Los detalles de cómo se gestó la polémica carta de los internos de medicina
Hasta antes de su primera reunión, los estudiantes y practicantes clínicos del país no sabían que enfrentaban problemas tan similares, como la falta de insumos y de garantías mínimas de cualquier trabajador.
La polémica carta firmada por los estudiantes de séptimo año de medicina de 19 universidades del país, quienes se negaron a seguir en los internados médicos, dejó entrever un debate que se produce en la salud chilena: las carencias que deben enfrentar en su transición al mundo profesional. Un tema en común para todos, pese que no lo habían notado hasta la primera vez que se reunieron.
Como la contingencia obliga a restringir juntas masivas, a través de un grupo en la aplicación WhatsApp, se unieron todos los delegados de los médicos internos del país. La idea era mostrar su descontento ante el actuar del Ministerio de Salud (Minsal) frente a la crisis.
Ya una vez en la plataforma, los delegados eligieron a cuatro representantes, cada uno a cargo de su respectiva zona. Así, Felipe Barraza de la U. de Valparaíso tomó la zona norte, Catalina Barrientos de la U. de Talca la centro, Catalina Nahas de la U. Austral de Chile la sur y Javiera Salgado de la U. San Sebastián de Santiago la Región Metropolitana.
La idea, según contó a EL DÍNAMO Catalina Nahas de la U. Austral, fue “crear una carta en conjunto porque tenemos realidades parecidas”.
“Todos tenemos estas mismas incertidumbres: qué pasa si nos enfermamos, qué pasa con nuestros compañeros con enfermedades crónicas. También conocemos la realidad de la salud pública, donde faltan implementos básicos como mascarillas y guantes”, detalló la representante de los médicos internos.
La unión entre los internos de Chile fue tal que, según cuenta Nahas, seguirán en contacto hasta “establecer las condiciones mínimas para que enfrentemos esta pandemia juntos”, pues, “no teníamos un organismo que velara por nuestras necesidades”.
“A disposición del Minsal”
Sobre la polémica carta, la interna de la Facultad de Medicina de la U. Austral explicó que en muchos casos “fue mal interpretada, porque no es que los alumnos internos no queramos participar, de hecho tenemos muchas ganas, sino que lo queremos hacer cuando sea pertinente”.
“Es decir, cuando se sature el sistema de salud. Nosotros queremos estar disponibles para el llamado del Minsal, por eso solicitamos la suspensión de nuestros internados actuales. Como internos estamos a disposición del Ministerio de Salud para atender en cualquier centro del país donde se nos necesite”, complementó Nahas.
Contó que pidieron el cese de los trabajos de internos -ya se ha concretado en 13 de las 19 universidades firmantes- porque “en este momento están distribuidos cumpliendo diversas funciones, por ejemplo, asistiendo a policlínicos, viendo pacientes en sala, en consultorios, entre otras actividades”
“Siendo que lo mejor es no exponernos a ser contagiados ahora, por ejemplo, en el transporte público y estar disponibles para cuando el sistema de salud colapse”, reiteró.
Un problema más allá
Si bien los alumnos de las 19 universidades hicieron publico su descontento, no son los únicos, ya que la sensación de desprotección es transversal a quienes se encuentran realizando labores en el sistema de salud.
“Se entiende que los médicos residentes cumplen un rol importante para solucionar la crisis asistencial, pero hay una obligación desde los servicios de Salud de darles garantías mínimas de seguridad, y eso no está pasando“, cuenta a EL DÍNAMO Germán Ávalos, presidente de Residentes Chile, agrupación que reúne a médicos que están realizando especializaciones y becas financiadas por el Estado.
“Nosotros tenemos la disposición de ayudar, pero se tienen que dar garantías de minimizar el riesgo de contagio” agrega, reconociendo que esta es la mayor preocupación entre los trabajadores de la Salud. “No existen los insumos básicos para protegerse de una pandemia, sobre todo para el personal de la UCI, el pabellón y la Urgencia“, explica.
“No es sólo mascarillas, es tener un traje especial, protección ocular, doble guante, y eso no está pasando en este minuto” recalca el residente de Anestesiología del Hospital Barros Luco Trudeau de la comuna de San Miguel.
De igual forma, recordó que la agrupación hizo un llamado a todos los residentes de programas de especialidades del país a ponerse a disposición de sus jefaturas asistenciales y de la autoridad sanitaria para ayudar cubrir la brecha asistencial, pidiendo a que se reduzcan al mínimo las actividades asistenciales, manteniendo solo las críticas.
En ese sentido, Ávalos explicó que se está desarrollando un plan para que existan médicos disponibles en caso de mayor demanda en el sistema público. “Los médicos residentes que no se encuentren destinados a actividades críticas deberán mantener estricto aislamiento social. Es crucial cautelar el bienestar de nuestros equipos de salud ya que su disponibilidad permite relevar a los pares”, concluyó el médico.