Cáncer: cómo evitar una pandemia silenciosa
Es importante trabajar alineados entre el sector público y privado de salud para así prevenir con mayor fuerza, tratar oportunamente y evitar que esta enfermedad siga aumentando en los próximos años y se convierta en una nueva pandemia.
Claudia Gamargo es Oncóloga
Con la llegada del COVID-19 a Chile, volvió a instalarse en la población la importancia que tiene la prevención en salud, más aún en enfermedades que tienen un alto impacto como es el cáncer.
En febrero del año pasado, la Organización Mundial de la Salud (OMS) postuló que, si se combinan medidas efectivas de prevención, diagnóstico temprano y un adecuado tratamiento para el cáncer ,se podría salvar la vida de hasta 7 millones de personas en la próxima década.
En Chile, durante 2020, se detectaron 54.227 nuevos casos de cáncer, con una prevalencia de 148.303 y una cifra de muertos por esta causa de 28.584, según datos de Globocan. El problema está en que a mediados del año pasado y en plena pandemia, hubo una caída de cerca de 213 mil exámenes de papanicolaou, 127 mil mamografías, 100 mil endoscopías y 33 mil colonoscopias.
En este contexto, es urgente volver a fomentar la realización de exámenes y controles, que son la puerta de entrada para un diagnóstico más temprano. Para ello, es conveniente el despliegue de una red de salud a nivel nacional, con unidades médicas que puedan ofrecer el servicio de tamizajes o screening a pacientes de Fonasa e Isapre.
Y, si bien, la disposición de centros médicos y clínicas debe considerar a todas las regiones del país, también es conveniente que las unidades cuenten con una tecnología de base uniforme para la realización de estos exámenes, sobre todo en aquellos que identifican los cánceres más frecuentes en Chile, como son el de próstata, mama, colon-rectal, gástrico y de pulmón.
Tras el diagnóstico, también hay que considerar el procedimiento que sigue: un tratamiento adecuado. Si bien, las patologías frecuentes requieren de profesionales disponibles en todo el territorio nacional, también es necesario contar con unidades especializadas, donde los expertos puedan tratar cuadros específicos de baja frecuencia y/o de mayor complejidad. Para facilitar la oportuna atención de los pacientes, es clave un proceso de derivación que resulte lo más ágil posible dentro de las operaciones de una red.
En la última década, el cáncer se ubicó como una de las causas de decesos más frecuente en Chile. Por eso es importante trabajar alineados entre el sector público y privado de salud para así prevenir con mayor fuerza, tratar oportunamente y evitar que esta enfermedad siga aumentando en los próximos años y se convierta en una nueva “pandemia” silenciosa y dolorosa para nuestro país.