Los países sudamericanos que aguantaron la primera ola del COVID-19 y que ahora sufren con el aumento de casos
Colombia y Argentina han visto un importante incremento en sus cifras de contagiados y fallecidos durante los últimos días.
La pandemia del COVID-19 sigue avanzando en los países sudamericanos, atacando con fuerza a algunas naciones que habían alcanzado a aguantar una primera ola de contagios sin tantos problemas, pero que ahora se están viendo complicados ante el aumento de casos y fallecidos.
Ecuador fue el primero en recibir el golpe del coronavirus con las terribles imágenes que surgieron desde Guayaquil en marzo pasado. Luego se experimentó una explosiva alza de casos en Brasil y Perú, para terminar en junio con un fuerte peak en Chile.
Durante este período, el panorama en otros países como Bolivia, Colombia, Argentina, Venezuela, Uruguay y Paraguay aún no era tan difícil. En el caso de los uruguayos y paraguayos la enfermedad estaba prácticamente controlada.
Pero en julio este escenario fue cambiando, ya que los primeros en sufrir la primera ola de contagios parecen estar bajando su ritmo en casos nuevos, hospitalizaciones y decesos, mientras que quienes tenían cifras más bajas están acelerando su nivel de contagios.
Estas diferencias tienen una explicación científica y están relacionadas con la propia naturaleza de la pandemia, como las medidas tomadas por cada gobierno.
Alzas y bajas en el continente
A fines de junio, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) proyectó los peaks del COVID-19 en algunos países sudamericanos. Según la entidad internacional, Chile y Colombia tendrían sus números más complejos en julio, mientras que Argentina, Brasil y Perú los tendrían en agosto.
Los pronósticos han tenido algunas variaciones a lo largo del tiempo. Brasil, el segundo país con más contagiados y muertos del mundo, habría llegado a una “meseta” en su nivel de contagios, según lo planteado hace algunos días por el responsable de emergencias de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Michael Ryan.
En Chile y Perú, sus respectivas autoridades sanitarias también han enfatizado que la tendencia ha sido “a la baja”, mientras que Ecuador se mantiene en una curva pareja, con especial atención a las muertes probables por la pandemia.
Pero en otras zonas de la región las cosas parecen ir más complicadas. En este momento el escenario más preocupante lo vive Colombia, nación que sobrepasó los 200 mil casos y quedó cerca de los 7 mil fallecidos. El lunes pasado, mientras celebraba su fiesta nacional, se notificaron 6.727 contagios y 193 muertos, una de las cifras más altas de la jornada a nivel mundial.
Argentina es otro de los países sudamericanos que se está encontrando de frente con la ola del COVID-19. Los trasandinos mantuvieron una estricta y prolongada cuarentena. A fines de junio ya se observaba un alza en los casos en la provincia de Buenos Aires, por lo que se definió un nuevo encierro.
Esta semana, y bajo la presión de los problemas económicos, el gobierno argentino inició un proceso de desconfinamiento “escalonado”. Lamentablemente, aquello coincidió con un récord de 193 muertos diarios. Aún así las autoridades son optimistas, apuntando a la baja letalidad en comparación al resto del continente.
Bolivia, por su parte, está viviendo un verdadero drama humanitario, el que según expertos es poco comprobable en los números. Los 60.991 casos totales y 2.218 contabilizados hasta el martes no darían cuenta de lo que ocurre en las calles, donde se ha visto el colapso de los servicios fúnebres, algo similar a lo ocurrido en Ecuador en sus peores momentos.
Venezuela, Uruguay y Paraguay eran las naciones que hasta ahora tenían las cifras más bajas, pero durante los últimos días también han tenido un repunte en sus cifras.
La evolución de la pandemia
Rodrigo Cruz, médico infectólogo y académico de la Universidad de Valparaíso, cree que esta evolución de la pandemia en los países sudamericanos es parte del avance propio de la enfermedad.
“Esto lo hemos visto dentro del país, donde hay distintas regiones que están desfasadas respeto al resto del país. Valparaíso, por ejemplo, va un par de semanas atrás a Santiago, pero con una magnitud diferente. Lo mismo que ocurre con los países, hay desfases de meses”, explicó el científico a EL DÍNAMO.
Cruz señaló que Argentina inició una cuarentena temprana “pero con el tiempo iniciaron algunas aperturas, donde pudo haber un incremento en los contagios”. En cuanto a Chile, actualmente se está entrando en otra fase en donde se ha logrado bajar en algo la circulación del virus “aunque ni cerca de controlar la pandemia”.
“Las pandemias tienen una evolutividad que todos los países la van a tener. La gran diferencia son las medidas de mitigación que tomen cada uno de los países. Estados Unidos no tomó nada y ahora está enfrentando el peak máximo”, afirmó.
En ese sentido, Cruz señaló que se debe mirar con atención lo que ocurre actualmente en Europa con los rebrotes, asegurando que una acción oportuna permitirá que la curva sea lo más baja posible e impedirá la pérdida masiva de vidas.