El modus operandi de Anti Imperio, el grupo detrás de las amenazas a Izkia Siches

Una intensa investigación terminó con la detención de dos acusados de amenazar de muerte -por medio de redes sociales- a la presidenta del Colegio Médico,Izkia Siches.

La Policía de Investigaciones (PDI) dio a conocer que los individuos eran parte de un grupo llamado “Anti Imperio”, el que ya había protagonizado amenazas contra otras personas, también por redes sociales.

Los dos adultos fueron capturados tras diversas diligencias realizadas en tres viviendas de las regiones de Valparaíso, Metropolitana y el Biobío.

Sin embargo, las amenazas en contra de las autoridades o personas públicas son cada vez más frecuentes. Según Luis Orellana, jefe de la Brigada Investigadora del Cibercrimen Metropolitano, sólo en lo que va del 2020 se registran 36 denuncias.

“En la mayoría de los casos se ha llegado al resultado de conocer la identidad del autor de las amenazas, los que en algunos casos quedan apercibidos, y en otros dejarlos detenidos, como en el caso de la presidenta del Colegio Médico”, indicó Orellana EL DÍNAMO.

En esa línea, el jefe de la Bicrim indica que las agresiones virtuales van directamente dirigidas a diputados, senadores, el Presidente Sebastián Piñera, entre otros. Destaca que la mayoría de los casos tiene como factor común que la amenaza fue detonada por algún comentario, opinión, posición ante algún tema en específico y de alto interés público, como por ejemplo la aprobación -en su momento- del retiro del 10% de los fondos de las AFP.

“En un tema que era polémico, a la persona no le gustaba la opinión de la autoridad o personaje público, y enviaba un mensaje por amenazas (…) cuando uno los entrevista, dicen que efectivamente realizan la acción en un momento de rabia, momento complicado, que era un descontento social, etc. Este es uno de los perfiles de los amenazadores”, explica Orellana.

Anti Imperio

Christian Fernández, oficial investigador del caso de Izkia Siches, contó a EL DÍNAMO que la detención de los hombre fue gracias a una investigación de dos meses, que entre otras cosas, logró establecer e identificar el modus operandi que empleaban para atemorizar a sus víctimas.

“Esta investigación que denominamos como Imperio comenzó luego de dos denuncias que hace la presidenta del Colegio Médico. No obstante, la segunda de estas denuncias era la más preocupante porque contenía amenazas de más grueso calibre”, cuenta Fernández.

El detective destaca que se realizó un análisis que logró conectar los ofensivos correos que le llegaban a la autoridad del Colmed, con los enviados por otros grupos que ya habían sido identificados en investigaciones anteriores.

“Teníamos una línea investigativa bastante concreta, donde aparece primero una agrupación llamada Ejército demoníaco, que era liderado por el youtuber Huevito Rey y algunos miembros de esta organización son los que después fundan Anti Imperio”, sostiene el oficial.

En ese sentido argumenta que en base a la forma de escribir que tenían los acusados, se pudieron realizar las conexiones entre los casos y sus autores. Incluso, cuenta que hasta ellos mismos se atribuyen los hechos.

“Este grupo a lo que se dedica es a andar amenazando gente a diestra y siniestra. Esto (caso Siches) era como una parte del universo de amenazas que ellos hacen a cualquier tipo de personas, ya sean youtubers o personas que encuentran en las redes”, explica Fernández.

De acuerdo a lo detallado por la PDI, los sujetos tomaban el número de teléfono, dirección y otros datos de sus víctimas  y los ingresan a grupos de WhatsApp donde son bombardeados con agresiones verbales por otros integrantes. Así como también les envían servicios a domicilios que no han solicitado.

Fernández reveló que incluso los hombres les enviaban videos a los afectados desde diversas estaciones del Metro de Santiago a los afectados, asegurando que se dirigían a sus casas para agredirlos. Consultado sobre lo que motivaría a los detenidos a cometer estos actos, el detective señaló que aún no pueden establecer una razón tras los ataques.

“Es solamente el placer de molestar a la gente. No hay ningún incentivo económico. Por lo menos dentro de la investigación no se logró identificar ningún tipo de motivación, salvo el placer de molestar a las personas”, concluyó.