Científicos rusos buscan el agua más pura y antigua del mundo en la Antártida
Los rusos esperan alcanzar en las próximas semanas la superficie del lago, que se encuentra bajo una capa de hielo de 3.748 metros y ha estado sellado durante millones de años, lo que ha despertado un gran interés entre la comunidad científica de todo el mundo.
Los rusos esperan
alcanzar en las próximas semanas la superficie del lago, que se
encuentra bajo una capa de hielo de 3.748 metros y ha estado sellado
durante millones de años, lo que ha despertado un gran interés entre la
comunidad científica de todo el mundo.
“La máquina perforadora ha alcanzado una profundidad de 3.660,5 metros.
La perforación continuará las 24 horas del día”, señaló el IIAA en un
comunicado recogido por la agencia Interfax. El jefe de la
expedición rusa, Valeri Lukin, explicó que la perforadora no puede
avanzar más de cuatro metros diarios debido al grosor del hielo.
Al principio, la secretaría del Sistema del Tratado Antártico
puso trabas a la expedición rusa por temor a la contaminación del lago
con el queroseno que utiliza la perforadora, pero después dio luz verde a
la perforación.
Al respecto, Lukin resaltó que los rusos han
inventado un método para evitar contaminar el Vostok, que consiste en
perforar los últimos 30 metros de hielo con una perforadora termal que
utiliza fluido de silicona no contaminante.
Lukin cree que en
caso de encontrar vida en el lago, un ecosistema único que está saturado
de oxígeno con unos niveles 50 veces superiores a los del agua dulce,
ésta sería o muy vieja o desconocida.
Previsiblemente, se
tratará de extremófilos (microorganismos que viven en condiciones
extremas), hecho que de confirmarse permitiría estudiar el posible
traslado de esos organismos a lugares como el satélite Enceladus de
Saturno o la luna Europa de Júpiter.
Según Lukin, los
resultados de la exploración del lago antártico serán fundamentales para
el estudio del cambio climático en la Tierra durante los próximos
siglos, ya que el Vostok es una especie de termostato aislado del resto
de la atmósfera y de la superficie de la biosfera durante millones de
años