Los desafíos que la COP25 oficializó en la industria gastro/alimentaria
Según la organización Water Footprint Network se necesitan 389 litros de agua para generar tan solo un kilo de paltas y Chile es uno de los más importantes productores de este fruto en el mundo.
Rodrigo Aljaro es Gerente General de Grupo Gourmet
Tras lo acontecimientos de la COP25, se declararon importantes desafíos que las diferentes industrias deben enfrentar, pero la ligada a la alimentación fue una de las fuertemente cuestionadas, no solo por las políticas y metodologías de las empresas, sino también por el consumo y hábitos de las personas.
Lo que se declaró es que todos las personas que viven en el planeta son responsables por la necesidad de reducir las pérdidas y desperdicios, también por los recursos que se utilizan para producirlos.
Un ejemplo real es el cultivo de paltas, ya que según la organización Water Footprint Network se necesitan 389 litros de agua para generar tan solo un kilo y Chile es uno de los más importantes productores de este fruto en el mundo.
El agua escasea, el hambre y la basura aumenta, el cambio climático es innegable, por lo tanto, cada vez se generan más esfuerzo para producir un alimento que antes necesitaba menos recursos, y trae como consecuencia el gran desafío de modificar o terminar el ciclo, para que el planeta tenga más oportunidades de mejorar y al final al cabo sobrevivir con él.
Pero, ¿cómo llevamos a la vida diaria de las personas estos desafíos? Planificar un menú semanal es primordial, ya que calcular las cantidades adecuadas y los elementos que necesitarás, favorecerá la disminución de los desperdicio o que en el peor de los casos se pudra los alimentos.
Almacenar adecuadamente los alimentos y consumir lo que tengan fechas más cercanas a expirar. Refrigera los alimentos sobrantes y utilizar la creatividad para preparar nuevos platos o crear un sistema de compostaje para los residuos.
Pero esto es una industria, en consecuencia, debe generar ganancia, y es importante que los compradores elijan alimentos que sean más saludable no solo en sabor, sino también en composición que provengan de productores que se preocupe de la calidad de los alimentos, asegurando que las materias primas se extraigan con mayor conciencia.
Nuestro compromiso debe ser dejar la teoría y comenzar la acción, para esto el compromiso debe ser de todos quienes componen el país.
Claramente el Estado tiene el deber de priorizar los temas asociados al medio ambiente y alimentación, exigiendo a las empresas estándares más sustentables y premiar, a quienes lo merezcan con el fin de potenciar y asegurar el futuro de todos los que vivimos en este país y en la tierra.