The New York Times: trolls rusos aumentaron durante las protestas en Chile
Según plantearon diplomáticos de alto rango, lo que busca Rusia en Sudamérica, “parece estar dirigido a provocar la disidencia en los estados que han exigido la renuncia de Nicolás Maduro en Venezuela”.
Funcionarios del Departamento de Estado aseguraron en un artículo del The New York Times, que en Chile, casi el 10% de los tuits que apoyaban las protestas que se iniciaron el pasado 18 de octubre, se originaron en cuentas de Twitter que estaban vinculadas a Rusia.
Y no solo en nuestro país, si no que en países como Bolivia y Colombia -donde también se registraron masivas manifestaciones- las cuentas vinculadas a Rusia publicaron mensajes similares con 90 minutos de diferencia.
Con esto, y tras monitorear el tráfico de Twitter con miras a actividades malignas, como la proliferación de páginas falsas y cuentas de usuario o contenido que se dirige al público con mensajes divisivos; se concluyó que estaba en marcha una campaña rusa para influir en dichos países, lo que evidencia “una guerra de desinformación global que es más insidiosa y eficiente que la propaganda tradicional de años pasados”.
“Estamos observando un pulgar en la balanza”, dijo Kevin O’Reilly, subsecretario adjunto de Estado que supervisa los problemas en el hemisferio occidental. “Ha hecho que las resoluciones normales de disputas de una sociedad democrática sean más contenciosas y más difíciles”, agregó.
Según plantearon diplomáticos de alto rango, lo que busca Rusia en Sudamérica, “parece estar dirigido a provocar la disidencia en los estados que han exigido la renuncia de Nicolás Maduro en Venezuela”.
Anteriormente, funcionarios y expertos aseguraron que las campañas de influencia rusa en las redes sociales han alterado las elecciones en Estados Unidos y Europa, sembrando un sentimiento antioccidental y las noticias falsas en África, e inspiraron a China e Irán a adoptar tácticas similares contra manifestantes y adversarios políticos.
A pesar de ello, no está claro qué tan efectiva fue la campaña de influencia vinculada a Rusia a través de Twitter. De hecho, desde el mismo Departamento de Estado indicaron que la mayoría de las publicaciones relacionadas con protestas en Twitter y otras plataformas parecían ser legítimas.
Rusia está “desempeñando un papel geopolítico en este hemisferio contra lo que consideran su principal enemigo: Estados Unidos”, dijo Carlos Vecchio, el enviado venezolano en Washington que representa a la oposición venezolana.
“Es crucial que la comunidad internacional comprenda que Rusia se ha convertido en un aliado importante para apoyar a Maduro, y tenemos que lidiar con esto”, agregó.
Las campañas de influencia de las cuentas de Twitter vinculadas a Rusia en América del Sur “son elementos indirectos para conquistar la influencia de los Estados Unidos o las democracias liberales”, dijo otro experto, Javier Lesaca Esquiroz, investigador visitante de la Escuela de Asuntos Internacionales y Públicos de Universidad de Columbia.
“En algún momento, podemos decir que esta es la continuación de la Guerra Fría que nunca terminó”, añadió Esquiroz.
Los análisis proporcionados por el Departamento de Estado no probaron que las cuentas de Twitter que avivaron las protestas sudamericanas fueran conductos directos del gobierno ruso. Estos fueron descritos como “probablemente vinculados al estado ruso” a través de análisis de minería de datos generados por computadora u otros que respaldan otras conclusiones del gobierno que los vinculan a Moscú.
Un portavoz de la embajada rusa en Washington, Nikolay Lakhonin, declinó hacer comentarios el jueves, pidiendo solo “evidencia real”. Posteriormente, señaló que las respuestas anteriores de los funcionarios rusos a las preguntas sobre la interferencia en las protestas, incluido el ministro de Relaciones Exteriores, Sergei V. Lavrov, quien dijo a los periodistas en noviembre que “nos acostumbramos a la acusación de que están involucrados en todo lo que está sucediendo en la Tierra “.
“Recientemente hemos sido mencionados como los que se entrometen en la situación en Chile”, dijo el Lavrov. “Y me preguntaba por qué no se nos menciona en relación con los acontecimientos en Irak, Líbano y ahora en Bolivia”, señaló.
El artículo del The New York Times recordó las declaraciones del Presidente Sebastián Piñera, quien el pasado mes de diciembre aseguró que actores extranjeros incitaron las protestas en las últimas semanas. Sin embargo, destacaron, no culpó a ningún gobierno en específico.
A CNN en Español, el Mandatario aseguró que una “mano extranjera” había trabajado para alimentar los disturbios. “Es un ataque contra el sistema político”, insistió.
Bajo esa misma línea, consignaron que la tasa de publicaciones de cuentas de Twitter vinculadas a Rusia durante las protestas en Chile fue un 9% más alta que durante las campañas primarias demócratas del año pasado en Estados Unidos, generalmente un tema de gran interés, según los análisis del Departamento de Estado.
Una campaña de Twitter de #chile, que fue el quinto hashtag más popular entre 3.300 cuentas de Twitter vinculadas a Rusia del 23 al 29 de octubre, el peak de las protestas, no estaba entre las 100 principales a fines de diciembre, según datos del Departamento de Estado entregados a The New York Times.
El polémico informe Big Data que se dio a conocer hace unas semanas, afirmó que el 31% de las publicaciones en las redes sociales durante el estallido social se difundieron desde fuera de Chile.