Heridos en protestas: los relatos de una manifestante y un carabinero
Durante las protestas de las últimas semanas se han registrado un alto número de manifestantes y funcionarios policiales heridos.
El Departamento de Derechos Humanos del Colegio Médico entregó una cifra reveladora a 10 días del estallido social: aseguró que más de 100 personas han sido tratadas por traumas oculares provocados por los elementos que usan las Fuerzas armadas y de Orden durante las manifestaciones y posteriores desórdenes.
“Lo más grave de esto es que es provocado por agentes del Estado”, destacó el presidente del departamento, Enrique Morales, además de llamar a “parar esta situación. Si las personas se ven afectadas por esto, tienen que interponer las acciones legales correspondientes”.
Esquirlas de una lacrimógena
Entre el centenar de manifestantes lesionados por balines de las fuerzas policiales está Natalia Aravena, quien el pasado domingo 27 de octubre se encontraba en camino a juntarse con unos amigos para asistir a una marcha, cuando fue alcanzada por una bomba lacrimógena lanzada por Carabineros.
“Atravesé la Alameda y caminé por Alonso de Ovalle para llegar a Paseo Bulnes, donde me encontraría con mi amigo. Al llegar a Nataniel Cox, donde había gente manifestándose pacíficamente, pasó un guanaco con pacos que venían corriendo muy rápido. La gente comenzó a correr hacia atrás, pero como eran tantas personas no había para dónde escapar”.
“Seguí caminando por Alonso de Ovalle y vi que había carabineros escondidos detrás de una micro. Pasé y cuando miré, para ver si venían hacia mí, sentí el estallido típico de cuando tiran la lacrimógena y me cayó justo en el ojo”, relató.
Natalia contó a EL DÍNAMO que tras recibir el impacto fue ayudada por un joven que se encontraba en el lugar, quien le brindó primeros auxilios al interior de un negocio del sector.
“Me agarré la cara y no pude seguir caminando, porque quedé un poco aturdida (…) me llevaron a la Posta Central, me tomaron unos exámenes y me mandaron al Hospital del Salvador, porque allá tienen la unidad de trauma ocular, pero me dijeron que no convenía que me atendieran ahí por mi isapre y que ellos consideraban que lo mío no era de una resolución inmediata, porque no era algo que se podía curar así como en ese momento”.
“Me derivaron a la Clínica Indisa. El pronóstico fue siempre malo. Hubo un estallido ocular, todo el interior del ojo estaba hacía afuera, entonces me programaron una cirugía para poder explorar lo que había que limpiar y suturar. Después de la cirugía me informaron que suturaron párpado que estaba con un corte y la córnea que se me desprendió del ojo (…) todavía tengo un coágulo grande que necesitan que se absorba para poder ver si lo que está dentro del ojo es viable o no”.
La joven, que se desempeña como enfermera en una clínica psiquiátrica, aseguró que “lo más probable es que haya habido desprendimiento de retina y que ya no es mucho lo que se puede hacer. La mejor opción es que puedan lograr tener un rango de visión muy bajo, pero lo más probable es que me tengan que sacar toda la estructura interna y poner una prótesis”.
“Apenas sentí el impacto lo primero que pensé fue era otra más, otro caso más (…) cuando el cabro que me ayudó me estaba limpiando le pregunté cómo se veía la herida y me dijo: ‘No amiga, siendo sincero, no creo que esto tenga un buen futuro porque se ve mal”.
Al ser consultada sobre si tomaría acciones legales por la situación, Aravena detalló que su testimonio fue tomado por personal del Instituto Nacional de Derechos Humanos y que ellos la asesorarán con los pasos que debe seguir.
“Yo no me siento ni culpable, ni me arrepiento de nada porque lo único que hice fue salir a gritar mi descontento y a decir lo que me parecía injusto, y me atacaron con un arma. La culpa no fue mía, fue de ellos (carabineros), porque ellos son los que están actuando contra la ley (…) yo con eso estoy super tranquila, sé que estoy haciendo las cosas bien y que estoy peleando por causas justas también”, concluyó.
“Era mucho el dolor”
Con heridas de gravedad también resultó el cabo primero de la 64 Comisaría de Paine, Carlos Tapia, quien relató que fue agredido el pasado 20 de octubre, cuando se encontraba conduciendo un retén móvil de la institución.
“Salí con el piquete porque había manifestaciones en las calles Prieto con Baquedano. Dejé a mis colegas ahí y me di la vuelta mientras ellos procedían, cuando ya la calle estaba vacía volví a buscarlos y cuando voy llegando a un pasaje aparece una turba de a lo menos 50 manifestantes y empiezan a tirar piedras”, contó visiblemente afectado.
“Se quebraron los vidrios y posterior a eso seguían tirando piedras, que no eran pequeñas, y una me impactó en el brazo (…) me seguí cubriendo y traté de ver cómo podía salir de ahí”.
El uniformado señaló que durante el ataque perdió por algunos minutos el conocimiento, por lo que auxiliado por los mismos Carabineros que debía ir a buscar a la manifestación, quienes lo trasladaron hasta el Sapu de Paine y posteriormente al hospital de Buin.
“Se me cayó el hombro porque ya no tenía más fuerza en mi brazo, producto de todos los golpes y las piedras que me tiraba la gente (…) era mucho el dolor, no sabía lo que me pasaba. El doctor vino, me hizo radiografías y me pudo contar que tenía una fractura en mi codo”, detalló el cabo primero.
“Un colega que estaba conmigo en ese procedimiento y fue testigo de mi lesión, tomó contacto con el Hospital de Carabineros, pero no me podían trasladar en ambulancia porque a esa hora estaban todas las protestas, todos lanzaban piedras, entonces era imposible llegar bien a Santiago”.
Tapia relató que finalmente fue trasladado en helicóptero hasta el Hospital de Carabineros, donde lo operaron. “Me pusieron unos fierros para bloquear un poco el brazo, posteriormente me volvieron a operar y me pusieron platino y tornillos al interior de mi brazo”, contó el funcionario, a quien le espera una larga recuperación.
“No sé qué irá a pasar. Quiero recuperarme rápido, mi familia también sufre, porque ellos se involucran en el tema de los que es la institución (…) que mi hijo de seis años vea que su papá está lesionado y vea que personas lo lesionaron”, concluyó el carabinero.