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25 de Agosto de 2020

Las preocupaciones que surgen con el hallazgo del primer paciente reinfectado con COVID-19

Un hombre de Hong Kong se habría contagiado con dos cepas distintas del virus. Aquello sería complejo en la búsqueda de una inmunidad de rebaño, pero en menor medida en la búsqueda de una vacuna.

Por Sebastián Dote
reinfectado COVID-19
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El hallazgo del primer paciente reinfectado con COVID-19 en el mundo generó preocupación en medio de la intensa lucha contra la pandemia, ya que debilitaría la posibilidad de controlar la circulación del virus, el que ha dejado 23 millones de infectados y más de 800 mil fallecidos en todo el mundo.

El hombre oriundo de Hong Kong se enfermó de coronavirus en abril de este año, período en el que los brotes de la enfermedadaún estaban fuera de control en gran parte de Asia. Tras recuperarse, viajó a España, uno de los países más afectados con el SARS-CoV-2 en Europa, y se volvió a enfermar.

Científicos de Universidad de Hong Kong analizaron el caso y confirmaron que el paciente se reinfectó con una cepa distinta a la primera que contrajo.

Este descubrimiento de un reinfectado con COVID-19 abrió un abanico de posibilidades sobre el virus y muchas preocupaciones, especialmente por la búsqueda de una “inmunidad de rebaño” y el desarrollo de vacunas, las que deberán reaccionar ante las mutaciones que están surgiendo durante estos meses.

Las complicaciones en la “inmunidad de rebaño”

primer reinfectado

Una vista microscópica del coronavirus. (Foto: Wikimedia Commons/Habitator terrae)

Algunos gobiernos intentaron apostar por una “inmunidad de rebaño” para detener la enfermedad. Con esto se planteaba que la mayor cantidad de personas se contagiaran generando anticuerpos para no volver a enfermarse. La estrategia resultó ser un fracaso, especialmente en Reino Unido, país que se alzó con la mayor cantidad de fallecidos en toda Europa.

Miguel Acevedo, infectólogo y director de la Escuela de Medicina de la Universidad Mayor, afirmó que durante todo este tiempo nunca se pudo determinar una inmunidad duradera en contra del virus, lo que se confirmaría con el caso de Hong Kong.

“Desde hace mucho tiempo que se viene planteando que la inmunidad dura un pocos meses. Cuando se habla de inmunidad duradera tenemos que mencionar enfermedades como el sarampión o las paperas, que prácticamente no aparecen nunca más. Hay gente que se ha hecho mediciones posteriores a la enfermedad y sus niveles de defensas son bajos”, expresó el especialista a EL DÍNAMO.

En ese sentido, las medidas como el uso de mascarillas y distanciamiento físico en las personas que estuvieron afectadas -tanto con síntomas como en forma asintomática- deberían seguir, ya que la posibilidad de reinfección está latente.

El médico también afirmó que este caso de un paciente reinfectado con COVID-19 demuestra la variación del SARS-CoV-2 en todo el planeta, ya que sus mutaciones mostrarían diferencias en Wuhan, Italia, España y Latinoamérica, entre otros territorios.

Influencia en las vacunas

El caso del paciente reinfectado con COVID-19 se conoció en pleno desarrollo de las vacunas. (Foto: U.S. Army)

El caso del paciente reinfectado con COVID-19 de Hong Kong puso en alerta al mundo, especialmente por la mutación que estaría sufriendo el virus.

En julio pasado un estudio del Laboratorio Nacional de Los Álamos en Nuevo México y de la Universidad de Duke en Carolina del Norte determinó que la cepa G614 del virus es la que actualmente está circulando en gran parte del mundo, la que se diferenciaría a la D614, la que surgió en China.

Se cree que si bien la variante que está presente en el planeta es más contagiosa, sería menos letal que su antecesora.

Esta evolución del coronavirus podría complicar el desarrollo de la decena de proyectos de vacunas alrededor del mundo, ya que se cree que no entregaría inmunidad ante una nueva mutación. Sin embargo, esto no sería del todo correcto.

Un estudio de la Universidad de Bolonia, el que fue publicado por Frontiers in Microbiology, revisó 48.635 genomas del virus, aislados por investigadores en laboratorios de todo el mundo, determinando que tiene poca variabilidad en todos los territorios. Aquello permitiría elaborar una inyección universal.

En este aspecto, Acevedo expresó que a pesar de la aparición del primer paciente reinfectado con COVID-19, puede haber una “esperanza dentro de la cautela”, ya que las vacunas generalmente tienen más de un virus y se actualizan constantemente.

“La vacuna contra la influenza, por ejemplo, va cambiando de receta durante todos los años. En este caso, si se presenta una variable G614-A y otra G614-B, la vacuna debería tener las dos”, expresó el experto, quien destaca que los principales laboratorios están realizando sus ensayos en humanos en diversos países.

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