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Actualizado el 20 de Octubre de 2020

El oscuro rol que jugó la Parroquia La Asunción durante la dictadura

La casa parroquial de la sede religiosa alojó a la Unidad de Computación de la CNI.

Por Hernán Claro
Parroquia La Asunción
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Tras un brutal ataque incendiario durante el aniversario del 18 de octubre, la Parroquia de la Asunción ubicada en Vicuña Mackenna 69 quedó destruida y miles de personas vieron el derrumbe de la cúpula central que daba vida a la estructura. La acción no sólo fue condenada por autoridades de Gobierno y del Arzobispado de Santiago, sino que además, acabó con los 144 años de historia de la instalación.

Se trata de uno de los edificios más antiguos del país y al mismo tiempo de un sitio cargado de historia, donde también en 2019 un grupo de encapuchados atacó las instalaciones.

Durante la dictadura militar de Augusto Pinochet, la casa parroquial emplazada en el mismo terreno alojó a funcionarios de la Central Nacional de Informaciones (CNI), según contó en “Picando Papeles”, el escritor y periodista Manuel Salazar Salvo.

La vinculación entre la casa parroquial de La Asunción y el régimen militar comenzó en 1977 cuando fue nombrado como director de la CNI Odlanier Mena, en reemplazo del ex jefe de la DINA (Dirección de Inteligencia Nacional), Manuel Contreras, quien por esos años era investigado por el asesinato de Orlando Letelier.

Mena tomó la decisión de convertir el primer piso de la sede religiosa en la base central de la Unidad de Computación de la CNI. La misión de los funcionarios del organismo era desarrollar un archivo con el propósito de procesar y centralizar el trabajo de búsqueda de los opositores a la dictadura.

Este fin de semana y tras ser atacada por encapuchados la Parroquia de La Asunción perdió su aguja.

Sedes secretas que sirvieron para recopilar información

Al respecto, el doctor en historia y académico de la Universidad Central, Jorge Olguín, contó a EL DÍNAMO que Vicuña Mackenna 69 fue ocupada por el sistema de inteligencia de la dictadura debido a su cercanía con el cuartel central de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), que antecedió a la CNI, ubicado en la ex calle Belgrado hoy llamada Periodista José Carrasco Tapia.

Hoy en José Carrasco está la sede de la Fech (Federación de Estudiantes de la U. de Chile) y se puede apreciar que la casona conecta con la avenida Vicuña Mackenna, por lo que que todo el barrio fue un sitio estratégico para ubicar los departamentos de la unidad de inteligencia.

“Este cuartel central llegaba hasta Vicuña Mackenna donde daba a varios de los departamentos exteriores de la DINA, allí estaban los analistas de asuntos exteriores, analistas de computación, entre otros puestos estratégicos. La DINA llegó a tener miles de agentes, no era un grupo pequeño. Ellos tenían la centralización de las operaciones que denominaban ‘lucha contra insurgentes’ a fines de los años 70. Se habla de que varios de estos inmuebles fueron usados para estas funciones”, explicó Olguín.

¿Centro de tortura?

Otra de las tesis que se han instalado respecto al terreno de la Parroquia de La Asunción es que justo en la casona parroquial se habrían detenido y torturado a opositores, pese a que la dirección Vicuña Mackenna 69 no está incluida dentro de los registros de la Comisión Nacional sobre Prisión Política y Tortura (Comisión Valech).

El académico del Instituto de Estudios Avanzados (IEA) de la Universidad de Santiago, José Santos, contó que en un tour que realizó en 2017 para el documental “Lugares desaparecidos. Rastros de los centros de tortura y exterminio en Santiago” incluyó a Vicuña Mackenna Nº69 dentro de los lugares donde se habrían cometido violaciones a los derechos humanos.

Según indicó el especialista, el recinto presentaría las características para haber sido usado como centro de detención y tortura ya que, “la mayoría de los lugares donde se torturó durante la dictadura fueron espacios que tenían otras funciones que se usaron para eso. En este caso había una casa parroquial”.

“La dictadura casi no construyó lugares específicos con estos fines. Se usaron inmuebles que ya existían como el Estadio Nacional. Hasta entonces yo sabía que hospitales, colegios y buques fueron centros de detención y tortura, pero nunca una casa parroquial de una iglesia”, continuó.

Sin embargo, el uso de los terrenos de la Parroquia La Asunción para torturas fue descartado a EL DÍNAMO por el abogado de derechos humanos y ex miembro de la Vicaría de la Solidaridad, Nelson Caucoto, quien afirmó que “no existe ningún dato de esa naturaleza que confirme el uso de este inmueble para detención y tortura“.

Según relató el abogado, “jamás he escuchado una cosa como esa. Yo he estado todos los días de mi vida recreando la mente con los lugares que fueron recintos de detención y tortura, pero esa dirección no aparece en ninguna parte. Le puedo asegurar que nunca he recibido una información de esa naturaleza”.

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