El orgasmo: la liberación de todos los placeres
"El placer natural que nos da un orgasmo no hay que dejarlo pasar, es la oportunidad que nos dará las llaves de entrar a nuestro jardín secreto del placer".
Francisca Buzeta es Terapeuta en Sexualidad y Orientadora Familiar
El orgasmo es el momento cúlmine, donde la mujer y el hombre se dejan llevar en el placer sexual. Ese instante es breve pero mágico, que para las mujeres dura apenas 5-6 segundos y en el hombres de 3 a 5 segundos.
Grandes sensaciones y solo beneficios trae el placer sexual. Equivale a tomar un ibuprofeno, un valium; es liberación de oxitocina, endorfinas (hormonas de la felicidad) y del apego. Todo muy necesario en nuestras vidas.
El orgasmo es solo el postre no el plato principal. No es necesario fingir para dejar en calma al otro. Y si no se logra llegar al clímax, la conexión sexual con la pareja es un buen camino para pedir ayuda y lograr disfrutar de mi postre.
Muchas mujeres logran orgasmos intensos y hasta eyaculan, pero solo el 9% lo logran. Para alcanzarlo, es importante estimular el punto G , buscar posiciones sexuales donde se identifique esta glándula y se active.
La eyaculación femenina es la liberación de un líquido transparente donde el orgasmo es mucho más intenso y profundo (equivale a la misma sensación de hacer ‘pipí’) y aquí hago un llamado a todas, a trabajar en la autoexploración y conocer su cuerpo para darse ese regalo maravilloso de un orgasmo rico y delicioso.
Aunque suene exagerado e imposible, a mi consulta llegan mujeres que ya tienen hijos pero que nunca han experimentado un orgasmo. No saben lo que es disfrutar, están atrapadas en historias, miedos, culturas que las tienen reprimidas
El placer natural que nos da un orgasmo no hay que dejarlo pasar, es la oportunidad que nos dará las llaves de entrar a nuestro jardín secreto del placer.
Hoy la vida nos ha puesto en situaciones límites, el estallido social y ahora el Covid-19, y es un gran momento para aprovechar o reencontrarse con ese postre que podemos disfrutar solo poniéndole ganas.
Los invito a soltarse y dejarse llevar por las buenas sensaciones que nos dan los placeres del acto sexual.
No es aceptable que después de la comida, dejemos de lado el postre y no disfrutemos de él en nuestra vida sexual. Atrévanse a dar ese paso, inventen, sueñen.