Día Nacional del Minero

Hoy se conmemora la ardua y hermosa labor del minero, que a través de los años hemos tenido la capacidad de ir transformando y mejorando, gracias a las sucesivas generaciones de técnicos y profesionales del rubro, que han aportado al desarrollo de un futuro prometedor para Chile. Desde la influencia y descubrimientos de Ignacio Domeyko en el estudio y realización de nuestro trabajo, su incidencia en la educación técnica y hasta las innovaciones que se han desarrollado en la actualidad, la minería no deja de sorprender por su enorme capacidad de adaptabilidad y mejora continua para ajustarse a un mundo que cambia.

Esta profesión nos ha traído innumerables ventajas comparativas respecto de otros países, y ha funcionado como motor de nuestra economía por décadas. Si bien, el común de la gente ignora su verdadera relevancia, basta con recordar que nuestro país está construido sobre cimientos minerales para darnos cuenta de que contamos con una tierra rica en recursos mineralógicos. Por ello, Chile en su naturaleza es un país minero, donde la actividad cuprífera es un verdadero emblema de nuestro país en todo el mundo.

La importancia estratégica de la minería para Chile ha impulsado la progresiva creación de escuelas que formen profesionales para esta industria a lo largo del país, donde cada año se contribuye al progreso de esta disciplina. Por su importancia, también ha sido un sector pionero en el establecimiento de marcos de competencias que aúnen los lenguajes y expectativas de las empresas, las instituciones formadoras, el Estado y las personas, esfuerzo que se está extendiendo a otros sectores de la economía gracias al Marco de Cualificaciones Técnico-Profesional, impulsado por el Mineduc con el apoyo de la CPC y de Inacap, entre muchas otras instituciones.

En las nuevas generaciones de profesionales que egresan cada año, y en aquellos que ingresan al sector actualizando sus competencias a través de la Educación Continua, descansa el futuro de nuestra labor, por lo cual resulta relevante saludar a todos aquellos que pronto conformarán parte del mundo de la minería, profesionales que compartirán los valores que enaltecen nuestra actividad. No hay que olvidar que la industria minera chilena también la conforman una gran cantidad de mujeres, quienes desempeñan labores sumamente importantes para la prosperidad de la actividad. Gracias a su enorme contribución, el campo laboral de la minería hoy es más inclusivo, responsable y respetuoso.

Este reconocimiento se extiende también a cada uno de los profesores, instructores y relatores que forman a los profesionales del rubro, quienes se encargan de transmitir el respeto de la minería hacia sus pares, la excelencia del desempeño en nuestra actividad, la responsabilidad por la seguridad de todos y un compromiso constante con la sustentabilidad.

Por último, es necesario recordar una efeméride que, sin duda, nos marcó a todos. El pasado 5 de agosto se cumplieron 10 años del derrumbe de la mina San José, en la cual quedaron atrapados 33 mineros en el subsuelo durante 69 días tortuosos y angustiantes. Pero, gracias al temple minero que nos caracteriza, se sobrepusieron a la adversidad ante los ojos del mundo. Aquellos mineros representan el coraje, la fuerza y el corazón de nuestra actividad. Es por eso que extiendo un gran saludo fraterno a todos los mineros que dedican su vida a contribuir al crecimiento de nuestra actividad, volviéndola más humana y solidaria, así como también recordar de una forma solemne a todos quienes han perdido su vida en pos de aportar a la industria minera.

Como institución con presencia en todo Chile, y que forma profesionales de diversos rubros de la economía, somos cabalmente conscientes del aporte de la minería al país y cada una de las comunidades donde esta se desarrolla, colaborando con diversos actores del rubro para impulsar su productividad y su sustentabilidad. Desde nuestro rol institucional, y a título personal, invito a todos los mineros a seguir construyendo este camino juntos, ya que nos espera un futuro lleno de desafíos y descubrimientos, pero promisorio. Gracias a todos y todas por el excelente trabajo que han realizado.