Trata de personas: la compleja investigación detrás de un silencioso delito
Desde que tipificó este delito en la ley, en 2011, se han identificado a más de 200 personas que han sido víctimas de estas situaciones denominadas como la ”esclavitud moderna”.
Al menos tres casos de trata de personas han motivado investigaciones por parte del Ministerio Público y las policías, los cuales también han impactado a comunidades de distintos puntos del país, debido a la crueldad a la que se enfrentan las víctimas.
Entre aquellos casos está el de una mujer vietnamita que fue obligada a trabajar durante dos años y siete meses sin sueldo, luego de que le arrebataran su pasaporte y la forzaron a permanecer en una vivienda en la comuna de Cabildo, en la Región de Valparaíso.
Fue la denuncia de vecinos la que permitió que las autoridades pudiesen actuar y detener a dos ciudadanos chinos, quienes la habrían hecho atender un local administrado por ellos. En el transcurso de dicho tiempo, la mujer quedó embarazada y debió trabajar todo el tiempo de gestación y luego de tener al bebé, a los dos días tuvo que volver a sus labores.
Los residentes del sector viralizaron por redes sociales la situación de la mujer, cuando ella fue expulsada de la casa y quedó en la calle solo con las pocas cosas que tenía.
En febrero de este año, la Brigada Investigadora de Trata de Personas (Britrap) de la PDI reveló que en los últimos tres años las víctimas por este tipo de delitos aumentaron en un 1.300% . Actualmente, y ante el cierre de fronteras por la pandemia, los casos se redujeron considerablemente, según lo revelado por la policía a EL DÍNAMO.
En concreto, y desde la entrada en vigencia de la Ley N° 20.507 que tipificó el delito en 2011, hasta el pasado 31 de diciembre de 2019, se han identificado 122 víctimas hombres, todos por trata laboral, que representan el 46% del total y 145 víctimas mujeres, en su mayoría con fines de explotación sexual, que corresponden al 54%. De este total, 20 son niños, niñas y adolescentes, según lo informado por el Servicio Nacional de Menores (Sename).
Sin embargo, durante los últimos días también se ha registrado un aumento en el ingreso ilegal de personas por el norte del país, lo que puso en alerta a las autoridades. Incluso el ministro de Relaciones Exteriores, Andrés Allamand, señaló que se se reforzarán los controles fronterizos. Esta situación, según explican desde la PDI, también podría derivar en algún caso de trata de personas.
Una compleja investigación
Giordano Lanzarini, jefe de la Brigada Investigadora de Trata y Tráfico de Personas, explicó a EL DÍNAMO que en los casos de trata de personas con fines de trabajos forzados, generalmente son personas que ingresan de manera irregular al país captados por un integrante de la banda criminal.
“En ocasiones los ingresan como turistas, les prometen un buen trabajo acá en Chile y finalmente, como son extranjeros e ingresan con un fin distinto con el que señalaron en su ingreso, caen en manos de estas personas que los someten bajo algún tipo de amenaza, engaño y aprovechamiento de la situación de vulnerabilidad de las víctimas”, relató Lanzarini.
El jefe de la Britrap ejemplificó esta situación con otro de los casos de trata de personas que se ha descubierto este año, y que terminó con un chileno y un tailandés detenidos, quienes tenían a 16 migrantes de Tailandia viviendo en precarias condiciones y trabajando de forma ilegal en sucursales del restaurante Lai Thai.
“Ellos fueron traídos a Chile como turistas, pero ellos sabían que los traían a trabajar a una cadena de restaurantes con muy buenas condiciones, pero cuando llegan acá la realidad era totalmente diferente”, Añadió.
El subprefecto explica que es compleja la investigación de estos casos, ya que en muchas ocasiones las víctimas no tienen un conocimiento del idioma, por lo que no pueden denunciar directamente. Además, son constantemente amenazados con que serán capturados por la policía por su condición de ilegalidad, por lo que temen acudir a las autoridades.
En la mayoría de los casos les quitan sus documentos, si es que cuentan con alguno, imposibilitándoles identificarse. Además, del desconocimiento de la sociedad chilena sobre la trata de personas.
Todo esto, comienza a cerrar las posibilidades de que la PDI logre identificar a las víctimas y rescatarlas de la llamada “esclavitud moderna”.
“Es muy complejo para nosotros, como brigada especializada, poder obtener la denuncia porque no es muy conocido por la sociedad lo que es la trata de personas. En general las personas creen que se trata de gente que está encerrada en un calabozo, pero no es así. Por eso se llama esclavitud moderna”, argumenta.
Lanzarini detalló que muchas de las alertas por estos delitos llegan por medio del programa Denuncia Seguro, de la Subsecretaría de Prevención del Delito; otras son realizadas por algunas ONG o medios de comunicación, redes sociales y sitios web.
“Tenemos una oficina donde hay gente que está todo el día navegando y buscando algún indicio de estos casos, ahí nosotros automáticamente levantamos la denuncia y comenzamos a investigar. Ahora, las investigaciones de trata de personas son muy complicadas y se hacen siempre bajo el modelo de investigación de crimen organizado, por eso son de larga data”, aseveró.
El jefe de la Britrap explicó que la institución tiene un amplio conocimiento sobre las situaciones ligadas a estos delitos en otros países, ya que mantienen constantes reuniones con la Organización Internacional de Policía Criminal (Interpol), y en ese contexto explica que Chile es un destino preferido por las víctimas -mayormente de Asia y Latinoamérica- para intentar surgir.
El subprefecto agrega que generalmente las personas son captadas por un integrante de la banda de su misma nacionalidad, quien le propone las opciones de trabajos o en otros casos las de prostitución en lujosas viviendas.
