¿Baja en los testeos o en los contagios? Las dudas y teorías tras disminución de casos positivos de VIH

La subsecretaria de Salud Pública, Paula Daza, afirmó que existe una disminución en los casos de VIH registrados en lo que va de este año en país. Según los datos del Instituto de Salud Pública (ISP), publicados por El Mercurio, entre enero y mayo se detectaron 1.995 casos a nivel nacional. Mientras que entre enero y septiembre de 2019 se alcanzaron los 5.331 personas diagnosticadas.

Sin embargo, éstas cifras estarían lejos de ser prometedoras, ya que podrían corresponder a una fuerte disminución en los testeos, originada principalmente por la emergencia sanitaria que atraviesa el país por la pandemia del COVID-19.

Leonardo Arenas, coordinador para Chile de Aids Healthcare Foundation (AHF), organización que busca garantizar la prevención, detección y tratamiento de VIH/Sida, explicó a EL DÍNAMO que “es cierto que los testeos han bajado. Ahora, yo discutiría si esto es una buena o mala noticia respecto a si hay menos notificados confirmados de VIH por el ISP”.

Arenas argumenta que hasta agosto de este año, la organización ha efectuado 325 exámenes, mientras que en la misma fecha del 2019, se alcanzaron los 2031. Es decir, bajaron un 84%. Lo que también se repitió en otros recintos de salud, como UC Christus que informó al mencionado medio que han disminuido en un 36%.

En ese contexto, explicó que esta situación no va en la dirección correcta para el cumplimiento de los objetivos 90-90-90 al año 2020 de ONUSIDA. En concreto, el plan busca que los países logren que el 90% de las personas que viven con el VIH conozcan su estado serológico; que el 90% de las personas diagnosticadas con VIH reciban su tratamiento; y que el 90% de las personas que están con terapia antirretroviral, tengan supresión viral.

“Esperamos que todas las personas que tengan VIH estén en tratamiento, y además de que tengan alta adherencia al tratamiento, y tengan supresión viral”, sostiene. Asimismo, argumentó que el proceso para diagnosticar la infección sigue siendo muy lento en Chile, lo que es un obstáculo para la temprana detección.

“Desde que se toma la muestra sanguínea, para posteriormente ser enviada al ISP, hasta que la persona ingresa al sistema hospitalario puede demorar hasta 120 días (…) eso, nosotros lo hacemos en 35 días”, indicó Arenas.

Daza confirmó a El Mercurio que se redujo un 22% el número de exámenes VIH en comparación al año pasado. Entre enero y junio se concretaron 590.732 exámenes, mientras que en mismo periodo de 2019 hubo 759.881.

Pese a las cifras, Daza sostuvo que la bajada no se debe a la disminución en los testeos, sino que teorizó con el hecho de que la cuarentena mantiene a las personas en sus casas, por lo que no tendrían el mismo riesgo de contagio. “Pero yo no puedo hacer una conclusión de eso, porque creo que es muy prematuro”, agregó.

Un mal enfoque y falta de medicamentos

El coordinador de AHF explicó que el hecho de que hayan aumentado las cifras de  personas que viven con VIH “es una buena noticia. No es una mala noticia como nos han dicho todos estos años, porque hemos ido a buscar a las personas que no sabían que vivían con VIH”.

En esa línea, destaca que tras la introducción del test rápido se alcanzaron niveles de detección “bastante importantes”. Sin embargo, aún no se realizan campañas que lleguen de forma efectiva a posibles contagiados o personas más expuestas a contraer la infección.

“La campaña de verano del 2019 tuvo 0,25 de positividad, cuando la incidencia nacional es de o,56. Es decir, encontraron menos gente de la media que tiene la población. Todo esto es porque han enfocado las campañas de testeo masivas en la población general”, explicó.

Leonardo Arenas sostuvo que el VIH impacta “mayoritariamente a hombres homosexuales y mujeres trans. No porque sean gays, sino que por las prácticas sexuales que los pone en riesgo”. Asimismo, sostuvo que la preocupación principal que existe hoy es cómo ampliar los servicios de atención.

El representante de AHF en Chile argumentó que es importante que las personas se realicen los exámenes a tiempo y que los centros asistenciales y hospitales reactiven la entrega de medicamentos y terapias para los pacientes.

Durante los primeros meses la subsecretaría y la Cenabast sostenían ante la prensa que no existían problemas con los stocks de medicamentos y terapias para personas que viven con VIH. No obstante, en junio Daza reconoció que efectivamente existía un retraso en los vuelos que transportan estos medicamentos, por lo que no se habían estado distribuyendo en los centros de salud.

“Lo que hay que hacer ahora es una campaña intensiva para que la gente se tome el examen, si es que ha estado en riesgo (…) Yo no tengo antecedentes, pero lo que dice la subsecretaria que posiblemente tengamos menos VIH dado el confinamiento. Es probable. Va a ser una hipótesis que se podría probar cuando se tengan los datos. Pero por ahora lo que se necesita es que se activen los servicios de atención”, indicó Arenas.

Además, recalca que lo ideal es que la persona conozca su situación de salud lo antes posible. “Desde la situación de riesgo, sexo sin condón con alguna persona de la que se desconoce su condición, se debe dejar pasar entre 15 a 20 días antes de aplicar un test”.

“Sabemos que al menor tiempo posible que sea detectado, la persona tendrá una esperanza de vida, una calidad de vida igual a la del promedio general. En buenas condiciones, es una enfermedad crónica, no mortal”, agrega.

Durante los primeros meses la subsecretaría y la Cenabast sostenían ante la prensa que no existían problemas con los stocks de medicamentos y terapias para personas que viven con VIH. No obstante, en junio Daza reconoció que efectivamente existía un retraso en los vuelos que transportan estos medicamentos, por lo que no se habían estado entregando en los centros de salud.

Finalmente, el coordinador de AHF  destaca que en el contexto que se vive por el coronavirus, sería valioso disponer de un  auto-test que las personas puedan adquirir en las farmacias y aplicarlo en sus casas en los tiempos correspondientes para detectar la infección y recurrir a los centros de salud para recibir las atenciones necesarias.

“Creemos que las personas deberían disponer de una batería de ofertas, con el fin de que ellos puedan decidir cuál les acomoda más”, concluyó.