Mejorar las pensiones, una urgente necesidad

Maritza Blanco es Periodista, Docente y Asesor

En cadena nacional, el Presidente de la República Sebastian Piñera, se dirigió al país para anunciar la urgencia de avanzar en la segunda etapa de la Reforma de Pensiones, la que fuese aprobada en noviembre de 2019 por la Cámara de Diputados, y desde entonces se encuentra en trámite en el Senado.

El anuncio del ejecutivo incorpora una serie de indicaciones como ampliar la cobertura del pilar solidario a la clase media desde un 60% al 80% de la población, lo que implica ampliar la protección social a 480.000 personas que hoy no tienen apoyo del Estado.

Otras indicaciones son el aumento de la pensión básica solidaria, la anticipación del reajuste a los pensionados entre 65 y 74 años que fueron beneficiados con el pilar solidario, así como fortalecer el pilar contributivo de pensiones que aumentaría en un 6% el ahorro previsional, con cargo al empleador.

De esta última indicación se detalla que la mitad sería destinada a la cuenta previsional del trabajador, y la otra mitad, a un programa de ahorro colectivo y solidario que permitirá aumentar las pensiones actuales en mujeres y hombres mayores de 65 años, que hayan cotizado al menos, 8 y 12 años respectivamente.

Al ser consultado respecto del anuncio presidencial, el diputado Francisco Eguiguren, quien además es miembro de la Comisión de Trabajo de la Cámara explicó que “tras décadas, se busca poner fin a las pensiones indignas que tantos chilenos y chilenas sufren. Hoy, el acuerdo con los senadores permite elevar las cotizaciones a un 16%, y se propone que la pensión solidaria nunca esté bajo la línea de la pobreza así como de quienes hayan cotizado 30 años, puedan tener una pensión que les permita recibir al menos, el equivalente al sueldo mínimo… y es muy importante esta reforma para que finalmente tengamos justicia, igualdad, solidaridad con estas pensiones para tantas familias chilenas y que hoy, comienza a revertirse y vislumbrarse el camino a una pensión digna”.

Sin duda, el tema de las pensiones es hoy una de las prioridades de la ciudadanía, ya que los adultos mayores han incrementado sus expectativas de vida notoriamente en Chile y, se hace urgente no sólo mejorar sus condiciones económicas como pensionados, sino también otorgarles calidad de vida y condiciones dignas al momento de jubilar.

Creo que la esencia de mejorar las pensiones implica otorgar más y mejores posibilidades integrales a nuestros adultos mayores, que les permita además tener tranquilidad y estabilidad. Sin duda, es un tema que se enmarca en los desafíos de la política pública para nuestra tercera y cuarta edad, si consideramos que este grupo supera los 2 millones 800 mil personas (un 16,2% de los habitantes del país, según cifras del Instituto Nacional de Estadísticas), en donde la caracterización poblacional nacional establece que el 55,7% de la población +60 años corresponde a mujeres, mientras que el 44,3% a los hombres.

Estas cifras indican que el aumento de esperanza de vida en nuestro país es un excelente indicador y más aún cuando se prospectan cifras para el año 2050 que hablan de que una de cada cuatro personas tendrá más de 60 años y la esperanza de vida aumentará, en promedio, de 80 a 85 años.

Esto necesariamente nos exige pensar como país; ¿qué políticas públicas deben construirse y/o adaptarse a este segmento? ¿qué necesidades surgirán en las próximas décadas? y ¿qué buenas prácticas se deben promover en los diferentes ámbitos para fortalecer y mejorar la calidad de vida de nuestros adultos mayores?

Será entonces necesario replantearnos como sociedad diversas reformas en las políticas públicas y sin duda, el tema de las pensiones es hoy la piedra angular que marcará pauta hacia el Chile que queremos, donde hayan más y mejores oportunidades para todos.