El orden que no llegó: los 22 meses de Mario Rozas al mando de Carabineros
El renunciado general director tenía la misión de recobrar la confianza en Carabineros luego del asesinato de Camilo Catrillanca, un caso que se sumó a la polémica ocasionada por el fraude al interior de la institución y la fallida Operación Huracán.
“Estoy seguro de que con su experiencia, guiará a Carabineros por el camino de la modernización y las grandes reformas”. De esta forma, el 21 de diciembre de 2018, el Presidente Sebastián Piñera anunciaba a Mario Rozas como nuevo general director de Carabineros, dándole la misión de recuperar el prestigio de la institución, algo que no pudo lograr en los 22 meses que estuvo al mando.
El entonces director de Bienestar de Carabineros y ex edecán de Piñera durante el primer mandato asumía así el puesto de Hermes Soto, a quien el mismo Presidente le había pedido la renuncia tras el asesinato de Camilo Catrillanca, un caso que se sumó a la polémica ocasionada por el fraude al interior de la institución y la fallida Operación Huracán.
Rozas, egresado de la Escuela de Carabineros en 1987 y ex agregado de Carabineros en España, dio su primer discurso como jefe de la institución, afirmando que “nos hemos hecho carabineros para servir a la comunidad, por lo tanto ese es nuestro trabajo y lo sabemos hacer bastante bien”.
Primeros meses
Una de las primeras medidas de Mario Rozas al asumir el mando fue dejar atrás el millonario fraude, la Operación Huracán y el asesinato a Camilo Catrillanca volviendo al eslogan tradicional de Carabineros –Orden y Patria– que su antecesor había cambiado por “Más cerca de ti”.
La idea era retornar a Carabineros a sus orígenes y tratar de reconquistar a la ciudadanía. Sin embargo, rápidamente generó críticas por apoyar los controles de identidad desde los 14 años y por el actuar policial en la zona sur poniente de la capital ante los llamados “narcofunerales“.
También enfrentó la formalización de 12 funcionarios policiales acusados de torturas, apremios ilegítimos, detención ilegal y falsificación de instrumento público contra comerciantes ambulantes del Barrio Meiggs, instancia en que Roza aseguró que “esperamos erradicar este tipo de conductas que se le están imputando a estos integrantes de la institución”.
Asimismo, se le asignó la tarea de mejorar los protocolos de seguridad de Carabineros tras la explosión de un artefacto en una comisaría de Huechuraba, incidente que dejó a 8 carabineros heridos, cambios institucionales que quedaron paralizados en octubre de 2019.
Estallido social
La noche del 18 de octubre cambió el rumbo en la dirección de Mario Rozas al mando de Carabineros. El general se convirtió en blanco de críticas y acciones judiciales ante el actuar policial en las protestas ciudadanas, generando así los primeros rumores de renuncia.
La Comisión Chilena de Derechos Humanos (CCHDH) interpuso un recurso de amparo por vulnerar el derecho a la libertad personal y seguridad individual de todas las personas que hayan sido detenidas en el contexto del estallido social. Luego, el Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) aumentaría los cuestionamientos, afirmando que entre el 18 de octubre y el 15 de noviembre se registraron 2.381 personas heridas, de las cuales 886 fueron alcanzadas por perdigones.
Mario Rozas defendió a Carabineros, descartando cualquier vulneración a los Derechos Humanos. “Somos una institución que adopta 14 millones de procedimientos al año. Con esa cantidad de procedimientos, se comete errores, pero en un rango bastante, bastante aceptable“, dijo el general director tras las denuncia de violencia policial.
Las exigencias de renuncias aumentaron cuando se dio a conocer el audio de una conversación que tuvo Mario Rozas con funcionarios de Carabineros, discurso en el alto mando aseguraba que no daría de baja a ningún funcionario cuestionado por el procedimiento policial, encuentro que coincidió con la lesión a Gustavo Gatica.
“Hay algunas cosas que les quiero decir: tienen todo el apoyo y respaldo de este general director. Cómo lo demuestro: a nadie voy a dar de baja por procedimiento policial. Aunque me obliguen, no lo voy a hacer”, se escuchaba en el audio filtrado, declaraciones que generaron inmediata reacción del mundo político.
Respaldo del Gobierno
A mediados de noviembre de 2019, poco antes de que Mario Rozas cumpliera un año al mando de Carabineros, los diputados Raúl Soto (PPD) y Jorge Brito (RD) entregaron una carta dirigida al Presidente Sebastián Piñera para la remoción del general director.
Sin embargo, la entonces vocera de Gobierno, Karla Rubilar, respondió a la solicitud indicando a la prensa que que Rozas “cuenta con la confianza del Presidente“.
