Los alcances de la crisis que atraviesan los jardines infantiles particulares y las posibles soluciones
Tras la suspensión de las clases presenciales y la pérdida de empleos, muchos apoderados dejaron de pagar las mensualidades de estos establecimientos, los cuales hoy apelan a una ayuda por parte del Estado.
A pocos días de que se cumplan seis meses desde la suspensión de las clases presenciales a nivel nacional, los jardines infantiles particulares se encuentran inmersos en una crisis que ha obligado a muchos a cerrar sus puertas para siempre y a otros a jugarse sus últimas cartas para subsistir.
Por lo mismo, quienes integran la agrupación Jardines Particulares Unidos, que reúne a 540 establecimientos del país, marcharon este miércoles desde Plaza Ñuñoa hasta La Moneda, con el fin de hacer oír sus peticiones, recopiladas en un proyecto que apela a un subsidio por estudiante y del cual esperan que el Ejecutivo se haga parte.
El complejo escenario
Según estiman desde la agrupación Jardines Particulares Unidos, un 44% de los establecimientos de este tipo habrían cerrado al mes de julio y se prevé que otro 44% lo haga entre septiembre y octubre, es decir, un 88% de los jardines infantiles particulares del país desaparecería de aquí a octubre.
Tras ello, cerca de 122 mil niños y niñas podrían quedar sin recibir educación inicial, a lo que se suma que 34 mil funcionarios de esta área perderían sus puestos de trabajo. Así lo señaló a EL DÍNAMO la representante de dicha agrupación, Marcela Olivares, quien agregó que esto “indudablemente va a impactar en las familias y en los niños; ese es el problema más grave y del que efectivamente las autoridades no han querido hacerse cargo”.
Ante esta situación, que Olivares describe como una “tragedia”, la solución sería el proyecto que presentó la agrupación con el apoyo del diputado y miembro de la Comisión de Educación, Rodrigo González (PPD), el cual plantea la entrega de un subsidio -al menos hasta marzo de 2021- de $280.000 por estudiante, mismo monto que reciben los jardines públicos por cada alumno, según explicó la representante de Jardines Particulares Unidos.
En esa línea, Marcela Olivares fue enfática en afirmar que eso es precisamente lo que necesitan para subsistir en medio de la pandemia, donde -debido a la crisis económica- muchos apoderados no han podido seguir pagando las mensualidades, mientras otros han continuado aportando, pero con montos mucho menores.
“Este proyecto llegó a manos del Presidente de la República el 6 de agosto, y desde esa fecha nosotros estamos apelando para que tome una decisión frente a la terrible situación económica en la que nos encontramos”, agregó Olivares.
Sin embargo, desde la Subsecretaría de Educación Parvularia señalan que existen otras instancias de ayuda económica, como son los créditos Fogape o Sercotec.“Desde el primer momento, como Gobierno, hemos estado disponibles y abocados a ayudar a los jardines infantiles privados, a través de tales instrumentos. El Fogape ha tenido una aprobación de alrededor de un 66%, con 24 millones de pesos promedio, esos son datos al 31 de agosto recién pasado. Y por otra parte, el Sercotec también ha sido positivo y se lo han ganado muchos sostenedores”, explicó la subsecretaria de Educación Parvularia, María José Castro.
Pero, según Marcela Olivares, la realidad es que a la mayoría de los jardines infantiles particulares les han rechazado el Fogape. Esto, “porque la banca considera que no somos objeto de crédito, nos consideran vulnerables y así lo han dicho literalmente”, añadió la representante del gremio de establecimientos privados.
Mientras que, con respecto a Sercotec, sucedería algo similar: “La verdad es que nosotros tenemos en nuestros registros que se rechazó al 100% de las que postulamos”, puntualizó Olivares.
Por otro lado, la subsecretaria Castro también señaló que habría otra solución frente a la crisis que atraviesan los establecimientos de educación inicial privados, la cual estaría en el proyecto de subvenciones de niveles medios que se presentó el año pasado.
“Las agrupaciones de jardines infantiles han estado pidiendo al Gobierno que los apoye a través de una subvención. Es importante señalar que en enero de 2019 el Presidente ingresó al Congreso un proyecto de subvenciones de niveles medio que, de prosperar, podría ser efectivamente una ayuda para los jardines infantiles privados”.
No obstante, para la agrupación Jardines Particulares Unidos esta no sería una solución viable, ya que dicho proyecto también plantea que los niños y niñas puedan ingresar al colegio a partir de los dos años de edad. “Eso no existe en ningún país del mundo y significaría el fin de la educación parvularia en Chile. Además, es un proyecto que desconoce los avances, los estudios científicos, las investigaciones sobre las necesidades que los niños y niñas tienen en sus primeros años de vida”, agregó Olivares.