Cardenal Celestino Aós fue dado de alta tras su contagio con COVID-19
El Arzobispado de Santiago también informó que obispo auxiliar Alberto Lorenzelli permanece internado, pero con leves signos de mejoría.
El Arzobispado de Santiago informó durante este martes que el cardenal Celestino Aós fue dado de alta tras sufrir un contagio con COVID-19.
El religioso de 76 años fue ingresado durante el sábado de forma preventiva al Hospital Clínico de la Pontificia Universidad Católica. El día anterior se había dado a conocer su diagnóstico por coronavirus.
Tras ser dado de alta, Celestino Aós deberá continuar con su recuperación en su domicilio, donde completará la cuarentena establecida para las personas contagiadas.
La iglesia santiaguina informó además sobre la situación del obispo auxiliar Alberto Lorenzelli, quien se mantiene en situación de cuidado, “pero con leves signos de mejoría”.
Tanto Aós como Lorenzelli habían recibido las dos dosis de la vacuna contra el COVID-19 a mediados del mes de marzo, cumpliendo con el calendario según su edad.
El caso de los religiosos se sumó al del diputado José Miguel Ortiz (DC), quien se encuentra en la UCI de la Clínica Biobío conectado a oxígeno.
Según su hijo, el alcalde de Concepción, Álvaro Ortiz, la inoculación fue clave para que tanto el legislador como su esposa no empeoraran en su estado de salud. Según el último parte médico, el congresista permanece estable y es monitoreado por el personal médico.
¡Buenas noticias! Hoy dieron de alta a mi mamá, ya está en su casa. Ella está bien, sin ninguna complicación y se siente muy bien, gracias a Dios.
En cuánto a mi padre, la doctora Ferreiro nos señaló que amaneció de muy buen ánimo, aún con la cánula nasal con oxígeno. pic.twitter.com/qxqneFjNm2— Álvaro Ortiz Vera (@Ortizconce) April 10, 2021
La vacuna de Sinovac, que lidera el proceso de inmunización en Chile, ha demostrado su efectividad de cerca del 50% frente al contagio. Los últimos estudios publicados sostienen que la fórmula de origen chino previene entre un 87% al 100% que los infectados sufran cuadros graves o la muerte.