Chile, el futuro y una red 5G confiable
Su potencial para mejorar la calidad de vida de las personas es enorme, pero también lo es el potencial de abuso. Garantizar redes 5G seguras es fundamental, porque quien controla sus datos controla su vida.
Jorge Alessandri es Diputado UDI
Entrando al último mes del primer año de esta década trato de poner sobre la mesa cosas positivas en un año repleto de malas noticias. Un inicio de año con la antesala de crisis social 2.0, al viejo refrán de “se te apareció marzo”, una pandemia que mes a mes nos fue sorprendiendo por su alcance geográfico, falta de preparación de los gobiernos, costo económico y aprovechamiento político. En el mundo, agregamos una guerra camuflada de “comercial” que mantuvo desenfocado al presidente Trump con su par Xi Jinping.
¿Qué batalla realmente estaba dándose?, ¿qué intereses escondía Huawei en su batalla por el 5G? El secretario de Estado Pompeo fue un férreo defensor de sus socios comerciales contra la intimidación china frente a prohibiciones de Huawei a sus redes 5G, así lo dejó de manifiesto en su apoyo a Reino Unido. Se perseguía así, un estado de vigilancia de hermano mayor orwelliano donde se rastrea a miles de millones de personas en todo el mundo, donde los datos entran, pero no salen.
En nuestra realidad local y latinoamericana las redes 5G debemos abordarlas como la verdadera oportunidad que esta conlleva. Chile puede retomar su liderazgo en la región siendo el primero en su implementación. Nuestro país merece acceso a tecnología abierta, innovadora y confiable que permita contribuir a la prosperidad de la nación. La tecnología inalámbrica de quinta generación, 5G, transformará la forma en que vivimos. Es un gran cambio de paradigma que impulsará todo, desde teléfonos inteligentes hasta automóviles autónomos y sistemas de generación de energía. Afectará cómo los chilenos trabajan, compran, aprenden, realizan operaciones bancarias, cultivan, se desplazan y reciben atención médica.
Su potencial para mejorar la calidad de vida de las personas es enorme, pero también lo es el potencial de abuso. Garantizar redes 5G seguras es fundamental, porque quien controla sus datos controla su vida. Los custodios de estas redes protegerán las telecomunicaciones, los datos en la nube y la infraestructura crítica que son vitales para nuestra economía y seguridad. Hay mucho en juego para nuestros operadores de telecomunicaciones porque una red comprometida podría poner en peligro la seguridad de toda nuestra nación.
En la actualidad, hay más de 50 países en la red limpia en todo el mundo, 25 de 27 países de la UE (Unión Europea), 27 de 30 aliados de la OTAN, 30 de 37 miembros de la OCDE, 11 de 12 naciones de los Tres Mares y 62 por ciento del PIB mundial a la que se unen la mayoría de las mayores empresas de telecomunicaciones como Telefónica en España, Orange en Francia, Telco Italia, Reliance en India, SK y KT en Corea, y todas las empresas de telecomunicaciones de Japón, Singapur, Australia y Estados Unidos. Todos países y empresas dispuesto a trabajar juntos en pro del crecimiento de sus economías, garantizando a su población acceso a tecnología, privacidad de la información, seguridad y confianza a través de la red 5G.
El futuro de Chile va de la mano de decisiones acertadas respecto de los proveedores de esta tecnología. La experiencia de sus usuarios será extraordinaria, estas redes permitirán aumentar exponencialmente el número de dispositivos conectados, conectividad total entre sus casas, autos, mobiliario urbano y mucho más compartiendo información en tiempo real, con tiempos de respuesta de la red (latencia) de solo 5 milisegundos, casi imperceptible para los humanos.
Y, ¿qué beneficios concretos conllevan estas nuevas tecnologías para Chile? Protegerá la seguridad nacional y los datos personales de sus ciudadanos; resguardará la propiedad intelectual de las empresas; acelerará la inversión del sector privado; Ppermitirá que empresas de alta tecnología, confiables y de clase mundial, abran o amplíen sus operaciones; establecerá un manto de seguridad de más de 50 países con ideas afines que representan dos tercios del PIB mundial; y permitirá a Chile demostrar su posición de liderazgo en América Latina siendo el primero.