Educando en la pandemia: cómo mantener motivados a los estudiantes frente a las clases online
Para la directora del Liceo Industrial de San Miguel, Raquel González, es clave no exponer a los niños a largos períodos frente al computador, enfocarse en los contenidos esenciales y considerar sistemas de evaluación flexibles.
El 16 de marzo, tras suspenderse las clases presenciales a lo largo de todo el país producto del incremento de los casos de coronavirus, también se impuso a los docentes y directivos de los diferentes establecimientos una serie de desafíos, entre ellos emigrar hacia las plataformas de educación online, ingeniárselas para mantener la motivación de los estudiantes pese a las nuevas circunstancias y contribuir a que no se produzca un aumento exponencial de la deserción escolar.
Esto último, según la directora del Liceo Industrial de San Miguel, Raquel González, es el mayor y más difícil reto, considerando que, por ejemplo,”en Argentina, a esta altura, ya hay un 50% de jóvenes de secundaria desertores”, explicó la especialista.
Para González, quien encabezó el tercer webinar del ciclo “Educando en pandemia”, organizado por el Ministerio de Educación, la crisis sanitaria, al arrebatar la presencialidad, también limitó lo que hasta entonces era la metodología de enseñanza y aprendizaje, basada en la motivación, en actividades y principalmente en la comunicación.
“La estrategia didáctica se sustenta en principios concretos: actividad, socialización, personalismo, comunicación y creatividad, y a esto se le pone un signo de interrogación el 16 de marzo. Entonces, ¿cómo lo hacemos?”, planteó González.
Nuevas estrategias y metodologías
Dentro de este nuevo escenario, y de acuerdo a la especialista en educación, hoy resulta clave abordar los procesos de enseñanza de la mano de la flexibilidad y considerando los diferentes obstáculos a los que se pueden ver enfrentados los estudiantes ante las clases online.
En esa línea, por ejemplo, se debe contemplar que, primero, “no podemos exponer por tiempos muy largos a los niños frente al computador, ya que en las casas de la gran mayoría de las familias chilenas no existe una cantidad de computadores suficientes para cada niño”, destacó González
Considerando también lo importante que es mantener motivados a los alumnos, se deben concentrar los esfuerzos en los contenidos esenciales, es decir, “aquellos que pretenden desarrollar habilidades y aptitudes que puedan permitir la integración de saberes para nuestros estudiantes, y por otra parte, la adaptación a la vida y el mundo”, detalló la especialista.
Para ayudar a este objetivo, el Ministerio de Educación elaboró una propuesta de Priorización Curricular en el marco de la pandemia, con orientaciones relativas a las distintas asignaturas y cursos.
Además, gracias al Decreto Supremo Nº67, que define normas mínimas de evaluación y que está vigente desde marzo de 2020, se otorga mayor flexibilidad en cuanto a los procesos de evaluación, un punto relevante bajo el actual contexto.
Sin embargo, esto no significa que las evaluaciones deben reducirse al mínimo. De hecho, para la experta en educación, lo recomendable es “evaluar a diario, en cada momento de aprendizaje que posibilite este espacio, como al cierre de cada clase”.
“Esto es fundamental, porque de esa manera vamos asegurando cómo va avanzando el proceso, y por otra parte, vamos motivando a nuestros estudiantes a dar un paso más, o bien nos sirve para retroalimentar a los que van quedando más atrás. Aunque todo esto en un marco de flexibilidad”, finalizó González.