Exportadores comparan crisis de las cerezas en China con caso de las “uvas envenenadas”
Ronald Bown, presidente de Asoex, admitió que el supuesto hallazgo de trazas de COVID-19 en los productos importados ha impactado fuertemente a la industria.
Ronald Bown, presidente de la Asociación de Exportadores de Fruta de Chile (Asoex), alertó sobre la delicada situación que se vive por la supuesta detección de trazas de COVID-19 en paquetes de cerezas en China, la que complicaría la importación del producto hacia el gigante asiático.
El caso, que fue tratado durante el lunes por un comité técnico-privado organizado por el Gobierno, fue comparado por el recordado escándalo de las “uvas envenenadas” de 1989, cuando se desató una crisis en el envío de frutas locales hacia el exterior.
“Estamos en una situación muy complicada del punto de los mercados (…) estamos en una campaña hace tres días buscando informar a la gente adecuadamente”, expresó Bown a radio Bío Bío.
La complicación para los empresarios chilenos está dada por la fecha en la que apareció este eventual hallazgo, la que está próxima a la celebración del Año Nuevo Chino (12 de febrero), momento en el que se venden gran parte de los cargamentos anuales del fruto.
“Uno pudo decir que se pudieron hacer cosas con anterioridad, pero para qué llorar sobre la leche derramada (…) pensamos que se está haciendo todo lo posible y que las soluciones sean más rápidas”, expresó.
Por el impacto en la distribución de cerezas en China, el dirigente exportador reconoció que se está vendiendo menos del 10% de lo que se tenía estimado. “Yo diría que (esto) es peor que las uvas envenenadas. Aquí podría haber una situación mucho más compleja”, aseguró.