OEA: un paso en el camino correcto para proteger a los pueblos de sus colonizadores endógenos
"El 10 de octubre, el Secretario General de la OEA, informa que designó al abogado internacional de derechos humanos Jared Genser, como Asesor Especial sobre la Responsabilidad de Proteger (R2P)".
Braulio Jatar es Abogado, comunicador, escritor
En nuestra anterior entrega, escribíamos sobre la necesidad que tiene la ONU de actualizar el denominado derecho a la “autodeterminación de los pueblos”, el cual emergió en 1945 como un PRINCIPIO liberador de los pueblos colonizados especialmente en África y Asia, para transformarse en DERECHO cuando el coloniaje dejó de ser una realidad y esos países, ahora independientes, forman parte de la comunidad internacional. Pero la norma internacional ha dejado de evolucionar, a pesar del cúmulo de pruebas que evidencian, que cruentos tiranos se han convertido en “colonizadores endógenos”.
El término colonizador es sinónimo de controlar y explotar las riquezas de tierras ajenas. Sólo en África podemos nombrar por lo menos diez tiranos, que durante su dictadura se han beneficiado de las riquezas de su territorio, someten con violencia a la mayoría, cometen actos de esclavitud interna, realizan limpieza étnica, privan a su población de elecciones libres y/o cometieron crímenes de lesa humanidad. Zinedine Ben Ali (Túnez), Idi Amin (Uganda) conocido como “el Calígula del África”; Jean Bedel Bokassa (República Centroafricana), Teodoro Obiang Nguema (Guinea Ecuatorial), Gnassingbe Eyadema (Togo), Robert Mugabe (Zimbabue), Omar Bongo (Gabón), apodado “el dinosaurio de los dictadores”; Paul Biya (Camerún), Hosni Mubrak (Egipto), y Muammar Kadafi (Libia). Todos autócratas africanos que se subrogaron en el puesto del colonizador externo, y usaron el derecho de autodeterminación para perpetuarse en el poder a la fuerza.
El derecho denominado R2P (Responsabilidad de Proteger), convertido recientemente en derecho internacional por la ONU, es un importante avance pero al sujetarlo a un acuerdo en el Consejo de Seguridad, donde las grandes potencias tienen derecho a veto, lo convierte en un procedimiento politizado, ajeno del interés de los pueblos víctimas de quienes los gobiernan en contra de su voluntad. ¿Puede un pueblo subyugado por un tirano autodeterminarse? La respuesta es obvia.
El 10 de octubre, el Secretario General de la OEA, informa que designó al abogado internacional de derechos humanos Jared Genser, como Asesor Especial sobre la Responsabilidad de Proteger (R2P). En la nota de prensa se agrega: “La OEA no puede permanecer en silencio y convertirse en otro espectador internacional de las atrocidades masivas pasadas y en curso”.
Cuando un secuestrador se apodera de sus rehenes, un negociador se hace presente, y busca usando una técnica especial, el convencerlo de liberarlos sin muertes innecesarias. Pero, no hay negociación que dure eternamente, tarde o temprano la fuerza externa tiene que entrar en acción.
El presidente de Argentina ha explicado el sorpresivo voto de su representante en la ONU, a favor del informe de una comisión independiente designada de la Alta Comisionada Michelle Bachelet, en el que se denuncian crímenes de lesa humanidad en Venezuela. Fernández en reciente declaración a un medio de comunicación ha indicado que la solución al problema de Venezuela tiene cuatro reglas básicas: primero, es un problema de los venezolanos. Segundo, no hay derecho a entrometerse en la vida de los venezolanos. Tercero, es inadmisible una intervención militar. Cuarto, haremos todo lo que esté a nuestro alcance para favorecer el diálogo y que los venezolanos encuentren una solución.
El presidente de Argentina dice sobre la violación de los DDHH que en “la Argentina costó 30.000 vidas y para mí no es un tema menor”. La preguntas que habrá que hacerles a otros como él son: primero, ¿cuántos tienen que morir para que intervengan una fuerza superior a la que somete a su pueblo? Segundo, ¿cuántas muertes se hubieran evitado en Argentina si se hubiera hecho una intervención a tiempo? Tercero, ¿el derecho de autodeterminación es para proteger gobernantes o al pueblo? Cuarto, ¿con un referendo protegido, transparente y vigilado por organismos internacionales, no es una mejor forma de saber lo que quieren los pueblos, en lugar de preguntarle a quienes los someten?
La OEA está dando los pasos correctos, los secuestradores, tiranos o colonizadores endógenos, no pueden someter, encarcelar o asesinar a sus ciudadanos, arropándose con un derecho creado para proteger los pueblos, no a ellos.