Los 30 meses de la polémica gestión de Patricia Muñoz en la Defensoría de la Niñez
La actual defensora de la Niñez ha sido criticada por el uso de sus redes sociales, sus visitas a hogares de menores y gastos injustificados durante la pandemia.
A fines de junio del 2018, y tras la promulgación de la Ley 21.067 que creó la Defensoría de la Niñez -inició su tramitación durante el segundo Gobierno de Michelle Bachelet- asumió la dirección del organismo la abogada oriunda de Temuco Patricia Muñoz, quien a la fecha lleva 30 meses en el cargo.
La designación de Muñoz fue validada, dentro de diez candidatos, de forma unánime por 39 senadores. ¿La razón? Era una de las pocas postulantes que no tenía un domicilio político establecido, lo que generó consenso en la Cámara Alta.
Además, según dijo por esos días la senadora Adriana Muñoz (PPD), se le eligió “por su basta experiencia en el énfasis que pone la ley que establece como deber central el ser defensora de la infancia”.
Sin embargo, con el paso del tiempo, Patricia Muñoz perdió el apoyo del Congreso debido a su manera particular de abordar el estallido social y posterior pandemia del COVID-19.
Incluso, durante los últimos días, algunos diputados de Chile Vamos como Camila Flores (RN) y Tomás Fuentes (RN), comenzaron a reunir firmas al interior del oficialismo para removerla de su cargo. La petición también fue respaldada por el Partido Republicano y la UDI.
Según estableció la Ley 21.067, la defensora de la Niñez sólo puede ser sacada de su puesto por la Corte Suprema, previa orden del Presidente de la República o de un tercio de los integrantes de la Cámara Baja.
Las cifras que ponen en jaque a Patricia Muñoz
Más allá de las últimas polémicas que ha enfrentado la defensora de la Niñez, también ha sido criticada por la derecha y algunos sectores de la centroizquierda, debido su poco trabajo en terreno, altos gastos de la institución durante la pandemia y escaso apoyo legislativo de las denuncias que llegan al organismo.
De acuerdo al “Informe Anual 2020” que publicó hace un poco más de una semana la Defensoría respecto al trabajo realizado durante el 2020 han recibido más de 2.800 requerimientos de niños, niñas, adolescentes y de ciudadanos, de los cuales sólo 293 han terminado en algún tipo de acción judicial.
En detalle, 247 fueron denuncias ante el Ministerio Público, 27 querellas, 10 amicus curiae -recomendaciones-, 7 recursos de protección y sólo 2 recursos de amparo. El informe da cuenta de 23 visitas en terreno a residencias del Sename y centros de privación de libertad bajo la tutela del Estado.
Una cifra discreta pese a que la legislación que creó la Defensoría estableció que “está institución se encuentra obligada a denunciar vulneraciones de derechos de los niños, niñas o adolescentes (letra g del artículo 4°) y, de manera imperativa, como un deber especial del cargo de Defensor, para denunciar cualquier crimen o simple delito del que tome conocimiento en el ejercicio de sus funciones (artículo 16, inciso segundo)”.
Mientras que datos obtenidos en base a la Ley de Transparencia informan que antes de la pandemia sólo se realizaron cuatro visitas de forma presencial. Luego, entre marzo y julio del 2020 se agregaron 12 más por vía remota.
La situación incluso fue advertida a fines de agosto del presente año por la bancada de diputados de la Democracia Cristiana (DC), quienes enviaron un oficio de fiscalización a la Cámara en contra de la Defensoría de la Niñez. La misiva firmada por Miguel Ángel Calisto, Fernando Meza, Manuel Matta y Jorge Sabag, buscaba saber por qué desde la creación del organismo “sólo cuentan con una sentencia condenatoria“.
Los parlamentarios de la DC, además, pidieron explicaciones respecto al alto gasto en transporte, sobre todo durante el periodo más duro de la pandemia -entre marzo y julio-, donde se declararon cuarentenas obligatorias en todas las regiones del país y aún así el organismo gastó más de $5 millones en combustibles, los cuales se incluyeron en una categoría mayor de “gastos operacionales” que implicó un costo total de $345 millones.
Donde sí estuvo más activa la Defensoría, según revelaron en su informe anual del 2020, fue en el trabajo con otros organismos. En total, enviaron 331 recomendaciones a los poderes del Estado, organismos privados e internacionales, 14 observaciones a proyectos de ley en discusión y participaron de 28 sesiones convocadas por el Congreso de la República.
Redes sociales: aliadas y enemigas de Muñoz
Además de entregar cifras respecto a su gestión 2020, desde la Defensoría de la Niñez dedicaron un largo apartado de su informe anual para hablar respecto a la “difusión de piezas gráficas en redes sociales, que buscan entregar información clave sobre los derechos de los niños, niñas y adolescentes en lenguaje simple, accesible y claro”.
De acuerdo al documento, sólo entre el 29 de junio de 2019 y el 29 de junio 2020, se desarrollaron 128 piezas gráficas con información vinculada a efemérides nacionales e internacionales que fueron difundidas en Twitter y Facebook. Dentro de las cuales destacaron, “dos videos que han tenido más de 500 mil reproducciones en redes sociales”.
La más reciente polémica en torno a cómo la Defensoría de la Niñez viene usando sus redes sociales ocurrió hace pocos días con el lanzamiento de la “Campaña de Derechos 2020” que busca conmemorar los 30 años de la ratificación de la Convención de los Derechos del Niño en 1990 por parte de Chile y que costó más de $74 millones.
La molestia de parlamentarios cercanos al oficialismo surgió con el primero de los 21 videos que el organismo busca lanzar, donde suena la canción El Llamado de la Naturaleza creada por los artistas Jaco Sánchez y MC Millaray. El registro, según los más críticos, “incita” a que los menores de edad comentan delitos con frases como “saltarse todos los torniquetes. Así el proceso constituyente tendrá fuerza, sentido y razón con tu voz”.
“Saltarse los torniquetes es una de esas metáforas, que llama a traspasar todos los obstáculos que la infancia y la adolescencia viven Chile para ser respetados como sujetos de derecho, con voz propia y que merece ser escuchada”, aclaró Muñoz ante la polémica.
Pero no es la única vez que Patricia Muñoz se ha metido en problemas de la mano de las redes sociales. Un par de meses antes, en agosto, se enfrascó en un duro debate con la subsecretaria de la Niñez, Carol Bown, tras el asesinato de Ámbar Cornejo en Villa Alemana.
Por esos días, Muñoz tomó sus redes sociales y criticó a La Moneda por presentar una querella ante el fallecimiento de la menor.
“No tienen legitimación activa y es más importante que le den urgencia a ley de garantías que a la querella, eso puede impactar efectivamente en favor de derechos de niños, niñas y adolescentes y que la Subsecretaría de la Niñez haga su labor de prevención de vulneraciones”, escribió Patricia Muñoz.
Minutos más tarde Carol Bown alegó que “usted es parte del sistema de protección integral de la niñez. ¿Hizo algo al respecto? No me parece usar esta tragedia políticamente. Usted no es parte de la oposición, sino que un órgano autónomo”.
“Usted hace política desde un órgano autónomo y fue activa en la discusión política que impidió la promulgación del servicio -nuevo Servicio Nacional de Menores-, que sí puede evitar muertes”, continuó Bown.