Era Covid 19: ¿Una nueva forma de liderar?
"Las necesidades humanas son y seguirán siendo las mismas. Todo trabajador necesita un líder que lo guíe, lo proteja, lo motive e, idealmente, lo inspire".
Ricardo Lama Mangiola es Socio Director en HuX Consultores. Psicólogo PUC. MBA UAI
Estamos en un contexto nunca antes visto: una pandemia mundial que amenaza nuestras vidas y nos mantiene en un contexto de incertidumbre sin precedentes. Además, nuestros equipos están arriesgando su salud y la de sus familiares al salir a trabajar, o bien están trabajando de forma remota encerrados en sus casas.
¿Implica esto que debería haber una nueva forma de liderar? ¿Es necesario replantear el rol del líder? Me atrevería a decir que sí.
Permítanme ser muy claro: las necesidades humanas son y seguirán siendo las mismas. Todo trabajador necesita un líder que lo guíe, lo proteja, lo motive e, idealmente, lo inspire.
Entonces, ¿qué es lo que cambia ahora?
Lo que los líderes deben entender es que muchas de las funciones que solían ser consideradas solo deseables ahora son absolutamente necesarias.
Acá les quiero sugerir tres acciones que me parecen indispensables para potenciar el rol de líder en el contexto actual:
1.- Ser extra flexible
Tenemos que entender que lo que estamos viviendo no es simplemente “trabajar desde la casa”. Es estar en la casa, en medio de una crisis, tratando de trabajar. Es importante tener claro que no estamos haciendo teletrabajo sino, como me gusta llamarlo, “coronatrabajo”. Y el coronatrabajo puede implicar estar ansioso, sentirse solo, intentar trabajar con niños y niñas en la casa y muchas otras situaciones particulares.
¿Cómo debe enfrentar este contexto un líder? Debemos extremar la flexibilidad con nuestros equipos. Por ejemplo, una buena práctica es comenzar las reuniones transparentando la situación personal de cada uno, para así tener claras las expectativas de cuándo y cuánto cada uno puede trabajar.
2. Sostener la dirección el equipo
Nuestros equipos requieren entender por qué hacen lo que hacen. Si bien racionalmente la frase “la pega es pega” puede parecer suficiente, cuando hablamos de motivación esto no basta. Necesitamos recordarles día a día por qué hacemos lo que hacemos: cuál es el sentido, quiénes se benefician y cómo aportamos a otros con nuestro trabajo.
Una vez cubierto lo anterior, debemos ser aún más claros con los objetivos y las tareas asignadas, lo que facilitará hacer el seguimiento de las mismas. Una buena práctica que muchos de nuestros clientes y nosotros mismos estamos utilizando es la reunión diaria (o “daily” en inglés). Consiste en un espacio de 10 a 15 minutos donde cada miembro del equipo habla durante 1 o 2 minutos y declara: cómo está, cuál es su desafío del día, e indica si necesita ayuda o tiene tiempo para ofrecer a otro. Simple y rápido.
3. Alimentar el espíritu de equipo
¿Qué nos permite sentirnos parte de un equipo? Son muchas las variables, pero una de ellas es el compartir espacios sociales informales. Tener encuentros donde podamos socializar, compartir impresiones, reírnos, etc. Y como líder me tengo que asegurar de que estos espacios se den.
¿A usted no le nace organizar un “telecarrete”? No se complique, no tiene que ser el organizador, solo asegurarse que suceda, aunque sea otro quien lo movilice.
Y en esta misma línea, la importancia de celebrar. ¿Y qué podemos celebrar? Incluso en tiempos tan inciertos como estos, corresponde al lider identificar los logros, ya sean pequeños o grandes, y asegurarse de que todos los miembros del equipo sientan que contribuyeron de algún modo a conseguirlos.
Para cerrar, quisiera compartir con usted una última sugerencia que podría ser de utilidad si se siente perdido y no sabe qué hacer con su equipo en este contexto. Lo mejor es volver a lo que mejor conoce y preguntarse “¿qué me gustaría que mi jefatura hiciese o me dijera?”. Probablemente su equipo esté esperando lo mismo de usted.