “lo que podría considerarse son subsidios a la demanda específica, no a nivel poblacional como se hizo en Argentina. Esto porque -además- Argentina al ser un país federal, hay algunas provincias que tienen sus propios sistemas de generación, en donde se paga más que en capital. Entonces, un pobre de una provincia de Córdoba, por ejemplo, terminaba pagando más que un rico de Buenos Aires”.
De igual forma, Paraje hizo hincapié en que “primero, la gran diferencia entre el caso argentino y el chileno, es que en el caso argentino estamos hablando de tarifas que se atrasaban 20% o 30% por año durante casi 10 años. Entonces, no hay mecanismo de estabilización que aguante. Eso genera severos problemas”.
Para el economista, si “los mecanismos de estabilización son para alzas pequeñas yo creo que pueden funcionar, pero van a ir a lo mejor atrasando la tarifa. En general, lo que los economistas creemos -algunos al menos- es que uno debiera dejar que el precio refleje los costos de producción, si suben los costos esto sube ,y eso debiera estar reflejado en el precio. Pero a las familias que tengan problemas, como en las regiones en que haya problemas para pagar esas alzas, se podría dar un subsidio a la demanda, es decir, a hogares específicos, pero no a nivel poblacional”.
Finalmente, y con respecto a la implementación de mecanismos de estabilización, Guillermo Paraje señaló que “a lo mejor como medida de corto plazo puede ser adecuada, pero como medida de largo plazo no. Yo creo que hay que moverse hacia otras medidas, y de todas maneras hay que considerar el costo que tienen, a veces algunas de ellas no son fáciles de implementar y son costosas. Ahora, en el caso de la electricidad es un servicio que es utilizado por toda la población y eso también hay que considerarlo. No es subsidiar el transporte público que a lo mejor es utilizado por un grupo de la población específico. Entonces, dado que es utilizado por toda la población, cualquier mecanismo que contemple la tarifa y que enfrenta a toda la población puede generar estas distorsiones al interior de los grupos”.