Enap Refinería Bío Bío comienza retorno a funciones productivas tras proceso de mantención programado
Luego de casi dos meses de trabajo, la filial ya inició el funcionamiento paulatino de sus operaciones, con la puesta en marcha de la unidad de Topping y Vacío 2.
Garantizar un funcionamiento óptimo y seguro de las plantas durante los por los próximos años, fue la motivación que llevó a Enap Refinería Bío Bío a iniciar el 15 de junio la mantención programada de varias de sus unidades.
Este plan de mantención, que estaba programado para noviembre de este año, fue anticipado para así capturar las oportunidades de ahorro (cercano al 50% de los costos originales) que se presentaban en medio de la pandemia, a raíz de los bajos márgenes de refinación y la caída en la demanda de combustibles.
Y hoy, tras casi dos meses de trabajos, la filial ya inició el funcionamiento paulatino de sus operaciones, con la puesta en marcha de la unidad de Topping y Vacío 2, para posteriormente sumar el resto de las unidades de acuerdo con el programa de partida.
Proceso de mantención y sus alcances
Esta mantención, cuyo fin es optimizar las unidades para garantizar un funcionamiento seguro durante los próximos años, involucró una inversión cercana a los 12 millones de dólares, además de la participación de 450 trabajadores especializados, entre ellos 300 contratistas y 150 colaboradores de Enap.
Tras este proceso, que se espera que concluya a fines de este mes, Refinería Bío Bío podrá continuar con su rol clave de garantizar la demanda de combustibles de la región y el país, bajo las medidas de seguridad dispuestas, tanto por la empresa como por la autoridad sanitaria.
Actualmente, las labores de mantención se llevan a cabo en tres grupos de plantas: Coker, Unidades de Tratamientos, Topping y Vacío 1. Cada una cuenta con un jefe de paro y encargados de Prevención de Riesgos, quienes realizan una constante supervisión de lo planificado.
Dentro de este contexto, uno de los principales objetivos ha sido evitar contagios de Covid-19 dentro de las instalaciones y finalizar el proceso con cero accidentes, tanto en personal propio como contratista. Para ello, se adoptaron una serie de medidas en resguardo de la seguridad y salud de quienes son parte de este proceso.
Asimismo, en la operación se deben respetar medidas fundamentales, como el distanciamiento físico, la sanitización en los puntos de trabajo y la utilización de los Elementos de Protección Personal específicos y para prevenir el Covid-19.
“Como empresa, definimos tres focos fundamentales: cuidar la salud de todas las personas, abastecer el combustible necesario para todo el país y fortalecer la contención de costos, debido a los momentos difíciles que enfrenta la industria, por la baja en la demanda y los precios internacionales del crudo”, finalizó el gerente general de Enap, Andrés Roccatagliata.