No hay que abandonar el ejercicio pese al masivo confinamiento
Las nuevas restricciones por el COVID-19 no son una excusa para dejar la actividad física, ya sea en casa o en los horarios preestablecidos. Debemos dar el ejemplo a nuestros hijos respecto a una vida saludable.
Patricio Arroyo es Director de la Escuela de Pedagogía de Educación Física de la Universidad San Sebastián
Nuevamente es inevitable el confinamiento, ya que un gran número de comunas del país retrocedió a cuarentena. Hoy, son cerca de 14 millones de personas que permanecerán en sus casas, debido al aumento de contagios por COVID-19.
Es de esperar que la experiencia del año pasado nos sirva de lección para entender que, una de las actividades que evita la sobrecarga emocional, el aumento de peso y el estrés, es realizar ejercicio en forma periódica. Estudios recientes demuestran que la probabilidad de sobrevivir a una crisis provocada por el COVID-19 aumenta ocho veces en personas activas, gracias a la actividad física.
Las autoridades poco a poco han comprendido la importancia de moverse, y hoy, incluso en este escenario tan restringido, se permite hacer ejercicio al aire libre en fase 1, gracias a la banda horaria del programa Elige Vivir Sano. Esto es de lunes a domingo desde las 6:00 hasta las 9:00 de la mañana.
Si bien es un aporte el hecho de poder hacer ejercicio en las actuales circunstancias, entramos en otoño, estación que provoca cambios en la temperatura y en la hora del amanecer, por lo que a las 6 de la mañana habrá menos temperatura y estará oscuro. Recién a las 7:30 horas existirá la luz natural suficiente para salir a trotar, correr o efectuar alguna rutina de ejercicios.
Para quienes estas condiciones les generen un desincentivo, sugiero la realización de ejercicios en casa, en un lugar destinado para ello, en un horario que sea cómodo y que no interfiera con la concentración para el teletrabajo.
Es importante recordar que cuando se realiza actividad física se produce un efecto que lo potencia, es decir, entre más ejercicio hacemos, nuestro cuerpo más necesita de él, por lo que en pocos días es posible adquirir el hábito.
Lo único relevante es que el objetivo sea tener una vida activa y saludable, y eso sin duda permite generar un cambio en el estilo de vida de forma más permanente. Es la principal diferencia con las personas que lo hacen con fines meramente estéticos, donde, una vez logrado el objetivo, se abandona el ejercicio y se vuelve a la rutina habitual.
Entonces, las nuevas restricciones por el COVID-19 no son una excusa para dejar la actividad física, ya sea en casa o en los horarios preestablecidos, debemos aprovechar esa ventana para hacer ejercicio, y dar el ejemplo a nuestros hijos respecto a una vida saludable.