Coronavirus: cómo cuenta los muertos Chile y las propuestas para cambiarlo
Según experto, una buena forma para hacer aún más preciso el indicador es incluir a los casos sospechosos, independiente de que no existan un examen PCR que confirme la enfermedad.
Desde el 6 de mayo el Ministerio de Salud envió un oficio a los centros médicos de todo Chile para ordenar que se consideren como fallecidos por COVID-19 a todo aquel paciente que, a juicio de su médico, “muere producto de un cuadro clínico compatible con los presentados en casos de coronavirus y que cuenten con una prueba específica de PCR positiva o que estén a la espera del resultado”.
También se consideran como fallecidos por COVID-19 en Chile a los casos donde se determinó, tras realizar el examen de PCR, que la causa directa no fue el virus, pero donde sí, “puede haber contribuido a la causa de muerte principal, por ejemplo, cuando un paciente muere de cáncer agravado por coronavirus”. No se toma en cuenta a quienes mueren sin ningún tipo de vinculación a la enfermedad, como por un accidente.
Sin embargo, el instructivo no evitó que el Ministerio de Salud saliera a dar varias explicaciones, sobre todo, luego que la periodista Alejandra Matus reveló supuestas inconsistencias en el número de fallecidos que reporta Chile por COVID-19. Información que fue desmentida por el ministro Jaime Mañalich.
Esta no sería primera vez que se ponen en dudas las cifras chilenas. Hace algunas semanas el periodista argentino Pablo Duggan del programa “El diario” de CN5, cadena ligada al kirchnerismo, aseguró que nuestro país “hace trampa” en el conteo de fallecidos.
¿Se podría aplicar el método belga en Chile?
Interpelaciones que abrieron la duda de cómo Chile cuenta a sus fallecidos por la enfermedad, pero que también hacen pensar a los médicos especialistas en otras metodologías implementadas en el mundo.
Por ejemplo, un caso llamativo es el de Bélgica, la segunda nación del mundo con el mayor número de fallecidos COVID-19 por cada millón de habitantes (su tasa es de 773 muertos por cada millón). Lo que no se debe exclusivamente a que vivan once millones de personas allí, sino a que además el Gobierno local cuenta en este ítem a todos los casos sospechosos, incluyendo el total de muertes producidas en residencias de adultos mayores, aunque no haya un examen de PCR de por medio.
Una metodología para el conteo de fallecimientos por COVID-19 distinta que según contó a EL DÍNAMO el infectólogo y tesorero de la Sociedad Chilena de Medicina Intensiva, Mario Luppi, al aplicarla en Chile “probablemente se haría más exacto el conteo”.
“Me parece lógico considerarlos a todos los sospechosos como en Bélgica”, dijo Luppi.
Sin embargo, explicó que lo ideal sería “aplicar a todos los fallecidos un estudio para determinar si tuvieron COVID-19 o no”. Así, se evitaría el principal problema que de acuerdo al infectólogo deben enfrentar los médicos hoy.
Según dijo, “cuando uno tiene que calificar la causa de muerte no siempre es sencillo. Si una persona se cae de un décimo piso, la causa es clara, pero cuando lleva en la UCI 20 días y finalmente muere por una falla multisistémica con compromiso de varios órganos, poner una causa de muerte es muy difícil”.
“De todas formas el Ministerio de Salud debería en algún momento y no ahora, sentarse a analizar cuál es la verdadera magnitud de los fallecidos por COVID-19”, complementó.
Estrategia de testeo masivo podría cambiar según el escenario
Durante estos días, y luego que algunas clínicas privadas denunciaron falta de reactivos para hacer testeos por COVID-19, el vicepresidente del Colegio Médico, Patricio Meza, contó a la prensa que “si en algún momento, no estamos en condiciones como país de tener el número necesarios de test para enfrentar la pandemia, es fundamental que redefinamos nuestras estrategias”.
Una alternativa, de acuerdo al oftalmólogo, es quedarse “con el diagnóstico clínico que hagan los colegas”, el cual, sería suficiente para decir que “una persona lo tiene y por lo tanto hay que aislarla y tomar todas las medidas de precaución”.
Respecto a la idea, Luppi aseguró que la falta de insumos “se debió a una situación particular donde el distribuidor se quedó sin reactivos”, por lo que deberíamos continuar con la estrategia de testeo por PCR que ha desarrollado el Ministerio de Salud.
Sin embargo, no negó que cuando existe “una situación de catástrofe donde no tienes insumos para hacer exámenes se debe priorizar y decir ‘no le haré el examen a todos’, sino que sólo a quienes lleguen graves para poder certificarlos y avisar que hagan cuarentena”.
“Es parte de lo que está ocurriendo, si no tengo reactivos y vienen 20 personas que son contacto estrecho de un paciente confirmado y tienen síntomas, yo no me voy a gastar un examen de PCR en cada una de esas personas, las voy a confirmar con covid-19 porque es lo más lógico. Aunque repito, sólo se debe aplicar este criterio para emergencias“, complementó Luppi.