Madre de piloto de Hércules C-130: “Hay responsabilidades y ellos tienen que dar la cara”
"Si dicen que hay seguridad y que la Fuerza Aérea es más segura que los vuelos comerciales, yo no estoy de acuerdo con eso. A mí nunca me revisaron nada", declaró Alicia Quiñones.
Alicia Quiñones, madre del piloto del malogrado Hércules C-130 de la FACh Ítalo Medina, descartó que la caída de la nave al Mar de Drake, que dejó un saldo de 38 víctimas fatales, tuviera relación con un falla humana y apunta a negligencia en los protocolos de la Fuerza Aérea.
“No revisan equipaje de nadie, yo lo puedo decir porque lo viví. Incluso, la familia que fuimos a Punta Arenas, nos pesaron solamente el equipaje. No revisan qué lleva adentro. Si dicen que hay seguridad y que la Fuerza Aérea es más segura que los vuelos comerciales, yo no estoy de acuerdo con eso. A mí nunca me revisaron nada”, indicó en entrevista con 24 Horas.
La mujer recordó que el fabricante de la aeronave hizo un llamado de mantención mundial a todas las instituciones que tuvieran un Hércules C-130 y que incluso Estados Unidos dejó en tierra más de 100 aparatos.
“¿Quién hizo el arreglo, la mantención? ¿O lo hicieron a la chilena? ¿Dónde está el ingeniero aeronáutico que autorizó que esa reparación estuvo bien? Hay responsabilidades y son ellos los que tienen que dar la cara”, expresó.
Quiñones señaló que la familia materna de Medina no descarta presentar una querella contra la FACh y de paso acusan a la institución de dejarlos al margen, al considerar en la entrega de la información a la única familia directa del piloto, su viuda.
“A mí me dejaron a un lado, porque yo no soy víctima de esta tragedia. La víctima es mi nuera, la esposa de mi hijo. A mí la Fuerza Aérea no me dio ninguna contención”, aseguró.
Finalmente, la mujer señaló que “mi hijo pertenece al mar, se desintegró en el mar, y no creo que lo puedan encontrar porque está en lo más profundo del Mar de Drake. Han pasado casi dos meses ya. Yo, para buscar un poco de consuelo, he ido dos veces al mar a dejarle flores a mi hijo, porque donde vaya y exista un mar va a haber alguna célula de mi hijo”.