BID y Unesco hacen un llamado a priorizar la educación y así evitar que aumenten aún más las desigualdades
A través de un nuevo informe, ambas organizaciones plantean la urgente necesidad de planificar y definir acciones para garantizar las operaciones escolares y la atención de los niños más vulnerables.
El Banco Interamericano de Desarrollo (BID), junto a la Oficina Regional de Educación para América Latina y el Caribe (OREALC/UNESCO Santiago), presentaron este lunes 7 de diciembre el informe “Reabrir las escuelas en América Latina y el Caribe: Claves, desafíos y dilemas para planificar el retorno seguro a las clases presenciales”.
El documento, de tipo diagnóstico, concluyó que: “La región tiene la urgente necesidad de planificar y definir acciones prioritarias para garantizar la seguridad de las operaciones escolares y la atención educativa a las poblaciones más vulnerables”. Esto ya que, de lo contrario, las brechas en los sistemas educativos se agudizarán.
En esa misma línea, el informe dejó en evidencia las desiguales condiciones de acceso a los recursos humanos, económicos, de infraestructura y equipamiento educativo que hay en los países latinoamericanos, y las cuales se han acrecentado aún más tras la pandemia del COVID-19.
Ante este escenario, el documento plantea que es crucial contemplar a la educación como un elemento central; “no solo para garantizar una respuesta en el ámbito educativo, sino para lograr una recuperación equitativa, inclusiva y sostenible”.
En pos de ello, el documento analiza las posibilidades, restricciones y necesidades que enfrentarán los países de la región en el marco del proceso del regreso a las clases presenciales, considerando las siguientes dimensiones: escuelas seguras (infraestructura escolar, acceso al agua y saneamiento); recursos humanos (directores y docentes); educación remota (acceso a Tecnologías de la información y comunicación, y conectividad); financiamiento de la educación; e información y planificación.
Dentro de este contexto, desde la Unesco y el BID, a través de este último informe, recomiendan invertir en mejorar el estado de la infraestructura escolar, con el fin de brindar condiciones básicas de higiene. Además, se sugiere una correcta planificación de la demanda y oferta de profesores con miras al retorno a la presencialidad, y se plantea la necesidad urgente de mejorar las políticas asociadas a la formación, disponibilidad, asignación y condiciones laborales de los profesores.
Y si bien, en este informe también se destaca el esfuerzo y respuestas de los países de la región para asegurar la continuidad de los estudios y aprendizajes, se deja en claro que mientras más se tarde en concretarse el regreso a las clases presenciales, más aumentará la exclusión y los niveles de desigualdad.