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12 de Febrero de 2020

La historia de la batalla judicial que enfrentó a Kesha con Dr. Luke

La reconocida cantante aseguró, en primera instancia, que el productor había abusado de ella de manera sexual, física, verbal y emocional.

Por Rodrigo León
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Fue en el año 2009 cuando Kesha debutó con su primer single Tik Tok, canción que fue producida por Benny Blanco y Dr. Luke, y que terminó lanzándola a la fama de manera instantánea, registrando su primer número uno en los rankings.

Desde entonces, la relación laboral entre la artista y el productor Dr. Luke se mantuvo para realizar su álbum debut Animal y su sucesor, Warrior, de los que se desprenden otros éxitos como Your Love is my Drug, We R Who We R, Die Young y Blow.

Sin embargo, en octubre de 2014 y tras pasar algunos meses en un centro de rehabilitación a raíz de un desorden alimenticio, la cantante estadounidense lanzó una bomba que remeció a la industria: presentó una demanda por abuso “sexual, físico, verbal y emocional” contra el productor. Con esta acción judicial, exigía terminar su contrato de grabación con Dr. Luke y con su empresa, vinculada a Sony.

Con esto, Kesha buscaba volver a tener el control creativo de su música, pero solo fue el inicio de una batalla legal que duraría años.

¿Quién es Dr. Luke?

Lukasz Sebastian Gottwald es el verdadero nombre del reconocido productor musical Dr. Luke, ganador de cuatro Grammys durante su carrera.

No solo fue Kesha quien trabajó con él, sino que también lo hicieron figuras destacadas de la industria como Britney Spears, Katy Perry, Miley Cyrus, Jennifer López, Avril Lavigne, Kelly Clarkson, entre otras.

Pese a que muchos pudieran no conocerlo por su nombre, su trabajo ha estado detrás de grandes éxitos como Womanizer, Wrecking Ball, I Kissed A Girl, Girlfriend, My Life Would Suck Without You, y muchas más.

Su relación laboral con Kesha se inició en 2005 cuando firmó con Kemosabe Records, propiedad de Gottwald, donde comenzó a realizar coros y a escribir canciones para otros artistas. La más reconocida es su participación en la canción Right Round de Flo Rida, la que se lanzó en 2008, un año antes de su debut musical.

La demanda que remeció a la industria

En octubre de 2014, y tras un par de meses de rehabilitación, Kesha presentó ante la justicia estadounidense una demanda en contra de Dr. Luke acusándolo de haberla drogado, violado y abusado emocionalmente durante el tiempo que trabajaron juntos, es decir, nueve años.

En la acción judicial se consigna que él la obligó a firmar con la disquera, “la colmó de promesas de fama y fortuna”, y desde entonces la habría estado controlando. A esto se suman una serie de episodios en los que Dr. Luke “se aprovechaba” de Kesha mientras ella estaba “intoxicada y drogada”, y luego la amenazaba para que se callara.

Con esto, su equipo también buscaba cancelar el contrato que mantenía con Kemosabe Records y Sony Music, para que así pudiera continuar con su carrera alejada de la influencia del reconocido productor.

El equipo de Gottwald no se quedó de brazos cruzados y presentaron una contrademanda, argumentando que sus acusaciones eran difamación y un “intento por extorsionarlo para que liberara a Kesha de su acuerdo exclusivo de grabación con Dr. Luke”.

En febrero de 2015, la artista sufrió su primer revés judicial y el Tribunal Supremo de Nueva York negó una medida cautelar en relación al caso, que buscaba un permiso para grabar con otros sellos discográficos y productores. La resolución dio paso a una imagen de la cantante llorando en el lugar, la que rápidamente se viralizó.

Mark Geragos, abogado defensor de Kesha, aseguró en ese entonces que “su valor de marca ha caído. Y a menos que la Corte emita este mandato, Kesha sufrirá un daño irreparable, haciendo que su carrera se desplome al punto que no pueda regresar”.

#FreeKesha

En 2013, los fanáticos comenzaron a especular respecto a una posible manipulación de Dr. Luke hacia Kesha, por lo que iniciaron el movimiento “Free Kesha”, el que un par de años más tarde se transformaría en toda una campaña en redes sociales bajo el hashtag #FreeKesha.

Una vez que el caso se tornó público, la intérprete recibió el apoyo de diversas artistas, tales como Lady Gaga, Miley Cyrus, Janelle Monae, entre otras. Taylor Swift tampoco quiso quedar fuera y le donó US$250 mil para que continuara adelante con los trámites legales.

La sentencia de la corte indignó no solo a sus fanáticos, sino también a la industria musical. En el fallo aseguraron que, pese a que existían relatos detallados de los abusos que habría cometido Dr. Luke, sus acusaciones eran “vagas” y “no había evidencia médica” para respaldar sus afirmaciones de abuso.

Nuevo revés judicial

En agosto de 2016, Kesha tomó la importante decisión de retirar la demanda en contra de Dr. Luke con el fin de poder lanzar nueva música y por las consecuencias a su salud mental que estaba provocando toda esta situación.

Sin embargo, y pese a que buscaba dejar todo atrás, una nueva arista surgió del caso. Se dio a conocer un mensaje que le había enviado a Lady Gaga, asegurando que el productor había violado a Katy Perry, lo que provocó que se presentara una nueva acción judicial en contra de la intérprete de Blow por difamación.

“El 26 de febrero de 2016, Kesha le envió un mensaje de texto a Stefani Germanotta (Lady Gaga) en el que se repite el falso testimonio de que Luke violó a Kathryn Hudson (Katy Perry)”, se podía leer en la demanda. “Tras esta conversación por mensajes de texto y con la autorización de Kesha, Gaga comenzó a esparcir rumores negativos en contra de Dr. Luke tanto en prensa como en redes sociales”, agrega la acción judicial.

El 7 de febrero recién pasado, un nuevo revés judicial remeció a la cantante. El Tribunal Supremo de Nueva York falló a favor de Dr. Luke, reconociendo que Kesha había difamado al productor con dicha información.

Con esto, deberá pagarle 374.000 dólares de intereses de un pago de 1,3 millones que recibió por royalties, que ha retrasado por intentar liberarse de su contrato discográfico.

“Perry testificó inequivocadamente que Gottwald no le había violado. No hay pruebas ni nada que indique que Gottwald violó a Katy Perry, o que Katy Perry, cuyo testimonio bajo juramento es irrefutable, no deba de ser creída”, consignó la resolución.

Por ahora, lo único que queda por delante y que continúa enfrentando a Kesha con Dr. Luke es la demanda de este último por difamación e incumplimiento de contrato que, según sus representantes legales, continúa para poder “recuperar” su imagen, carrera y el daño recibido.

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