“Nosotros estamos muy agradecidos del trabajo de la inmensa mayoría de carabineros, que han salido a cuidar a los chilenos. Con la misma fuerza, por supuesto que no se toleran los abusos, los excesos, las salidas de protocolo”, agregó Rubilar.
Poco después, Mario Rozas hizo cambios en Carabineros, pero mantuvo su Plana Mayor. Ese día dejó la institución el jefe de la Zona Control Orden Público e Intervención, general Jorge Ávila Corvalán, quien es investigado por la Contraloría por presuntas responsabilidad administrativa en el actuar policial tras el estallido social.
Academia de Ciencias Policiales
El primer mes de 2020 ocupó a Rozas en acusaciones en su contra por la muerte de un hincha de Colo Colo atropellado por un efectivo policial. Nuevamente Jorge Brito (RD) pidió la renuncia del general director, emplazando directamente al entonces ministro del Interior, Gonzalo Blumel.
“El ministro del Interior hoy tiene que decidir: o saca al general director de Carabineros o va a ser acusado constitucionalmente”, dijo el parlamentario, amenaza que cumplió pero la que no tuvo apoyo del resto de la oposición.
Si bien en marzo y abril de 2020 siguieron los cuestionamientos a Rozas, la situación sanitaria producto del coronavirus alivió parte de las tensiones entre el mundo político y carabineros, la que se retomó en agosto con la polémica decisión de cambiar el nombre de la Academia de Ciencias Policiales por el de a Rodolfo Stange, ex miembro de la Junta Militar.
Nuevamente surgieron las voces que pedían la renuncia del general director. Ante esto, Sebastián Piñera indicó que “la decisión de cambio de nombre de la academia la tomó el General Director de Carabineros y la revirtió el General Director de Carabineros”, sin responder, eso sí, si Mario Rozas continuaba teniendo su confianza.
Caso Mapocho
De cara al plebiscito constitucional, Carabinero fue nuevamente cuestionado por su accionar, esta vez siendo denunciado por “reprimir” a los adherentes del Apruebo y resguardar a los del Rechazo, siendo impulsores de esta acusación el senador PS Juan Pablo Letelier y la diputada Emilia Nuyado.
“Hemos visto resguardando y escoltando a marchas del Rechazo en plena cuarentena. En cambio, la represión que han realizado a las manifestaciones del Apruebo es inentendible, contra quienes incluso han utilizado agentes químicos y tóxicos para la salud de las personas”, indicó Letelier.
Nuyado agregó que “Carabineros se ha transformado en el guardián del Rechazo y en el matón que usa el gobierno para acallar a sus detractores”.
En medio de esta polémica fue cuando, el 2 de octubre de 2020 durante enfrentamientos en el puente Pío Nono, un joven de 16 años cayó al río Mapocho tras ser impactado por un efectivo de Carabineros.
Casi de inmediato la oposición emplazó al Gobierno para pedir la renuncia de Mario Rozas, incluso amenazando con rechazar el Presupuesto 2021 de no concretarse la salida del general director.
Última polémica
El pasado 6 de noviembre, el Gobierno confirmó a Mario Rozas como general director de Carabineros al momento de realizar cambios en el Alto Mando. Semanas antes, la autoridad había liderado las gestiones institucionales por el asesinato de Eugenio Nain, funcionario policial de La Araucanía, logrando un discurso en común con el Ejecutivo.
Sin embargo, sería el evento ocurrido durante la tarde del 18 de noviembre el que sellaría el futuro de Rozas al mando de Carabineros: efectivos dispararon en contra de dos adolescentes de 14 y 17 años, internos de una residencia del Sename en Talcahuano.
Las críticas de la oposición no se hicieron esperar, pero -a diferencia de las otras oportunidades- ahora se sumaban miembros de Renovación Nacional a solicitando públicamente la renuncia de Rozas, algo que parecía inminente.
Antes de las 09:00 horas del jueves, el general director de Carabineros llegó a La Moneda y presentó su renuncia al Presidente Sebastián Piñera y el ministro del Interior, Rodrigo Delgado.
“Tengo el mayor aprecio, admiración y gratitud por la labor que ha cumplido el general Rozas, una vida entera dedicada al servicio de Carabineros y en consecuencia de todos los chilenos”, dijo Piñera al anunciar su salida, mientras que el ahora ex director general se despidió en privado de la institución con un mensaje a los uniformados.
“Como última orden, como última petición, como último sentimiento hacia ustedes les quiero pedir que sigamos unidos, sigamos trabajando cohesionados y que apoyen al nuevo general director como lo hicieron conmigo (…) Me despido con un fuerte abrazo del hijo de un carabinero, del hijo de un suboficial mayor que fue educado para ser carabinero”, concluyó Rozas, terminando así con 699 días al mando de Carabineros.