Las deudas pendientes en el financiamiento de la educación superior
Diferentes expertos y rectores analizaron el escenario actual que enfrentan los planteles tras la pandemia y las falencias de los sistemas de créditos y financiamiento.
El 2020 pasará a la historia como uno de los años más atípicos en el plano educacional, donde además de suspender las clases presenciales y acelerarse el salto hacia la educación a distancia, las instituciones de educación superior han tenido que hacer frente a uno de los escenarios más críticos en materia de financiamiento.
La pandemia ha metido su mano en los bolsillos de los planteles, al provocar una caída de las matrículas e incrementar las cifras de suspensión y abandono de carreras por parte de algunos alumnos. Además, a ello se suma la inversión a la que han tenido que incurrir las instituciones para dar continuidad a los estudios en el marco de la contingencia, que en el caso del CRUCh, por ejemplo, se estima en más de $16.556 millones.
Dentro de este difícil contexto, que impacta a los diferentes planteles del país, las instituciones técnico-profesionales han resultado especialmente afectadas, porque dependen -en gran parte- de los aranceles que pagan sus estudiantes, quienes en su mayoría provienen de sectores socioeconómicos vulnerables, y -tal como sucede con cada crisis- hoy se encuentran fuertemente golpeados.
Ante esta compleja situación y con miras a buscar soluciones, se llevó a cabo el webinar Financiamiento Comparado de la Educación Superior en Chile con foco en la ESTP (Educación Superior Técnica Profesional), instancia que organizó elConsejo de Rectores de Institutos Profesionales y Centros de Formación Técnica acreditados, Vertebral.
En el marco de esta actividad, el rector de Duoc-UC, Carlos Díaz, fue enfático en señalar que”tenemos que seguir avanzando en un sistema de financiamiento de calidad, en un trato más igualitario en comparación a las universidades, además de seguir trabajando en relevar la actividad que hacemos las instituciones técnicas y evitar discriminaciones“.
Esto último, considerando que “hay un desbalance en los dineros asignados a cada subsector del que hay que hacerse cargo. Mientras el aporte fiscal para universidades fue de un 79% en 2019, el 57% de los alumnos elige estudiar en un instituto profesional o un centro de formación técnica”, afirmó el rector de Iplacex, Gonzalo Tomarelli, otro de los expositores de la jornada.
En ese mismo sentido, el rector del IP-CFT Santo Tomás y presidente de Vertebral, Juan Pablo Guzmán, resaltó que “la cantidad de instrumentos y recursos asignados presentan diferencias inexplicables entre universidades e instituciones técnicas“.
El CAE y la gratuidad
Durante la jornada, donde además se presentó el décimo boletín de la Unidad de Estudios de Vertebral, se analizó la distribución de los aportes fiscales en materia de educación superior y el sistema de créditos y financiamiento, incluidos el CAE (Crédito con Garantía Estatal) y la gratuidad.
Bajo este contexto, el académico de la PUC y ex ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, afirmó que “no hay más plata para el sistema educacional”, explicando que “no podemos acostumbrarnos a lo que pasó, que se duplicó el gasto para educación en el último tiempo. Subió tanto como el de salud”.
En esa misma línea, el ex ministro de Educación y actual rector de la Universidad Adolfo Ibáñez, Harald Beyer, aseguró que hay una tendencia donde “se ha reemplazado el gasto privado por el público. Hay un cambio en la composición. Y la pregunta es si el cambio va a generar más o menos equidad. Y no hay una respuesta clara; depende de cómo diseñemos el sistema de financiamiento estudiantil”.
Por lo mismo, Valdés hizo hincapié en que es urgente contar con un buen sistema de créditos universitarios. “El sistema de endeudamiento es brutal en la educación superior. No por el CAE, sino como complemento del CAE”, añadió.
Finalmente, el académico de la Universidad Diego Portales, José Joaquín Brunner, aseguró que “es difícil imaginar que la gratuidad va a seguir avanzando en los próximos años. Pero sí debiese haber algún crédito contingente al ingreso de la trayectoria laboral del alumno”.