El abrazo entre José Mujica y Julio Sanguinetti que marca el fin de una era política en Uruguay
Ambos estuvieron en veredas opuestas, pero al momento de retirarse se elogiaron mutuamente.
Los ex presidentes de Uruguay, Julio María Sanguinetti y José “Pepe” Mujica, líderes y adversarios políticos, renunciaron esta semana a sus escaños en el Senado y anunciaron su retiro de la política.
La despedida de los octogenarios líderes ha sido elogiada en gran parte América Latina por enviar un mensaje de civilidad y unidad democrática en medio de un mundo político cada vez más polarizado.
“Estuvo en la guerra, hizo la paz y como dijo hoy abandonó el odio porque eso embrutece. No ha cultivado la revancha, el enojo, las viejas diferencias. Todo lo contrario y ese es un aporte. Todo lo demás pueden ser diferencias porque somos muy distintos”, dijo Julio María Sanguinetti sobre Pepe Mujica en el discurso de despedida.
Mujica señaló que cuando se abrazó con Sanguinetti tras sus discursos “lo hice naturalmente, espontáneamente, es mentira que todo se piensa. Éramos dos viejos que estábamos en una despedida y pensé que pegaba. Lo sentí”, señaló.
Como un “gesto único”, “reflejo de la democracia” o “un día histórico” resumieron los legisladores la sesión donde los ex presidentes de Uruguay renunciaron a sus escaños.
“Estos destacados uruguayos que nacieron a mitad de los años 30, se van juntos del Senado para dejar su banca a sus suplentes respectivos y empujar una renovación partidaria”, indicó La Nación de Argentina.
La pandemia adelantó los planes de Mujica
José “Pepe” Mujica, de 85 años, renunció al Senado de Uruguay en una decisión precipitada por la pandemia del coronavirus. Al realizar su discurso, dijo que en la vida “hay un tiempo para llegar y un tiempo para irse”. Mujica, que lideró el país entre 2010 y 2015, aprovechó la ocasión para dedicarle un mensaje a los jóvenes: “Triunfar en la vida no es ganar. Triunfar en la vida es levantarse y volver a empezar cada vez que uno cae”.
Con un pasado como militante tupamaro que lo llevó a estar detenido en condiciones infrahumanas durante la dictadura uruguaya (1973-1985), Mujica fue el senador más votado en las últimas elecciones con el Movimiento de Participación Popular, partido que integra el Frente Amplio.
“Me ha echado la pandemia. Esto significa el abandono de la primera fila por entender que un dirigente es el que deja gente que lo supera con ventaja. Me voy agradecido, con muchos recuerdos y honda nostalgia”, señaló.
“Me encanta la política y no quisiera irme, pero más me encanta la vida. Y como estoy para salir, trato de estirar los minutos que me quedan. Qué defecto, ¿eh?”, expresó Mujica.
José Mujica fue el primero en retirarse del Senado. Emocionado, dio su discurso de despedida con la voz pausada, tras las palabras de varios legisladores que lo elogiaron. “Ser senador es hablar con gente y andar por todos lados. Estoy amenazado por todos lados: por la vejez y por mi enfermedad inmunológica crónica. Si mañana hay una vacuna (contra el coronavirus), no me puedo vacunar”, indicó.
“En mi jardín hace décadas que no cultivo el odio. Aprendí una dura lección que me puso la vida. El odio termina estupidizando”, concluyó.
Sanguinetti el líder tras la dictadura
Julio María Sanguinetti, de 84 años, fue el primer Presidente del país tras 12 años de dictadura. Lideró Uruguay entre los años 1985-1990 y 1995-2000, y al igual que Mujica, esta semana se despidió de su vida legislativa.
Durante su despedida, Sanguinetti hizo especial hincapié en la democracia: “En la democracia es más importante salir que entrar, bajar que subir, porque la democracia se basa, como dice mi amigo Felipe González, en una ética de la derrota, en asumir en lo interior la verdad del voto popular”.
“Vivimos tiempos complejos. El ciudadano se siente representado por sí mismo. El concepto de representación política hoy está en crisis. El ciudadano hace un Facebook y con eso cree que es partícipe de un diálogo universal. Más que nunca debemos aferrarnos a las ideas. Si los sentimientos y pasiones articulan la lealtad a lo largo del tiempo, son las ideas que siguen moviendo”, añadió.
Pese a que Sanguinetti y Mujica estuvieron en veredas opuestas durante toda su trayectoria, tanto ideológicamente como en su forma de vida, al momento de la despedida, eso no importó y los elogios de uno hacia el otro no se hicieron esperar.
“Habiendo estado tan enfrentados como pudimos estar en un momento con Mujica, hoy podemos decir como Octavio Paz que ‘la inteligencia al fin encarga, se reconcilian las dos mitades enemigas y la conciencia espejo se licua, vuelve a ser fuente manantial de fábulas: hombre, árbol de imágenes, palabras que son flores, que son frutos, que son actos'”, finalizó Sanguinetti en su discurso ante los aplausos de todos los que estaban en el Senado de Uruguay.